Para
mi esposa, quien soporto 20 años de vida militar,
Para
Rev. Tom James y Shirley James,
los hermanos en Country Church y Grace Chapel en Guam, y
Bob Knight quien me discipulo en la Fe Una vez Dada a los Santos
a
Dr. Jim McColl, Rev. Barry Horner, Dr. Gary Long,
Dr. John Grove, Rev. Mike Garrigan, y Dr. Tom Branson
quien me enseño lo profundo del Evangelio,
a
Rev. Jim McCay, ahora en presencia del Señor, y
a
A. W. Pink, un gigante desconocido en su tiempo,
pero mayormente dedicado a la Gloria de Dios
El Señor Cristo Jesús vino a mi vida en 1973, mientras daba servicio militar en la Fuerza Aérea de Los Estados Unidos en la isla de Guam. La religión no era extraña para mí, de hecho, yo había crecido en una familia que asistía a la iglesia con regularidad. Sin embargo, la iglesia en la que yo había crecido era una iglesia protestante que enseñaba teología “liberal”. Al decir liberal, me refiero a que la iglesia y sus representantes en la denominación de mi niñez, tendían a negar algunos, o todos los elementos de la fe Bíblica. Cuestionaban la verdad literal de algunos, o todos los milagros de la Biblia, para ellos Jesús no era el Soberano Salvador que la Biblia dice que es. Su versión del Salvador era algo menos que totalmente divino. El resultado de haber crecido en dicha iglesia era predecible, y algo que compartía con la gran mayoría de niños protestantes de mi generación; A la edad de 16 años, ya era considerado un escéptico, y a los 18 años, era prácticamente un pagano. Para mí, la religión era una broma, y las iglesias eran clubes sociales donde la gente iba para ver quien estaba allí, y que traían puesto. Llegue a familiarizarme con algunos Cristianos Creyentes de la Biblia, pero yo los consideraba unos fanáticos ignorantes.
Fui a la universidad por un par de años, y conocí algunos cristianos creyentes de la Biblia. Por algún tiempo, profesé conversión, pero la realidad era otra, aún no estaba en mí. Readopte otro tipo de religión, algo como un trato con Dios, como un seguro contra el infierno (por si acaso existiera), pero todo era solo un juego – mi vida no cambió. Entonces vino lo de Guam. Yo no quería ir a Guam, pero de igual forma la fuerza aérea me mando. No podía llevar a mi esposa, quien se encontraba embarazada de nuestro primer hijo, no tenia suficiente rango, por lo que no calificaba para recibir ayuda para gastos de viaje y alojamiento para mi familia. Así que llegué a la isla de Guam como un hombre solo y sin salvación.
Poco después de haber llegado a Guam en Enero de 1973, comencé a asistir al servicio en una capilla que se llamaba, “Country Church”. El nombre me pareció bueno, asistí pensando que habría buenas canciones como en mi país. Lo que encontré fue otra cosa; Había una multitud, en su mayoría eran jóvenes, hombres como yo, personal de bajo rango, solamente algunos teníamos a nuestras esposas con nosotros en la isla. Había un sargento de la fuerza aérea que predicaba como yo nunca antes había escuchado. Me sentí cautivado, condenado, y totalmente maravillado. No estaba seguro de lo que me estaba pasando entonces, pero Dios estaba abriendo mi corazón y mi mente para que entendiera el Evangelio y creyera en Su Hijo para salvación. Fue el principio de una experiencia que dominaría el resto de mi vida, incluso hasta la eternidad. El predicador, ese sargento de la fuerza aérea y su esposa, y docenas de jóvenes creyentes en Guam, me acogieron bajo su protección y me discipularon en “la fe dada una vez a los santos” (Judas 3). Aunque mi vida cristiana dio muchas vueltas, altas y bajas en los años después de ese periodo de 15 meses en Guam, El Señor me ha librado de todas las trampas, y ha sido mi guía al caminar. La base de un crecimiento constante y progreso en mi vida como creyente, fue gracias al discipulado que recibí de esa gente maravillosa en Guam.
Hace muchos años, cuando daba clases de escuela dominical y estudios Bíblicos, Me di cuenta de que había grandes huecos doctrinales en el entendimiento de muchos creyentes – ¡incluso de algunos creyentes que habían caminado con el señor por muchos años! Me di cuenta que las iglesias americanas del siglo 20 no estaban enseñando a fondo las bases doctrinales de la fe a los nuevos creyentes. Hay muchos ministerios que hacen un buen trabajo al enseñar sobre – finanzas, profecía, problemas en la vida, relaciones maritales, etc. Todas ellas son áreas a las cuales vale la pena poner atención y estudiar – ¿pero cuantos de los creyentes estudiando en estos ministerios puede explicar los principios básicos de la fe Cristiana con algún grado de autoridad?, ¿Cuantos creyentes en su congregación pueden explicar la trinidad, por ejemplo?, ¿Cuántos miembros de su congregación pueden explicar la vital doctrina de Justificación solo por fe, la cual Martín Lutero llamó “La doctrina sobre la cual una iglesia se mantiene en pie o cae”?. Al darme cuenta de la necesidad de los creyentes para conocer lo básico, sentí una gran responsabilidad de parte de Dios para enseñar esas doctrinas, y fui obediente al respecto. Este pequeño libro es el resultado de más de diez años de estudio y enseñanza Cristiana básica a creyentes de todo tipo de orígenes.
Al escéptico, el cínico, el ocultista, el existencialista, y cualquier otro no-creyente “ista” que ande por ahí – te invito a leer este libro; te imploro que lo leas – no fue escrito para ti; Sin embargo, oraré para que, en caso de que lo leas, Dios abra tus ojos a la verdad y te traiga hacia él – aunque ese no es mi propósito al escribir. Este libro no ha sido escrito para convencer a nadie; no estoy tratando de probar nada al no creyente. Pero Dios con frecuencia ha usado ramas rotas de árboles caidos, así que continua leyendo.
Para el creyente – ¡esto es para TI! Este libro fue escrito para edificar la familia de Dios, totalmente comprada y lavada por la sangre de Cristo, para que podamos llegar a la madurez y unidad de la fe que Dios desea de nosotros.
¿Qué es Verdad? Esta es una pregunta antigua, pero en la civilización occidental del siglo 20, ha sido aceptado por la mayoría de gente “Intelectual” el hecho de que podemos conocer la “verdad” (con “v” chica) – pero no podemos conocer la “Verdad” (con “V” grande). Podemos identificar trozos de información, eventos, condiciones, etc., como algo real y efectivo – pero la gran pregunta del universo, la gran Verdad, son imposibles de contestar. En los mundanos, trágicos, cómicos, o felices eventos del diario vivir, los conocimientos de nuestra era nos permiten percibir pizcas de realidad, sin admitir la posibilidad, o por lo menos la habilidad de conocer que es verdaderamente real. Esto ha cambiado de alguna manera, en la última década por la creciente popularidad del pensamiento de la Nueva Era, el cual toma varias formas de misticismo y superstición, y no es más nuevo que la antigua Babilonia o Egipto. Pero el concepto, pesado y amplio de la Verdad, que prevalece entre estos grupos de neo-paganos solo se acerca a la Verdad, tanto como la versión secular.
El Cristianismo que es – Bíblico, evangélico, ortodoxo, nacido de nuevo – tiene la única respuesta al dilema de los hombres y mujeres que hoy en día encaran un futuro incierto, ya sea sin cimientos, con falsos cimientos, o con cimientos de arena. El problema es que nuestras iglesias y nuestros creyentes (por lo menos en los Estados Unidos de América), han sido tan influenciados por el materialismo, la psicología quejumbrosa, y el existencialismo, que estamos en peligro de convertirnos en un cero a la izquierda mientras el mundo se desliza de cabeza hacia el abismo. Nos organizamos políticamente, elegimos a nuestros legisladores, protestamos, boicoteamos, votamos, pero ¿que estamos logrando?, ¿Dónde esta el efecto revolucionario que la iglesia tuvo en el mundo durante los primeros cuatro siglos de nuestra era? La iglesia primitiva revolucionó tres continentes sin el beneficio de las comunicaciones modernas, o derechos democráticos, y lo hizo enfrentando grandes peligros – ¿donde esta ese poder el día de hoy?, ¿Donde está el poder radical, retador de sociedades, ese poder de cambio que nuestros ancestros espirituales ejercitaron durante la Gran Reforma, El Avivamiento Puritano, y el Gran Despertar?, ¿Acaso nos ha abandonado el Espíritu Santo?, o, ¿Lo hemos abandonado nosotros? Porsupuesto, hay algunos que hablan del verdadero avivamiento – a menudo los escuchamos orar por el. Ha habido pequeñas manifestaciones del Espíritu en varios lugares. Y aparecen voces que nos impulsan a buscar la excelencia. Hay mucho humo – ¿Pero donde esta el Fuego? Algunas encuestas demuestran que 60 millones de norteamericanos se dicen cristianos nacidos de nuevo. Ojala fuera así. ¡Si hubiera 60 millones de verdaderos creyentes en los Estados Unidos, consistentemente siguiendo a Cristo, entonces el aborto, la cultura de las drogas, la creciente pobreza en la tierra de riquezas, el abuso físico y sexual, la pornografía, y muchos más de nuestros demonios, serían convertidos en polvo!
Solamente el Espíritu Santo de Dios puede traer el avivamiento del Verdadero Cristianismo necesario en estos tiempos de maldad. Estos no son tiempos para el débil, el desinteresado o el que no quiere compromiso. Estos son tiempos para que la gente de Dios se levante y le siga (Juan 10:27).
No existe una ecuación mágica que pueda enmendar las Iglesias norteamericanas del siglo 20 – no existe ningún programa de computo que podamos cargar, iniciar y dejar en el olvido mientras hace su trabajo. Lo que necesitamos hacer es exactamente lo que hizo la primera iglesia – y esto no tiene nada que ver con regalos controversiales, fenómenos extraordinarios, o alguna de las ideas organizacionales de la primera iglesia. Las cuatro cosas en las que la primera iglesia sobresalió, son listadas en Hechos 2:42 “Y perseveraban en la doctrina de los Apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones.” ¿Cuáles fueron los resultados? Miles (y eventualmente millones) fueron salvos, ¡Y la iglesia creció en gran proporción en el mundo!, ¿Sucedieron fenómenos extraordinarios? Si. El Espíritu Santo concedió tales cosas con alegría. ¿Fueron evidentes los regalos del Espíritu? Si. El Espíritu Santo también repartió sus regalos en las iglesias con alegría. Pero estas cosas fueron producto del avivamiento – ellos siguieron la obediente y firme devoción de la iglesia hacia lo básico de la doctrina. Nosotros, en la iglesia norteamericana del siglo 20, tristemente tenemos carencias en estas áreas, especialmente en las áreas de enseñanza y oración – y sin estas dos patas, la mesa se cae, sin importar cuan fuertes sean las otras dos.
Lamentablemente somos inadecuados a la hora de enseñar las verdades del Evangelio a nuestra gente, al equiparlos para el ministerio, para ser sal y luz en nuestro mundo. “Pero,” alguien dice, “hay tantos buenos maestros, tantos libros, videocasetes, y otros materiales a nuestra disponibilidad.” Eso es verdad, y lo único que hace es aumentar nuestra culpabilidad – puesto que hemos hecho muy poco con esas riquezas. Veámoslo de forma más simple, sabemos mucho de las profecías del fin de los tiempos, estamos bien informados sobre la posición de algunas denominaciones en cuanto al bautismo, los regalos del Espíritu, Seguridad Eterna, etc. La pregunta es, ¿están los miembros de mi iglesia bien preparados en los fundamentos de la fe?, quizá tengamos programas sociales de algún tipo para alcanzar distintos grupos de nuestra comunidad, ¿pero que estamos haciendo con los que alcanzamos?, ¿cuanto tiempo toma a un nuevo creyente en mi congregación para estar bien preparado en las doctrinas del Cristianismo? Si los nuevos creyentes conocen las doctrinas esenciales, ¿se han realmente “sumergido” en ellas – se reflejan dichas enseñanzas en su vida?
La meta de este libro es para despertar a las iglesias locales hacia la necesidad de enseñar y vivir las doctrinas básicas de “la fe dada una vez a los santos,” y proveer un texto suplemental con ese propósito. (Solo la Biblia puede ser el texto principal). Este libro no fue escrito para eruditos, si no para estudiantes. No fue escrito para evangelizar a los perdidos, sino para enaltecer a los santos. No fue escrito para convencer al escéptico o al cínico, sino para dar confirmación al que busca y confortar y edificar al creyente. Que el Santo Espíritu de Dios nos ayude en la tarea. Soli Deo Gloria (Solo a Dios sea la Gloria).
¿Que es un Cristiano?, ¿Es el Cristianismo definido por herencia étnica, lealtad política, por vivir de acuerdo a cierto numero de reglas, o por la asistencia a algunos rituales en particular?, ¿eres Cristiano solo por que tu te identificas como tal?, muchas personas en el mundo se identifican como Cristianos, o son identificados por otros como Cristianos, por su origen étnico, políticas, estilos de vida, o estilo de adoración. Pero, ¿son estas razones validas para etiquetarlos como “Cristianos”?, también hay aquellos que se autodenominan “Cristianos” basándose en experiencias existenciales con limites o significados indefinidos. “Vi una luz, y una gran paz vino sobre mi. Después de eso, supe que era Cristiano.”
Las historias varían en gran forma, pero normalmente su significado se basa en sentimientos subjetivos que no demuestran nada sobre arrepentimiento, fe en Cristo, o una subsecuente dedicación a una vida santificada. Es muy difícil o imposible identificar a estas personas como creyentes sin antes escuchar el testimonio de su experiencia mística. Otros han tenido una experiencia donde brevemente fueron alejados de lo existencial – en respuesta a algún llamado evangélico. El llamado pudo haber sido de uno a uno, como parte de alguna cruzada evangélica, o por medio de algún ministerio por televisión, pero aparte de esa experiencia, o quizás un poco de actividad, no ha habido nada más.
Los dos ejemplos dados tienen mucho en común. La gente en las dos categorías conoce muy poco acerca del Salvador, o de la vida en la fe, no forman parte de ningún grupo de adoración, y no están siguiendo a Cristo. Usando un cliché evangélico común, si se les acusara de ser Cristianos, se encontraría muy poca evidencia como para ser sentenciados.
Pero regresemos a la pregunta original, entonces – “¿Qué es un Cristiano?”, La Biblia tiene una respuesta definitiva a esta pregunta, como la tiene para la mayoría de las demás. De acuerdo a las Escrituras, Los Cristianos son aquellos que han aceptado su pecado ante Dios y que son incapaces de salvarse a si mismos, han buscado a Cristo Jesús en fe y arrepentimiento, y han comenzado a seguir y adorar a Cristo, normalmente pertenecen a un grupo o comunidad de creyentes. Expandamos la definición un poco más e incluyamos que para ser considerados Cristianos, la fe y la vida de una persona debe cumplir con lo que la iglesia ha llamado históricamente la Regula Fidei, o La Regla de la Fe.
“Judas, un servidor de Cristo Jesús, y hermano de Santiago,” (Judas 1) escribió a la iglesia con este propósito: “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos.” (Judas 3). Desde la muy temprana historia de la iglesia, los servidores de Dios tuvieron que escribir para defender la Regula Fidei. Pablo se sorprendió al darse cuenta que los Cristianos Gálatas, poco tiempo después de haberles predicado el Evangelio, lo habían convertido en “un evangelio diferente.” (Gálatas 1:6). Pablo también tuvo que advertir a los Colosenses creyentes sobre filosofía y legalismo. (Colosenses 2:8-10; 16-23), y tuvo advertencias similares en sus demás escritos. La tradición de la iglesia temprana nos dice que Juan el apóstol escribió su Evangelio para corregir la herejía que conocemos hoy como agnosticismo, y nos advierte sobre falsos profetas en sus cartas (1 Juan 2:18-23; 4:1-6; Juan 7-11), al igual que el apóstol Pedro (2 Pedro 2).
Para los apóstoles, la esencia del Cristianismo era la persona y el trabajo de Cristo, vivos en los corazones de pecadores arrepentidos, despertados por el Espíritu de Dios por medio de la predicación de la Palabra de Dios – El Cristianismo nunca fue visto por ellos como una simple y subjetiva experiencia existencial. Por supuesto que tuvieron la experiencia subjetiva de fe en Cristo, pero también tuvieron La Fe, un grupo de doctrinas pasadas a ellos como algo sagrado que había de ser enseñado, creído y defendido. Este grupo de doctrinas son la base del Cristianismo y son absolutas, completas, autoritarias hasta la eternidad, incambiables, y no están sujetas a revisión por individuos, la iglesia o la sociedad.
A través de los siglos, esta lista de doctrinas ha sido alterada por los seguidores del paganismo y la filosofía Romana y Griega, la ley Romana y Bizantina Imperial, y por dogmas eclesiásticos alejados de las Escrituras – pero las bases se mantuvieron intactas. Los Waldensianos, San Francisco, Wycliffe, Los Husitas, Los Reformadores, Los Puritanos, Los Predicadores del Gran Despertar, y otros santos Cristianos a través de los siglos han expuesto tales alteraciones y han puesto énfasis en las bases, en el corazón de la fe. Ha llegado el tiempo de hacer eso otra vez. Necesitamos contestar a una pregunta, y actuar de acuerdo a la respuesta: ¿Qué constituye a la verdadera doctrina Cristiana?
Como en el tiempo de los Apóstoles de nuestro Señor, la iglesia de hoy ha sido invadida por un nuevo “Cristianismo” que nada tiene de Cristiano. No es una denominación – es interdenominacional. No es solo una nueva perspectiva doctrinal. No es algo cultural, de preferencia, o nada por el estilo. Esta herejía no es más que la negación del Cristianismo Histórico, y está enseñando una nueva fe. Esta herejía es colectiva – no esta centralizada en este momento, pero hay muchos movimientos comunes. Algunas partes de esta herejía están en contra la una con la otra, pero tienden a cooperar entre sí, y todas tienen un tema central en común – la negación de la ortodoxia.
Esta nueva herejía se caracteriza por lo siguiente:
En realidad, los que enseñan esta nueva herejía, al igual que sus seguidores, son prácticamente una nueva especie de paganos. Han bautizado lo que Pablo llama “rudimentos” del mundo – alaban a un “Dios” falso de su propia imaginación, y están alejados de la realidad, del conocimiento y de la comunidad de La Fe una vez dada a los Santos.
El problema no es solo la existencia, o siquiera el crecimiento y prosperidad de los falsos profetas. El problema hoy en día es que muchos, si no la mayoría de los que profesan la fe cristiana en las iglesias ignoran hasta lo más básico de las doctrinas de la Fe. Además, los miembros de estas iglesias, al ser educados con la forma de pensar que prevalece en la sociedad de hoy, son doblemente debilitados, y se convierten en carnada fácil para las herejías y sectas que van en crecimiento. Lo que hace falta en gran manera en el Cristianismo Americano, es el conocimiento y apreciación de lo que distingue a las doctrinas Cristianas del sucio paganismo – lo que constituye la absoluta regla de la fe.
Las doctrinas de central importancia tienen muchas cosas en común. Primero, están enraizadas en las Escrituras. La Biblia es nuestra única fuente aceptable para doctrina y práctica. Las tradiciones de la iglesia, la historia de la iglesia y de los sirvientes de Dios en el pasado pueden ayudar a instruirnos en las Escrituras, pero todo debe ser sometido a juicio por las Escrituras.
La base central de la fe no es denominacional. Las formas de gobierno de la iglesia, el estilo de adoración, las diferencias en puntos de vista en cuanto a tiempos futuros, y aún en cuanto a los dones del Espíritu, son cuestiones importantes, pero son secundarias a la fe. No somos salvos o perdidos por medio de nuestros puntos de vista sobre estas cosas. Las bases centrales de la fe son aquellas que han sido reconocidas por Cristianos desde el tiempo de los apóstoles. Algunos podrían objecionar que los principios de la Justificación por Fe y Salvación por Gracia, únicamente, son solo innovaciones de tiempos recientes. Pero estos principios fueron claramente enseñados por los apóstoles. Además, a través de la historia, hubo grupos minoritarios e individuos que corroboraron estas cosas con las Escrituras. La reformación de la iglesia en el siglo 16 fue un despertar y renovación de las enseñanzas apostólicas que habían sido descuidadas.
La enseñanza de la regula fidei es acompañada en la escritura con fuertes advertencias – ya sea la advertencia de Juan sobre no agregar o quitar nada de la completa revelación de Dios (Apocalipsis 22:18-19), o el mismo apóstol advirtiendo contra desviaciones en Cristología (1 Juan 4:2;2 Juan 7-11), o de Pablo en (Galatas 1:1-9), en toda la Biblia encontramos advertencias como estas que nos demuestran la seriedad de Dios en cuanto al corazón de la fe.
Las bases de enseñanza de la Regla de la Fe, de alguna forma todas tienen que ver con el plan de redención de Dios – involucran a la Cruz de Cristo.
Finalmente, las doctrinas base del Cristianismo Bíblico son prácticas. No son doctrinas que acomodas en una vitrina para admirarlas – son doctrinas que pueden, y deben ser parte de tu diario vivir.
En breve, las doctrinas que este libro examinará son las siguientes:
1. La visión Cristiana del mundo – todos tenemos una visión del mundo, aunque no queramos darnos cuenta. Esta sección es la respuesta a dos preguntas – estas preguntas y respuestas constituyen el concepto Cristiano del mundo. (a) ¿Qué es la Verdad?, y (b) ¿Por qué estamos vivos?
2. La inspiración, la infalibilidad (sin error), y la autoridad de las Escrituras – Estas son las doctrinas más básicas para el creyente. Si no podemos entender que las Escrituras son nuestra autoridad final, entonces nunca podremos tener certeza de las otras enseñanzas de la fe.
3. La Naturaleza de Dios – ¿A que tipo de Dios Adoras?, El “dios” moderno es muy pequeño, no tiene doctrinas definidas, su plan y providencia están sujetas a los caprichos y deseos del hombre, es un dios alcahuete. El Dios de la Biblia es el Dios Absoluto, es Soberano, Santo, Justo, Celoso, Omnipotente, Omnisciente, Omnipresente, Inmutable, Piadoso y Amoroso.
4. La Doctrina de la Trinidad – la doctrina de la Trinidad es la fe histórica de la Cristianidad Bíblica: Si no hay trinidad no hay Cristianismo – Si no hay Trinidad – ¡No hay Salvación!
5. La Persona y el Trabajo de Cristo – “¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo?,” la respuesta a esta pregunta es el corazón de los corazones de la fe. Cristo es Pre-existente, Encarnado de Dios, Crucificado, Resucitado, y vendrá nuevamente.
6. Salvación: (a) Por Gracia, por medio de la fe únicamente. Esta es una de las más grandes enseñanzas que distingue al Cristianismo Bíblico de todas las otras religiones – El hombre no puede crear su propio camino hacia Dios, Dios lo hace todo. (b) Justificación por Fe, únicamente. Resultado de la Salvación por Gracia – nosotros no contribuimos en nada a nuestra Salvación, y hasta nuestra Fe es un regalo.
7. La necesidad de una constante vida Cristiana (santificación). “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen…” (Juan 10:27)
8. La meta del autor es ser fiel a la Verdad, y ser claro al decir la Verdad. Así lo permita Dios.
Usted tiene una manera de ver o interpretar el mundo (cosmovisión). Mucha gente quizás niegue tenerla, pero el hecho es que usted tiene una. Si dice, “Oye, todo lo que quiero es divertirme, no necesito una manera de interpretar o ver el mundo,” entonces esa es su manera de interpretarlo-- la Biblia describe esta forma de pensar como: “come, bebe, y se feliz, para mañana podrías estar muerto.” Quizás llamarían tal visión de la vida “el nihilismo hedonístico,” que significa “diviértete y no te preocupes por nada.” Su visión del mundo quizás fue formada por creencias y tradiciones religiosas, por ocultismo y superstición, por el humanismo y el racionalismo, por lo que usted aprendió cuando niño en “Plaza Sésamo” y “Señor Rogers,” o por lo que oye y ve ahora en “Phil” y “Oprah,” (Cristina). Usted tiene una cosmovisión. Su manera de interpretar o ver el mundo pudo haber sido claramente conciente o casi totalmente subconsciente, puede que sea despreciable o noble, puede ser sensata o alocada -- usted tiene una cosmovisión. Y esta es de suma importancia para usted pues gobierna su forma de pensar y vivir, e influye en todas sus decisiones y actividades.
Si usted profesa el Cristianismo, tiene la obligación de elaborar su “cosmovisión”. Usted tiene una promesa por medio del convenio del Dios de la Biblia para aprender sus Caminos y seguirlo (Juan 10:27). Si usted ha decidido seguir a Cristo, entonces usted necesita saber como Dios quiere que usted vea al mundo, y necesita aprender a vivir por medio de la cosmovisión de Dios.
Históricamente, la cosmovisión Cristiana ha sido determinada por la respuesta a dos preguntas: ¿Qué es la Verdad?, ¿Por qué estamos vivos? Estas son las dos preguntas más básicas que se pueden hacer acerca de la existencia humana. Por supuesto, que el hecho de que hagamos estas preguntas va en contra de la cosmovisión del mundo moderno, que niega la existencia de Verdad, Propósito, y Dirección en el universo. Al nosotros decir, “Estas preguntas tienen sentido,” entonces presuponemos la cosmovisión Cristiana.
El acusado estaba de pie frente al gobernador Romano, quien tenia el poder de juzgar, de jurado y de verdugo. Este poderoso gobernante no era subordinado de nadie en el mundo, mas que del mismo Cesar, y su única intensión era manejar esta delicada situación de manera que Cesar fuera complacido y que a la vez, el pudiera beneficiar su propia causa. Poncio Pilatos era el típico político Romano – era hábil, sinuoso, educado, y completamente cínico en su enfoque a la vida – si viviera hoy, sería un excelente hombre corporativo Americano. Sin duda Pilatos no estaba de humor. Para Pilatos, al igual que todos los gobernantes Romanos de Judea antes y después de él, esta época del año siempre era tensa. Por esta razón el había dejado su residencia normal, en la confortable Cesárea, al lado del mar Mediterráneo, para venir a esta miserable y sucia ciudad en Jerusalén – un lugar lleno de problemas y de gente problemática. Los Judíos se reunían para uno de sus festivales religiosas interminables donde alababan a su extraño Dios oriental, su Dios solitario quien era tan celoso que no les permitía hacer imágenes de Él. Era la Pascua, la más grande de sus fiestas, así que Pilatos estaba en Jerusalén donde no quería estar, y fue despertado muy temprano en la mañana por los líderes religiosos Judíos, para que se encargara de este prisionero, llamado Jesús. Pilatos ya lo había enviado a Herodes, tratando de evitar tomar una dedición, pero el viejo astuto había ignorado hábilmente el asunto enviándolo de regreso a Pilatos. Y ahí estaban, un profeta Judío inescrutable, y el gobernador Romano.
Juan 18:33-37 Entonces Pilato volvió a entrar en el pretorio, y llamó a Jesús y le dijo: “¿Eres tú el Rey de los judíos?” Jesús le respondió: “¿Dices tú esto por ti mismo, o te lo han dicho otros de mí?” Pilato le respondió: “¿Soy yo acaso judío? Tu nación, y los principales sacerdotes, te han entregado a mí. ¿Qué has hecho?” Respondió Jesús: “Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.” Le dijo entonces Pilato: “¿Luego, eres tú rey?” Respondió Jesús: “Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad. Todo aquel que es de la verdad, oye mi voz.” “¿Que es la Verdad?” preguntó Pilatos.
Ya conocemos el resto de la historia. Pilatos, quien realmente no tenia nada en contra de este solitario profeta, hizo lo que pudo para salirse de la situación, pero cuando se encontró con amenazas políticas, “…Si dejas ir a este hombre, no eres amigo de Cesar.” (Juan 19:12), lo entregó a los verdugos. Las palabras de Pilatos a Jesús zumban en nuestros oídos, suenan tan recientes, como si fueran dichas “aquí y ahora.” “¿Que es la Verdad?” Pilatos, el cínico, probablemente no tenía ni la menor idea de cual era la respuesta a su propia pregunta – seguramente no sabia que existía tal cosa como la verdad, y así es con muchos, quizás con la mayoría de la gente el día de hoy. Vivimos en una civilización que admite la existencia de “pequeñas verdades,” y hechos tecnológicos. Por ejemplo, sabemos que 2+2=4, que los elementos contienen ciertas propiedades químicas y físicas, y que los cuerpos en movimiento se comportan de manera predecible. Sin embargo, nuestra civilización niega oficialmente que exista una verdad absoluta – el concepto de Francis Schaeffer llamado “verdad verdadera.” Pero para los Cristianos, la Verdad existe, y es absoluta, racional, y real.
Tu primer paso al elaborar una visión Cristiana del mundo es darte cuenta de que “Tu Palabra es Verdad.” (Juan 17:17). ¡Cuan grande regalo tienes al ser creyente! El resto de la humanidad camina a tientas en la oscuridad buscando respuestas a las más básicas preguntas de la vida, y tu las tienes todas, acomodadas en un libro – La Biblia. Tú puedes conocer el origen de la humanidad, como llegamos a este lugar donde estamos el día de hoy, y lo que el futuro nos depara. Puedes descubrir principios y leyes que te enseñarán lo que esta bien y lo que esta mal. Si quieres saber Quien es Dios, como es, y que quiere de ti, puedes encontrarlo en la Biblia – La Biblia puede guiar tus pasos para que le conozcas personalmente. La historia de Dios tratando con la humanidad es fundada en eventos históricos y literales – que verdaderamente sucedieron, y han sido grabados en La Biblia para nosotros.
El primer principio es: La Verdad si existe, es propositiva, esta documentada en la Palabra de Dios, debe ser enfoque central de nuestras vidas, y es personificada en Cristo Jesús. Contrario a las enseñanzas y creencias de filósofos humanos y ocultistas religiosos, La Verdad existe. La Verdad es propositiva, eso significa que es algo que podemos poner en palabras, frases, y oraciones que tienen sentido. La verdad es documentada en la Palabra de Dios (Juan 17:17). Podemos encontrar la respuesta a las preguntas de la vida en el Libro de Libros. El propósito de la Verdad es ser el enfoque central de nuestra vida, debemos conocer la Verdad y vivirla.
Deuteronomio 6:4-9 Oye, Israel: Jehová nuestro Dios, Jehová uno es. Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas. Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
La Verdad es personificada en Cristo Jesús (Juan 14:6) Solo algunas horas antes de Su encuentro con Pilatos, Jesús dijo, “Yo soy la Verdad.” En el, vemos la Verdad de Dios caminando en cuerpo (Juan 1:14,18). Si quieres conocer la Verdad cara a cara, conoce a Cristo.
El segundo principio de “Tu Palabra es Verdad” es que la Verdad Bíblica es Verdad “VERDADERA objetiva.” Contrario a las formas liberales y existenciales de la fe Cristiana, la fe Bíblica enseña que los eventos documentados en la Biblia son hechos históricos confiables.
Si vemos el sermón apostólico, Hechos 7:1ff, Hechos 13:16ff, Hechos 10:34ff, nos damos cuenta que las predicaciones de los apóstoles eran basadas en las verdades históricas de la Biblia. Esto es consistente con las predicaciones de Moisés y de los profetas del Antiguo Testamento – Ellos no eran místicos ni filósofos, Ellos predicaron y enseñaron acerca del Dios que ES, que ACTÚA, y el que se comunica por medio de la intervención personal en la guía providencial de la historia de acontecimientos humanos. Los apóstoles al documentar los evangelios, fueron cuidadosos en enfatizar la realidad de lo que estaban escribiendo, de la Vida y Trabajo de Jesús.
Lucas 1:1-4 Puesto que muchos han tratado de poner en orden un relato acerca de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos las transmitieron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas en orden, oh excelentísimo Teófilo, para que conozcas bien la verdad de las cosas en las cuales has sido instruido.
Juan 20:30-31 Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.
Juan 21:24-25 Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero. Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.
Pablo al enseñar sobre la resurrección en particular, enfatizo lo dicho por testigos visuales, y la importancia de los hechos en la fe Cristiana.
1 Corintios 15:1-14 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras; y que apareció a Cefas, y después a los doce. Después apareció a más de quinientos hermanos a la vez, de los cuales muchos viven aún, y otros ya duermen. Después apareció a Jacobo; después a todos los apóstoles; y al último de todos, como a un abortivo, me apareció a mí. Porque yo soy el más pequeño de los apóstoles, que no soy digno de ser llamado apóstol, porque perseguí a la iglesia de Dios. Pero por la gracia de Dios soy lo que soy; y su gracia no ha sido en vano para conmigo, antes he trabajado más que todos ellos; pero no yo, sino la gracia de Dios conmigo. Porque o sea yo o sean ellos, así predicamos, y así habéis creído. Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe.
Esta es otra pregunta básica sobre el universo. ¿Porqué estamos aquí?, ¿Qué es lo que varias de las filosofías no Cristianas dicen acerca del propósito de la vida humana? Para empezar, la mayoría niegan que exista tal cosa como propósito. El propósito implica a un Creador, consciente, personal, activo e involucrado, el Existencialismo, el Nihilismo y el Humanismo niegan esa suposición básica. Una filosofía aún más peligrosa que se ha hecho muy popular es el Movimiento de la Nueva Era, el cual dice, entre otras cosas, que el propósito es “hacerse uno con el universo.”
Otro sistema de creencias común, el movimiento de Autoestima, quiere que nos sintamos bien con nosotros mismos. Este movimiento es representado por la psicología y la psiquiatría (incluyendo, desafortunadamente, a muchos terapeutas cristianos). El Autoestima también es fundamental en varios grupos de rehabilitación de 12-pasos, quienes tienen tendencias religiosas y usan conceptos como “un poder sobrenatural.” Como con cualquier error, hay un grano de verdad aquí – como creaciones de un Santo Dios, nos merecemos algo de dignidad. Pero hemos caído, somos rebeldes. Sin la salvación por medio de la sangre de Cristo Jesús, ¡no estamos bien! Si de alguna forma te ayudó a sentirte mejor emocional y mentalmente, y acaban tus angustias acerca de la vida, etc. y no hago nada para traerte la Cruz para el perdón, ¡no he hecho nada por ti que pueda ser duradero!
¿Qué es lo que enseña la Biblia acerca del propósito de la vida humana? Nos enseña que la raza humana es una creación especial de un Dios personal y amoroso. Y nuestro propósito, como raza y como individuos, es glorificarlo, para ser conformados a la imagen de Cristo Jesús, su Hijo, y vivir con el por siempre.
La raza humana es una creación especial, de un Dios personal y amoroso. La “ciencia” evolucionaría, usando evidencia muy fragmentada, ha concluido que nuestra raza resulto de una “sopa primordial,” que se arrastro hacia la playa y después se convirtió en monos, luego progresó a nuestra forma actual. Esto es contrario a lo que enseñan las Escrituras (y no concuerda con hechos científicos – ver lista de lectura al final de este capitulo). El primer capitulo de Génesis claramente enseña que Dios creo todo ex nihilo (de la nada), que simplemente hablo en existencia (Dios dijo, “hágase…. y se hizo…”). En Génesis 1:26-28 Moisés resume la creación de la raza humana por Dios, luego en Genesis2:7-25, nos dá detalles de ello. La raza humana fue personalmente creada por un Dios personal – con un propósito y por una razón. La razón es dada en una de las declaraciones más bellas y profundas en la Biblia:
Apocalipsis 4:11 “Señor, digno eres de recibir la gloria y la honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y fueron creadas.”
Fuimos creados para su placer – simplemente por que el lo quiso así. Y si esa es la razón para la cual nos creo, ¿cual es nuestro propósito?
El verso anterior nos dice que Dios es digno de Gloria, y como sus criaturas debemos glorificarlo. La vedad es que toda la raza humana traerá gloria a Dios, pero no todos lo harán de la misma forma. Filipenses 2 nos dice (hablando de Cristo),
Filipenses 2:9-11 “Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.”
Dios ha decretado que toda rodilla se doblara ante Su Hijo, incluyendo aquellos debajo de la tierra, donde la Biblia se refiere al infierno. Fuimos creados para glorificarlo, y todo ser humano lo hará. Algunos lo harán mientras se regocijan en el cielo por la Salvación de Cristo, y algunos lo harán mientras sufren el castigo eterno por sus pecados.
Como creyentes, tenemos un lugar especial al traer Gloria a Dios. Debemos glorificarlo por medio de las vidas que vivimos el día de hoy.
1 Corintios 6:19-20; 10:31 “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.”
La Biblia tiene instrucciones específicas en muchos lugares sobre como vivir nuestras vidas. Nos dice como llevar nuestro matrimonio, nuestros asuntos de negocios, nuestros trabajos, y como comportarnos en la sociedad y en la iglesia. Nuestro propósito en la vida como creyentes es aprender a seguir a Cristo de una manera que glorifique a Dios. Un paso arriba de este concepto, se encuentras la maravillosa verdad del objetivo final de Dios al trabajar en nuestras vidas. Fuimos hechos por Él para ser modelados en la imagen de Cristo.
Romanos 8:28-29 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados. Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
1 Juan 3:1-2 “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a él. Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que cuando él se manifieste, seremos semejantes a él, porque le veremos tal como él es.
Es nuestro destino y recompensa como creyentes ser conformados a la semejanza y la imagen de Cristo. No seremos Él, como un panteísta de la nueva era diría; nunca tendremos sus atributos de Omnipotencia, Omnisiencia, Omnipresencia, e Inmutabilidad – pero nuestras acciones y nuestra postura serán como las de Él.
La última parte del propósito de nuestra existencia es Vivir con Dios por siempre. ¡Oh, que alegría, vivir en la presencia de Dios eternamente, sin pecado o problemas humanos que nos preocupen, y disfrutar de su dulce compañía!
Ahora que hemos dicho todo esto sobre el propósito de nuestras vidas, ¿cuales son las implicaciones prácticas de ese propósito?, ¿Cómo tomamos esta doctrina y la aplicamos a nuestras vidas? Esta maravillosa Verdad tiene implicaciones importantes para todas las desiciones de la vida. No podemos vivir como si fuéramos independientes o libres de hacer cualquier cosa que queramos. Si somos Cristianos, no somos dueños de nosotros mismos.
Un pasaje mostrado anteriormente (1 Corintios 6:19-20), dice que “…no sois vuestros; Porque habéis sido comprados por precio.” No estamos, como dice el dicho, solo “paseando por el camino solos.” Pablo reitera este principio en 1 Corintios 7:23, “Por precio fuisteis comprados; no os hagáis esclavos de los hombres.” Todos los creyentes son sacerdotes (1 Pedro 2:5,9), y somos llamados a servir a Dios en cada área de nuestras vidas. En nuestra familia, Dios manda (Efectos 5:33-6:4); nuestros hábitos de trabajo deben ser aquellos que Él quiere que tengamos (Efesios 6:5-9). En nuestras actividades cívicas, debemos exhibir Su regla en nuestra conducta (1 Pedro 2:13-18, Romanos 13:1-8). Como Pablo les dice a los Colosenses, “Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres.” (Colosenses 3:23)
Cuando todo esto es combinado, emergerá una vida Cristiana balanceada. No seremos ni perezosos ni adictos al trabajo; tendremos una familia en orden, en una atmósfera amorosa; serviremos a Dios en cada manera. Así es como la vida se debe vivir – nuestra vida no puede ser dividida en nuestra “vida privada religiosa” y nuestra “vida secular”. La vida de un Cristiano debe ser integra, con todas sus partes trabajando juntas bajo la dirección del Espíritu Santo y la Regla de la palabra de Dios, siguiendo al Hijo de Dios para la gloria del Dios Trino.
¿Y que tal si las cosas se ponen difíciles – cuales son las implicaciones de esta enseñanza en tiempos de dificultad? ¿Como puede Dios “recibir la gloria” cuando Sus hijos pasan por dificultades y tribulaciones? Hay por ahí un movimiento que se dice ser Cristiano, el cual enseña que Dios quiere que siempre seamos felices, prósperos, y sanos en este mundo. Este movimiento, llamado El movimiento de La Palabra de Fe, o simplemente Enseñanza de Fe, de una forma irreal y cruel hace que todos nuestros problemas sean resultado de nuestra falta de fe. Asume que Dios no puede hacer nada sin nuestra diminuta fe personal. Como aprenderemos en el capitulo 3, Dios es soberano, eso quiere decir, que Él reina en el universo, incluyendo las circunstancias determinantes de nuestras vidas – (Daniel 4:34-35; Job 42:1-6). Entonces, si nos encontramos en alguna dificultad, Dios la ha causado, o ha permitido que suceda. Las pruebas, por lo tanto, son parte de su propósito para nuestras vidas, y debemos glorificarle aún en tiempos difíciles.
Hay muchos elementos en este concepto que van más aya del propósito de este libro, pero algunas cosas que puede ver para comenzar a entender este principio son: (a) Este mundo no es nuestro hogar natural – somos extraños y peregrinos aquí (Filipenses 3:20, Hebreos 11:13-16). (b) La disciplina de Dios nos dá la seguridad de que somos sus hijos. (Hebreos 12:5-13). (c) Es normal que el sistema del mundo odie a los creyentes; cuando somos atacados y agredidos por el mundo, estamos siguiendo los pasos de Cristo (1 Pedro 2:19-24; Juan 15:18-6:4). (d) Dios tiene el poder de sacar a Su gente de dificultades, pero no siempre lo hace. (Hebreos 11:32-39). Por lo tanto, nuestra actitud en tiempos difíciles debería ser como la de los “tres niños Hebreos.” A estos jóvenes, capturados por un cruel conquistador y forzados al servicio del rey enemigo, les fueron dadas dos opciones: adorar a los ídolos paganos o ser quemados. Su respuesta es una obra maestra de la teología y la fe práctica.
Daniel 3:16-18 “Sadrac, Mesac y Abed-nego respondieron al rey Nabucodonosor, diciendo: No es necesario que te respondamos sobre este asunto. He aquí nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiendo; y de tu mano, oh rey, nos librará. Y si no, sepas, oh rey, que no serviremos a tus dioses, ni tampoco adoraremos la estatua que has levantado.
Dios puede sacarnos, y si es de su agrado no sacarnos – aún le servimos, cualquiera que sea el caso. Cristiano, tu vida tiene un significado y un propósito – existes para glorificar a Dios en todas las cosas.
Ver Apendice 3 para estudiar las preguntas y proyectos del Capitulo 1
El mayor de la Fuerza Aérea, alto, y medio calvo, recargado en su silla, fumando un cigarrillo dice “OK. Sargento Jones, repasemos esto otra vez; haz probado cada uno de los pasos del manual de solución de problemas, hemos volado la nave, hemos hablado con los ingenieros, hasta hemos tratado de improvisar, y aún no sabemos por que el equipo de aterrizaje no funciona.” El sargento y sus asistentes, parados en la oficina sin ventanas, alrededor del escritorio de su comandante, todos a la vez, movieron sus cabezas afirmándolo. Mientras tanto yo, en ese tiempo capitán de la Fuerza Aérea y jefe del área, observe atentamente desde un lado del escritorio. El mayor saco el manual técnico, grande y con manchas de grasa y lo puso al en el escritorio. Leyó las primeras secuencias de arreglo para reparar el equipo de aterrizaje, luego leyó el Paso 1 de la guía para la solución de problemas. “Dice, checar la dimensión X en el activador principal, y ajustar si es necesario,” después de leer los miro por encima de sus anteojos, “¿Hicieron eso, verdad?”
El sargento Jones, quien había encendido su cigarrillo con el permiso de su comandante, hizo un gesto con la colilla en la boca, movió la cabeza y respondió, “Oh, no señor, ese procedimiento es realmente un problema, y nunca produce nada – nunca nadie hace ese paso.
El mayor movió la cabeza y volteo hacia mi, medio burlón, haciendo un gesto con la parte derecha de la boca. Llevaba trabajando para el lo suficiente como para saber lo que el gesto significaba, “Capitán, su sargento es un payaso, le han engañado.”
Entonces dije yo, “¡Jones, tu me dijiste que habían seguido todos los pasos del manual!” (Yo lo había visto hacer la mayoría, excepto los primeros dos o tres por que tuve que asistir a una junta). El sargento trato de hablar, pero evitaba el verme a mí. Suspirando, tome el manual, mi radio y mi gorra, y dije, “vallamos y arreglemos ese avión.”
Hicimos el paso uno como era indicado, descubrimos el problema, y logramos un arreglo temporal suficiente para que el avión despegara y regresara a su estación para reparaciones permanentes. Después, el mayor y yo estábamos solos en su oficina; yo estaba sentado en su sofá tomando café. El estaba recargado en su silla, con los pies encima del escritorio, haciendo olorosos anillos de humo de cigarro. Se sonrió y dijo, “Charley, anótalo a tu experiencia, pero recuerda el viejo dicho – cuando todo falle, lee el libro”
Le di un gran trago a mi café, menee la cabeza, miré al mayor y le dije, “No, jefe, Jones leyó el libro – pero la idea no es solo leer lo, hay que también seguir sus instrucciones.”
Pase muchos años como técnico de mantenimiento de aeronaves, supervisor, y oficial de la Fuerza Aérea Americana. Una de las grandes lecciones que aprendí fue que los manuales técnicos que teníamos, aunque no eran perfectos, eran por lo general más confiables que nuestras conjeturas, y muy seguido tenían exactamente la respuesta al problema que parecía imposible de resolver. Muchas veces durante los años después del incidente antes mencionado, use el método que aprendí del mayor aquel día, cuestionando a los técnicos, tratando a los problemas “paso a paso” con el libro en mi mano. En el 90% de los casos encontramos el problema antes de que la entrevista terminara. Leer el libro y seguir sus instrucciones funciona.
Lo que es verdad acerca de los manuales técnicos, falibles, pero confiables es infinitamente más verdadero cuando consideramos al Libro de Libros, la Biblia, la cual es infalible y sin error. Debemos vivir nuestra vida, definir nuestra fe, y ordenar nuestro culto y adoración por medio de lo que esta escrito en los 66 libros comúnmente aceptados que llamamos la Santa Biblia. Vimos en el último capitulo que “Tu Palabra es Verdad.” En este mundo depravado y precario, nosotros como creyentes tenemos una guía segura para la vida, tenemos el ancla que se sujeta en la roca, y tenemos el libro con la fuente de Verdad Pura para basarnos totalmente en el. El segundo más grande principio de la regla de fe, entonces es que la Biblia es Inspirada, Sin Error, Infalible, y Verdadera, y que es una guía segura para nuestra fe y nuestras vidas.
2 Timoteo 3:16 “…Toda la Escritura es inspirada por Dios…”
La inspiración es un concepto muy usado y abusado. Escuchamos alguna bonita canción, vemos una bonita pintura, presenciamos una buena obra de teatro, o somos movidos por un discurso, y decimos “¡Wow, eso fue inspirado!” Un atleta va más allá de sus habilidades normales para ganar, y el animador dice, “Estamos presenciando un desempeño inspirado esta noche” Algunas veces, hasta las cosas mas vulgares y feas son consideradas como inspiradas, como lo son algunas obras de arte aberrada y la literatura pornográfica que en nuestra década puede ser considerada como arte.
En realidad, la palabra “inspirado” originalmente tuvo un significado muy especial que no podría ser aplicado a ninguna de las cosas antes mencionadas – este significado original solo puede ser aplicado a una directa e infalible revelación de la Palabra de Dios. La palabra traducida directamente del griego original como “inspirada” en las traducciones más antiguas de la Biblia al inglés es theopneustos, y esta palabra literalmente significa “Soplada por Dios.” El concepto es que Dios “soplo” las palabras de las Escrituras en las mentes de aquellos que las escribieron, entonces escribieron al estar “inspirados.” Los siguientes dos pasajes del Nuevo Testamento son textos Bíblicos clásicos para entender este proceso de inspiración.
2 Timoteo 3:16-17 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
2 Pedro 1:19-21 Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.
Podríamos preguntar (y algunos teólogos lo hacen) “¿Qué tanto de la Biblia es inspirado?” El texto en 2 Timoteo 3:16 responde a la pregunta directamente: “Toda la escritura…” “Pero,” tu dices, “¿Como podemos saber que es escritura y que no?” O, ¿Qué parte del “canon” (regla) de la Escritura? Una respuesta completa a esa pregunta va más allá del alcance de este libro, pero es una buena pregunta, por que muchos oponentes a la fe, incluyendo a los liberales, cínicos, y cultistas, retan a los cristianos en este punto. Usualmente, se dice la mentira de que los teólogos de la iglesia primitiva y los emperadores se reunieron y decidieron cuales libros querían que formaran parte de la Biblia, los editaron para ajustarse a sus necesidades, y los impusieron sobre la gente. Nada puede alejarse de la verdad más que esto.
La iglesia primitiva básicamente recibió el Antiguo Testamento intacto directamente de la nación Judía, aunque el orden y los nombres de los libros son de alguna manera diferentes. La parte de la Biblia conocida como apócrifa, la cual es adherida a las Bíblicas Católicas y Ortodoxas del Este, nunca fue aceptada por los judíos, y fue separada de la Escritura por la mayoría de los que pertenecían a la iglesia primitiva. Nunca fue considerada como Escritura hasta que la iglesia Católica Romana dio el mandato de su completa aceptación en el Concilio de Trento en 1546. Con algunas excepciones, Los Protestantes y las Iglesias Libres nunca han aceptado la parte apócrifa como Escritura, aunque algunas partes de ella tienen valor histórico.
Desde los primeros días de la iglesia, han existido cartas falsas y libros circulando en el nombre de los apóstoles (2 Tesalonisences 2:1-2), así que la iglesia tubo que pasar por un proceso de discernimiento para determinar cuales libros eran auténticos y cuales no. Solo había unos cuantos libros del Nuevo Testamento que fueron seriamente cuestionados, y solo unos cuantos libros no Bíblicos fueron seriamente considerados. Gradualmente la iglesia identifico cuales libros eran aceptables por medio de estrictos criterios, que incluían su contenido, su autor apostólico, y aceptación por la iglesia como un todo. Lo único que los concilios hicieron fue poner una estampa de aceptación a lo que el apostolado ya había reconocido por medio del Espíritu Santo.
Hoy en día hay una sutil herejía que dice “las palabras en sí no fueron inspiradas, solo son conceptos.” Eso es tan ridículo como decirle a la oficina de recaudación de impuestos, “¡La mayoría de los números en mis declaraciones no son confiables, pero el total a pagar es exacto!” Los conceptos, por supuesto, son hechos de palabras – si las palabras no son inspiradas, los conceptos tampoco. La verdad es que la Biblia esta llena de referencias a la inspiración de las palabras mismas. “…Más de 3800 veces en el Antiguo Testamento tenemos expresiones tales como “así dice el SEÑOR,” “la palabra del SEÑOR vino a mi,” “Dios dijo.”…(Tomas A. Tomas).
Las siguientes referencias en las Escrituras nos ayudan a ilustrar esto.
Éxodo 20:1 Y Dios hablo Y habló Dios todas estas palabras.
1 Corintios 2:13 lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual.
Mateo 5:18 Porque de cierto os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, ni una jota ni una tilde pasará de la ley, hasta que todo se haya cumplido.
Juan 6:63 El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
Juan 17:8 porque las palabras que me diste, les he dado; y ellos las recibieron, y han conocido verdaderamente que salí de ti, y han creído que tú me enviaste.
Al igual que con otros asuntos con respecto a la Biblia, existen aquellos que dicen ser parte del cuerpo de Cristo quienes tratan de decir que hay errores en la Biblia, pero que de alguna manera mantienen su autoridad. Hacen esto por que no se sienten bien con algunas de las enseñanzas de la Biblia y quieren escoger lo que quieren creer – algo como un “Cristianismo de Buffet.” Sin embargo, la fe de la Iglesia siempre ha sido que NO hay errores en los manuscritos originales de la Biblia, y nosotros poseemos amplia evidencia manuscrita de que hemos recibido una fiel transmisión de los manuscritos originales, los cuales han sido traducidos al Inglés (y otros lenguajes modernos). Existe un puñado de problemas en manuscritos – hay algunos lugares done hay desacuerdos en cuanto a lo que debe ser escrito. Sin embargo, estos lugares son muy pocos, y además no involucran ninguna de las doctrinas básicas de la fe (ni siquiera las secundarias), y normalmente las diferentes lecturas simplemente significan lo mismo. Como dijo Pedro, “Hay muchas cosas difíciles de entender” en las escrituras, pero eso no quiere decir que haya un defecto en la Biblia – más bien hay un defecto en nuestro entendimiento.
Algunas veces, la gente que profesa en la iglesia trata de retar la autoridad o la verdad de alguna parte de la Biblia, sin quitar de otras partes. Sin embargo, la Biblia debe ser tomata enteramente. Hebreos capitulo 1 expone la unidad de las Escrituras, y establece la distinción entre la dadiva del Antiguo y Nuevo Testamento:
Hebreos 1:1-2 Dios, habiendo hablado en otro tiempo muchas veces y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien asimismo hizo el universo.
Nuestro Señor testifico de la verdad del Antiguo Testamento, incluyendo muchas de las partes que la gente no quiere aceptar. En Mateo 12:39-42, el autentifico la historia de Jonás; Él dijo que Moisés escribió los libros de Moisés en Marcos 7:10 (Ver también Juan 5:45-47, 7:19); y en Mateo 19:4-5 Él autentifico la historia de la creación, donde el ser humano comenzó de un par de humanos completamente formados y especialmente creados por Dios.
El libro de los Hebreos nuevamente nos ayuda a entender la autoridad del (y como Dios reveló y confirmo) Nuevo Testamento:
Hebreos 2:1-4 Por tanto, es necesario que con más diligencia atendamos a las cosas que hemos oído, no sea que nos deslicemos. Porque si la palabra dicha por medio de los ángeles fue firme, y toda trasgresión y desobediencia recibió justa retribución, ¿cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad.
Nuestro Señor pre-autenticó el Nuevo Testamento, al explicar a los apóstoles de antemano como serían capaces de recordar perfectamente todo lo que Él había dicho y hecho, además de recibir nuevas enseñanzas:
Juan 14:26 Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.
Juan 16:12-13 Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis sobrellevar. Pero cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que habrán de venir.
Finalmente, los apóstoles hicieron numerosas declaraciones en cuanto a la Verdad del Nuevo Testamento, y como fue hecho. Pedro escribió:
2 Pedro 1:15-19 También yo procuraré con diligencia que después de mi partida vosotros podáis en todo momento tener memoria de estas cosas. Porque no os hemos dado a conocer el poder y la venida de nuestro Señor Jesucristo siguiendo fábulas artificiosas, sino como habiendo visto con nuestros propios ojos su majestad. Pues cuando él recibió de Dios Padre honra y gloria, le fue enviada desde la magnífica gloria una voz que decía: Este es mi Hijo amado, en el cual tengo complacencia. Y nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos con él en el monte santo. Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones
Pablo testificó acerca de las revelaciones que había recibido:
Galatas 1:11-12 Mas os hago saber, hermanos, que el evangelio anunciado por mí, no es según hombre; pues yo ni lo recibí ni lo aprendí de hombre alguno, sino por revelación de Jesucristo
El taquígrafo del envejecido apóstol Juan escribió:
Juan 21:24-25 Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas, y escribió estas cosas; y sabemos que su testimonio es verdadero. Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén
Un muy reciente y engañoso ataque a la verdad de las Escrituras, que no es más valido que los otros. Es el problema de la “relevancia cultural.” El argumento de que la cultura ha cambiado, los tiempos han cambiado, así que muchas de las reglas en la Biblia tienen que ser cambiadas. Mientras es verdad que nuestra tecnología ha ido muy lejos, la Biblia no contempla la tecnología. No nos dice que tenemos que usar caballos en lugar de autos; no nos dice que no podemos usar aviones, no menciona nada sobre la tecnología.
Gran parte de la sociedad humana realmente sigue siendo como fue en aquellos tiempos. El dinero sigue siendo dinero, el trabajo es trabajo, la gente es gente, y el pecado aún es pecado. La verdad es que las reglas de la Biblia que tienen que ver con los roles como el de las mujeres en la iglesia, moralidad (incluyendo el sexo fuera del matrimonio y la homosexualidad), y el pecado tampoco eran bien vistos en la cultura del aquellos tiempos. El código moral estricto de Israel, era diferente al de las naciones que la rodeaban y de igual forma el código moral que los creyentes debemos de seguir el día hoy, nos hace diferentes. Se esperaba que la iglesia primitiva viviera de acuerdo a los estándares del Nuevo Testamento en medio de una sociedad tan salvaje, libertina, y pecadora como en la que vivimos el día de hoy. La verdad de la relevancia cultural es que el pecado sigue siendo pecado, y la rectitud sigue siendo rectitud.
2 Timoteo 3:16-17 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
No nos sirve de nada tener una Biblia que es inspirada e infalible si no la reconocemos y usamos autoritativamente. Recuerdo cuando de joven Cristiano compre mi primera Biblia de estudio – era cara, era grande, y yo estaba prácticamente perdido tratando de usar su ayuda. La lleve conmigo a un estudio Bíblico, y el pastor del grupo, un brusco pero amable ex-motociclista rebelde, me espió mientras entraba y me dijo, “Traes un arma de alto calibre, ¿sabes como usarla?” Debemos aprender a usar la Biblia, y debemos usarla, no solo como ejercicio intelectual, sino para ayudarnos a seguir a Cristo día a día. Las formas de usar la Biblia dadas a nosotros por el texto en Timoteo son enseñar, reprender, corregir e instruir.
Enseñar (Doctrina) – Todas las doctrinas deben ser “…de acuerdo a las escrituras” (1 Corintios 15:1-4). Esto no quiere decir que los maestros no puedan escribir y comentar sobre la Escritura (¡como se hace en este libro!), pero si quiere decir que toda enseñanza en la iglesia debe enfrentarse y ser juzgada por la Biblia misma – La Biblia es la autoridad final. Pablo enfatiza esto en muchos lugares, como en 2 Timoteo 1:13 y en 2:2 que debemos de “…no enseñar ninguna otra doctrina”; en Galatas, él pronuncia juicio a todos los que se desvíen de las enseñanzas de las Escrituras en doctrinas vitales como justificación por fe y salvación por gracia. (Galatas 1:6-9)
Reprender – la palabra en Griego significa condenar a alguien de pecado. Si un hermano o hermana se va por el camino equivocado, debemos reprenderlo, con la esperanza de restaurarlos (Mateo 18:15-17, Santiago 5:19-20, Corintios 5:1-11). Esta disciplina debe ser seguida de acuerdo a, y juzgada por la Biblia.
Corregir – la palabra significa restaurar a un estado vertical. Después de reprender a alguien que ha caído, la Biblia puede ser usada para aplicar el aceite de piedad al malherido, y ayudarlos a no repetir el mismo error.
Instruir (instrucción en justicia) La apropiada enseñanza Cristiana de la Biblia debe tener como meta el que los estudiantes vivan con éxito como seguidores de Cristo (Juan 10:27). Las doctrinas, aún profundas, que hacen pensar, como son las de la naturaleza de Dios o el regreso de Cristo, deben ser aplicadas prácticamente. El estudio Bíblico que es un simple ejercicio intelectual es vano y no tiene utilidad.
Los resultados del uso apropiado de la Biblia, “…para que los hombres de Dios puedan ser completamente equipados para toda buena obra…” son lo que todo Cristiano necesita en su vida. Si quieres ser Santo y un fiel seguidor de nuestro Señor, lee y estudia la Biblia, cree en lo que dice sin dudar, y acepta su autoridad en tu vida. Hay un dicho muy popular, que hasta se convirtió en canción, “Dios lo dice, yo lo creo, y eso es todo.” Pero eso no es verdad. La verdad es – Si Dios lo dice, eso es todo, lo creamos o no.
Ver Apendce 4 para estudiar las preguntas y proyectos del Capitulo 2
Al escribir este capitulo, estoy de hombro a hombro con verdaderos gigantes. Agradecidamente reconozco la tremenda ayuda e influencia que los escritos de A. W. Pink, J. I. Packer, y Stephen Charnock han tenido a través de los años para ayudarme a entender y conocer al Dios Absoluto.
El diacono se movía inquietamente en su silla – esta entrevista no estaba saliendo nada bien. Miro al apacible, (eso pensaba el diacono) pero obstinado hombre de mediana edad sentado frente a él. Le caía muy bien el Reverendo Dodd desde que llego como pastor desde hacia dos años, y la iglesia había casi duplicado su tamaño desde que llego, pero no le gustaba nada la enseñanza del predicador sobre la naturaleza de Dios. ¡La versión Dios del hermano Dodd era aún más desconcertante que la del Diacono Smith! “¡Mire Reverendo, simplemente no puedo creer lo que dice!, ¿Me está diciendo que los planes de Dios no pueden ser frustrados?, ¿y que el controla todos los eventos de la historia humana para su propio propósito? – ¿es eso razonable? Siempre he pensado que Dios es un caballero, el tipo de amigo que te presenta su plan, y te deja que arregles las cosas. Él permite que los humanos manejen el mundo a su manera, excepto cuando el desea intervenir en algún caso en especial.”
El predicador se quito los lentes, se froto los ojos, y dio un gran suspiro. “¿Donde encuentras eso en la Biblia, mi querido Smith? Dios nunca dijo que era razonable – solo Justo. Lo razonable es un estándar humano que cambia tanto como las percepciones – Dios nunca cambia, y sus decretos nunca son alterados. “¡Dios no es, ni puede ser, juzgado por ningún estándar fabricado por el hombre!” El predicador abrió su Biblia y leyó varios versos en voz alta que hablaban de Dios gobernando los asuntos de las naciones, y de su plan para redención a través del sacrificio de la Cruz. “¿Mi querido Smith, fue razonable que Dios enviara a Su Hijo a morir por nosotros?, ¿Acaso Dios ha prometido alguna vez que tomaría en cuenta nuestros pensamientos, caprichos, y el insignificante orgullo humano en sus concilios eternos? ¡No! Smith, Dios es Absoluto, si no lo fuera, ¡no sería Dios!”
El diacono cerro su Biblia nerviosamente. “Reverendo, me tengo que ir. Yo, hem, tengo una cita de negocios al otro lado del pueblo.” Sin siquiera titubear, antes de que el pastor sugiriera que oraran, el Diacono Smith se levanto y se fue. En la puerta, titubeo un poco, volteo y dijo, “Le diré esto – usted y yo no alabamos al mismo Dios.” El pastor jamás vio al Diacono Smith en la iglesia; Smith no regresaba llamadas. Algún tiempo después escucho que los Smiths se habían ido a otra iglesia liberal Protestante al otro lado del pueblo.
Esta historia es verdadera, aunque los protagonistas son compuestos. Algunas de las circunstancias, y por supuesto, los nombres han sido cambiados, pero aquello realmente sucedió a un predicador del sur de Los Estados Unidos de América en la década de los 70´s. Un hombre laico y prominente en una iglesia evangélica Bautista, que había asistido a la iglesia por muchos años, tenía un concepto de Dios que estaba muy alejado de la imagen del Dios en la Biblia. Este hombre imagino a Dios como un abuelo cósmico, un buen cuate, un hombre de negocios que solo se ocupa de sus asuntos, al menos que alguna circunstancia extraordinaria ocurra. El Dios de Smith se sentiría como en su casa en las comidas del club de hombres de negocios, o en el country club de Smith. En pocas palabras, ¡el Dios de Smith era muy parecido a él!
Salmo 50:16-23Pero al malo dijo Dios: ¿Qué tienes tú que hablar de mis leyes, Y que tomar mi pacto en tu boca? Pues tú aborreces la corrección, Y echas a tu espalda mis palabras. Si veías al ladrón, tú corrías con él, Y con los adúlteros era tu parte. Tu boca metías en mal, Y tu lengua componía engaño. Tomabas asiento, y hablabas contra tu hermano; Contra el hijo de tu madre ponías infamia. Estas cosas hiciste, y yo he callado; Pensabas que de cierto sería yo como tú; Pero te reprenderé, y las pondré delante de tus ojos. Entended ahora esto, los que os olvidáis de Dios, No sea que os despedace, y no haya quien os libre. El que sacrifica alabanza me honrará; Y al que ordenare su camino, Le mostraré la salvación de Dios.
¿A que clase de Dios adoras?, ¿Eres como el “Smith” de la historia?, ¿Eres como Israel en el pasaje en el Salmo – crees que Dios es como tú?, ¿Crees que es un muchacho mandadero, un abuelito cósmico mimador y frágil, un caballero que no mata una mosca?, ¿Rechaza el pecado?, ¿Esta tu Dios a merced de la Naturaleza Humana?, ¿Es tu Dios muy pequeño?
¿O adoras al Dios de la Biblia?, ¿Es tu Dios el Dios de José, Quien invierte las malas intenciones de los malvados para Su propio uso? (Génesis 50:20) ¿Adoras al Dios de Job, Cuya grandeza causo que el patriarca se aborreciera a si mismo y se mantuviera en silencio? (Job 42:1-6), ¿Te dejas caer en adoración del Santo, Santo, Santo, Dios de Isaías? (Isaías 6:1-5), ¿Te das cuenta de que tu vida es gobernada por el Soberano y Omnisciente Dios de Daniel? (Daniel 2:20-23, 27-28; 4:34-35), ¿Confías en el Dios de los Salmos, quien hace lo que le complace? (Salmos 115:3; 135:6), ¿Oras al Dios de Abraham, quien llama las cosas que no son para que sean? (Romanos 4:17), ¿Has conocido al Dios de Pablo, quien es Rey de Reyes, y Señor de Señores? (1 Timoteo 6:14-16).
En este capitulo, veremos brevemente siete de los muchos atributos de Dios. Ciertamente no son sus únicos atributos, pero son los que nuestra era decadente ignora más. No solo son estos atributos de Dios ignorados en nuestra era, son odiados y despreciados por muchos debido que el hombre moderno se jacta de su independencia y auto adoración. Los atributos de Soberanía, Santidad, Omnipotencia, Omnisciencia, lo Incambiable, la Ira y el amor, separan a Dios de todos los Dioses paganos, y de los Dioses falsos de “Cristianos” quien como A. W. Pink ha dicho, crean su propio Dios sacado de su imaginación.
Dios es Soberano, lo cual significa que Él es EL JEFE, y punto. Dios no esta sujeto a nadie – nadie puede decirle a Dios que hacer o juzgar sus acciones. (Romanos 9:1-25; Salmos 115:3; 135:6) El concepto de soberano, el cual es un gobernante con autoridad absoluta quien no reporta a nadie, es algo con lo que la mayoría de norteamericanos no están muy familiarizados. Escuchamos cosas sobre un dictador o “hombre fuerte” quien tiene poderes que parecen “soberanos,” pero eso esta muy lejos de la clásica definición de soberano. En la historia, un soberano era un gobernante que tenía autoridad absoluta y quien tenía el derecho a esa autoridad, usualmente por herencia o conquista, pero aún los verdaderos soberanos de la historia eran solo una pálida reflexión de lo Soberano de Nuestro Señor Dios.
Una navaja, una bala, veneno, una fiebre, o el tiempo son cosas que han destronado a todo soberano que haya existido – excepto el Soberano Eterno que vive por siempre. La omnipotencia, que veremos más adelante, habla del Poder de Dios y su Habilidad – Su Soberania expresa Su autoridad por derecho. Si estudiamos en detalle los pasajes tales como Isaías 40 y Job 38-42, encontramos que Dios reclama el derecho a gobernar por que Él es el Creador, Es eterno, y Es Único – no hay otro como Él.
Dios define el bien. Si no nos gusta alguna acción de Dios, o si creemos que Dios no es “justo,” eso es irrelevante – cualquier cosa dicha por Dios esta bien – “sea Dios veraz, y todo hombre mentiroso…” (Romanos 3:4). Cualquier cosa que Dios haga, es por definición, bien hecho. No tenemos ninguna base para retar ninguna de sus acciones, porque Su punto de vista es el único que cuenta (Romanos 9:11-21; Daniel 4:34-35).
El gobierno de Dios es universal. No esta limitado a espacios o el tiempo. Dios soberanamente gobierna las naciones. No esta esperando para ver cuales serán los próximos desarrollos políticos – Él esta acomodando las circunstancias del universo para que estas se acomoden a Sus propósitos. El no causa las acciones pecaminosas del hombre y naciones, ni hace que la gente actúe como robots. Su forma de gobernar es un misterio, pero sabemos que lo hace por medio de intervención en la historia (Hechos 17:26-27; Isaías 46:9-11).
Salmo 115:3 Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho
Salmo 135:6 Todo lo que Jehová quiere, lo hace, En los cielos y en la tierra, en los mares y en todos los abismos.
Santo es un término que usa la Biblia, el cual significa “apartado.” Dios esta apartado de todas las cosas, y es 100% puro en su totalidad. El esta apartado por lo que Él es. Sus atributos lo apartan de todo lo demás como Único, y Santidad, es en escencia, Su atributo central. Como el eje de una rueda gigante, Su Santidad define el grado infinito de Sus otras perfecciones. ¿Es Dios Soberano? Si, y lo es de manera perfecta, infinita – Él esta apartado en la perfección de Su Soberania. ¿Es Dios amoroso? Si, y Su amor es perfecto y completamente sobrepasa cualquier otro amor de cualquier otra criatura. ¿Es Dios omnipotente y omnisciente? Si, y Su poder y conocimiento son infinitos, también, apartándolo de todas Sus criaturas. Apocalipsis 15:4 dice de Dios “…Solo Tu eres Santo.” Moisés, en su canción dice “…Quien entre los Dioses es como Tu, O SEÑOR…majestad en Santidad.” La eternidad será una celebración gozosa del Dios Santo. Vislumbramos una escena en el cielo por medio de las visiones de Isaías y el gran apóstol Juan, al igual que estos libros de los Salmos:
Apocalipsis 4:8 Y los cuatro seres vivientes tenían cada uno seis alas, y alrededor y por dentro estaban llenos de ojos; y no cesaban día y noche de decir: Santo, santo, santo es el Señor Dios Todopoderoso, el que era, el que es, y el que ha de venir.
Isaías 6:1-3 En el año que murió el rey Usías vi yo al Señor sentado sobre un trono alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo. Por encima de él había serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y con dos volaban. Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo, Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria
Salmo 99:9 Exaltad a Jehová nuestro Dios, Y postraos ante su santo monte, Porque Jehová nuestro Dios es santo.
Salmo 33:21 Por tanto, en él se alegrará nuestro corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado
Salmo 77:13 Oh Dios, santo es tu camino; ¿Qué dios es grande como nuestro Dios?
Salmo 89:18 Porque Jehová es nuestro escudo, Y nuestro rey es el Santo de Israel.
Salmo 105:3 Gloriaos en su santo nombre; Alégrese el corazón de los que buscan a Jehová.
Salmo 145:21 La alabanza de Jehová proclamará mi boca; Y todos bendigan su santo nombre eternamente y para siempre.
Dios es todo-poderoso. Los humoristas y los amantes de argumentos tienen mucha diversión con esto, y preguntan cosas ridículas como “Si Dios es Omnipotente, ¿puede hacer una montaña tan grande que no la podrá levantar?” Si puede, entonces no es tan poderoso, porque no la puede levantar, y si no puede, entonces no es tan poderoso porque no puede hacer una montaña tan grande que no podrá levantar.” Por supuesto, la respuesta es que el Dios todo poderoso es infinito, ¡y no hay límites en Su infinidad! La pregunta del gran filosofo trata de imponer en Dios un grupo de circunstancias basadas en la lógica y el razonamiento humano, como el falso estándar humano de “justicia.” El hecho es que, lo que Dios quiere hacer, ¡Él lo hace!, ¡No hay limites en su poder! La Soberanía Divina expresa el DERECHO de Dios para hacer lo que ha Él le complazca, la Omnipotencia expresa Su HABILIDAD.
Isaías 43:13 Aun antes que hubiera día, yo era; y no hay quien de mi mano libre. Lo que hago yo, ¿quién lo estorbará?
Job 42:2 Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.
Dios sabe todo. Nuevamente, nuestras pequeñas mentes tienen dificultad para entender la anchura y la profundidad de esa declaración. Dios sabe cosas que nosotros ni siquiera podemos concebir—Él conoce nuestros pensamientos, nuestros pecados, nuestros deseos más profundos (Hebreos 4:13), y el conoce nuestro destino. Dios es, dice el Salmista, de “entendimiento infinito” (salmo 147:4-5) Nada puede ser escondido de el (Job 34:21-23).
Dios también tiene presciencia, lo cual es un concepto que tiene dos aspectos, presciencia y pre-conocimiento. El preconocimiento se refiere a que Dios conoce los eventos, situaciones, y personas en general, antes de que tengan existencia.
Isaías 42:9 He aquí se cumplieron las cosas primeras, y yo anuncio cosas nuevas; antes que salgan a luz, yo os las haré notorias.
Daniel 2:19-23, 27-29 Entonces el secreto fue revelado a Daniel en visión de noche, por lo cual bendijo Daniel al Dios del cielo. Y Daniel habló y dijo: Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. El muda los tiempos y las edades; quita reyes, y pone reyes; da la sabiduría a los sabios, y la ciencia a los entendidos. El revela lo profundo y lo escondido; conoce lo que está en tinieblas, y con él mora la luz. A ti, oh Dios de mis padres, te doy gracias y te alabo, porque me has dado sabiduría y fuerza, y ahora me has revelado lo que te pedimos; pues nos has dado a conocer el asunto del rey.
Daniel respondió delante del rey, diciendo: El misterio que el rey demanda, ni sabios, ni astrólogos, ni magos ni adivinos lo pueden revelar al rey. Pero hay un Dios en los cielos, el cual revela los misterios, y él ha hecho saber al rey Nabucodonosor lo que ha de acontecer en los postreros días. He aquí tu sueño, y las visiones que has tenido en tu cama: Estando tú, oh rey, en tu cama, te vinieron pensamientos por saber lo que había de ser en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de ser.
Preconocimiento se refiere a la presciencia personal que tiene Dios de Su Gente. El los conoce en un sentido intimo y personal – Él no solo sabe de ellos, Él los conoce.
Jeremías 1:5 Antes que te formase en el vientre te conocí, y antes que nacieses te santifiqué, te di por profeta a las naciones.
Romanos 8:29 Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.
Romanos11:2-5 No ha desechado Dios a su pueblo, al cual desde antes conoció. ¿O no sabéis qué dice de Elías la Escritura, cómo invoca a Dios contra Israel, diciendo: Señor, a tus profetas han dado muerte, y tus altares han derribado; y sólo yo he quedado, y procuran matarme? Pero ¿qué le dice la divina respuesta? Me he reservado siete mil hombres, que no han doblado la rodilla delante de Baal. Así también aun en este tiempo ha quedado un remanente escogido por gracia.
1Pedro 1:1-2 Pedro, apóstol de Jesucristo, a los expatriados de la dispersión en el Ponto, Galacia, Capadocia, Asia y Bitinia, elegidos según la presciencia de Dios Padre en santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.
Es una constante que las cosas de esta vida cambien, la gente cambia. Un hombre deja a la mujer quien ha sido su compañera por muchos años—“la gente cambia,” dice él. Una ejecutiva que ha trabajado fielmente para una compañía por 20 años es despedida sin razón aparente, “los tiempos han cambiado,” le dicen al despedirla. Las modas cambian, la música cambia, la política cambia—todo y todos cambian, excepto Dios. Dios no cambia. Sus maneras de manifestarse al hombre podrán cambiar; Puede revelar misterios antes ocultos (Efesios 3:7-11); Puede hablar Antropomorfitamente (significa que Él puede hablar como si fuera humano, cuando Dios habla antropomorfitamente, Él usa términos humanos para ser entendido), pero Dios no cambia en esencia—Él es eternamente el mismo.
Esto también aplica al Hijo de Dios, el Dios hecho hombre Cristo Jesús, y también al Espíritu Santo. ¿Pero, que tal cuando Cristo se hizo hombre (ver capitulo 5)?, ¿No es esto un cambio? No en la manera que Dios define un cambio (y su definición es la única que cuenta). Él no cambió en su esencia, solo en la manera en que Él se manifestó a la humanidad—Él fue el cordero sacrificado de la fundación del mundo,” Job llamo a Dios “mi Redentor,” muchos años antes de Su encarnación (hecho carne).
Malaquias 3:6 “Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos”
Santiago 1:17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.
Hebreos 1:10-12 Y: Tú, oh Señor, en el principio fundaste la tierra, Y los cielos son obra de tus manos.
Ellos perecerán, mas tú permaneces; Y todos ellos se envejecerán como una vestidura, Y como un vestido los envolverás, y serán mudados; Pero tú eres el mismo, Y tus años no acabarán.
Hebreos 13:8 Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.
Deuteronomio 33:27 El eterno Dios es tu refugio, Y acá abajo los brazos eternos; El echó de delante de ti al enemigo, Y dijo: Destruye.
Este es un tema solemne para discutir, pero no lo podemos evitar. La idea de un Ser todo poderoso que se enoja con facilidad es escalofriante. Sabemos que somos falibles; sabemos que hacemos cosas que son contrarias a la rectitud. La noción de que tengamos que responder por todas esas culpas, y aún peor, por pecados específicos, a un Dios que posee ira es digno de causar pesadillas. En este tema, el autor cree que no hay un comentario mejor sobre la Ira de Dios que el de A. W. Pink:
“…que la ira de Dios es una Divina Perfección esta claramente demostrado por lo que leemos en el Salmo 95:11 “Por tanto, juré en mi furor.” Hay dos ocasiones en las que Dios “Jura”: al hacer promesas (Génesis 22:16); y al pronunciar juicios (Deuteronomio 1:34 ff) En este, Él jura a Sus hijos en piedad; en el otro, Él jura que privará a una generación malvada de sus murmuraciones y de su incredulidad. Un juramento es una solemne confirmación (Hebreos 6:16). En Génesis 22:16, Dios dice, “Por mi mismo He jurado…” En el Salmo 89:35, Él declara, “Una vez He jurado por Mi Santidad.” Y en el Salmo 95:11, Él afirma, “Por tanto juré en Mi Furor.” Entonces el Gran Jehová nos dice que su “Ira” es tan perfecta como su “Santidad”; ¡Él jura tanto por una como por la otra!, Como en Cristo “Porque en Él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.” (Colosenses 2:9), y como todas las perfecciones Divinas son ilustradamente mostradas por Él (Juan 1:18), entonces también leemos sobre la “Ira del Cordero.” (Apocalipsis 6:17) (Los Atributos de Dios)
La gente que forma parte de la civilización Moderna Occidental odia el concepto de un Dios que posee Ira. Lo único que la gente quiere conocer acerca de Dios (cuando verdaderamente quieren saber algo) es de Su amor. El hombre crea en su mente el concepto de un Dios que es todo amor y nada más – lo convierten en un ídolo en sus cabezas. La Biblia, por otro lado, es absoluta en cuanto al hecho de que Dios es un Dios de Ira. Como veremos en los capítulos 4 y 6, la ira de Dios es la razón de la necesidad del Evangelio (Romanos 1:16-18) – La expiación y Salivación por Gracia son requeridas por la justa ira de Dios contra el pecado. Para el creyente, la liberación de la ira es nuestra gran esperanza (1 Tesalonisences 1:10), y la ira de Dios es aplacada para los creyentes por la Sangre de Cristo (Romanos 3:25-26; 5:8-9). La ira de Dios contra el pecado y los pecadores es tan grande que Él mandó a Su Hijo para que muriera en lugar de aquellos que debían ser redimidos – ningún otro sacrificio sería suficiente. Si negamos la Ira, esencialmente negamos el evangelio.
Habiendo escrito que Dios es un Dios de Ira, nos volteamos al otro lado de la moneda, y hablamos de Su amor. Para muchos, es contradictorio decir que Dios es un Dios de ira, y que a la vez es un Dios de amor, pero la Biblia esta llena de estos dos conceptos sobre de Él. Como lo dice A. W. Pink:
Hay muchos hoy en día que hablan del amor de Dios, que son totalmente extraños al Dios de amor. El amor Divino es comúnmente considerado como una especie de debilidad amable, un tipo de la indulgencia bonachona; es reducido a un mero sentimiento enfermizo, moldeado de acuerdo a la emoción humana. Ahora la verdad es que en esto, como en todo lo demás, nuestros pensamientos necesitan ser formados y regulados por lo que es revelado en la Santa Escritura. (Los Atributos de Dios)
El amor de Dios es realmente más que solo un atributo; es parte de su esencia. En un sentido general, Dios ama a todos (y a todo) lo que ha creado. En Juan 3:16 “por que de tal manera amo Dios al mundo,” la palabra “mundo” es la palabra Griega, kosmo, la cual en sentido general, se refiera a todo el universo. Por ejemplo, Dios manda Su lluvia a los justos y no justos (Mateo 5:45). Alguna medida de cuidado y protección se extiende a la raza, excepto donde Dios decide no reblandecer y frenar los efectos naturales de nuestro pecado y la rebelión. Pero hay una distinción entre Su cuidado universal por la creación y el amor especial que tiene por Su Gente.
1 Timoteo 4:10 (y para esto trabajamos y nos esforzamos), Si nos fatigamos y luchamos es porque tenemos puesta la esperanza en Dios vivo, que es el salvador de todos los hombres, principalmente de los creyentes.
Ahora bien, no habían aún nacido, ni habían hecho aún ni bien ni mal, para que el propósito de Dios conforme a la elección permanezca, no por las obras sino por el que llama—le fue dicho a Rebeca,
Romanos 9:11-13 “El mayor servirá al menor.” Como está escrito: “A Jacob amé, mas a Esaú aborrecí.”
No merecemos el amor de Dios—es inmerecido e “ininfluenciado” (Pink) —no podemos ganarlo. Dios ejercita la expresión de Su amor de acuerdo a Su Soberana Voluntad, no de acuerdo a nuestras acciones, porque como miembros de una raza rebelde, en realidad no merecemos nada.
Deuteronomio 7:7-8 No por ser vosotros más que todos los pueblos os ha querido Jehová y os ha escogido, pues vosotros erais el más insignificante de todos los pueblos; sino por cuanto Jehová os amó, y quiso guardar el juramento que juró a vuestros padres, os ha sacado Jehová con mano poderosa, y os ha rescatado de servidumbre, de la mano de Faraón rey de Egipto.
1 Juan 4:19 Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.
El amor de Dios es Eterno, como su inmutabilidad, nunca vacila, cambia, o muere. El acto supremo del gran amor de Dios fue el enviar a Su Hijo a morir en lugar de los pecadores condenados. No podemos imaginar el horror de Cristo, el Hijo de dios y Dios Hijo, al enfrentar la cruz—no tanto por el sufrimiento físico sino por el hecho de que Él, El Perfecto, Santo, Sin Culpa, Hijo de Dios, tomara nuestra culpa y nuestros pecados en sus hombros y enfrentara la ira de Su Padre. Tal amor no tiene comparación (ver capitulo 5). Dado este gran sacrificio, este gran amor, esta gran consideración, nada puede separar a los redimidos del amor de Dios.
Jeremías 31:3 Jehová se manifestó a mí hace ya mucho tiempo, diciendo: Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia.
Efesios 1:4-5 según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad
Esta es la doctrina del amor de Dios—pero aún hay mucho más de él. No soy un hombre muy emocional por naturaleza, pero hay algo en el amor de Dios que levanta pasiones desde muy adentro de mi alma, que desafían cualquier descripción. No puedo imaginar a alguien tan amoroso que dejaría las glorias del cielo, para caminar en “mis zapatos” por 30 años, y luego morir por mi. No puedo imaginar a un Ser, tan misericordioso que haría como dice la canción, “ver más allá de mi culpa y ver mi necesidad.” El amor de Dios no es un amor sentimental, enfermizo que es como el amor de dulce de algodón que los humanos expresamos entre nosotros—no es como el amor que esta aquí el día de hoy y se va mañana. Si entiendes el alcance y el poder del amor de Dios, y conoces el eterno significado de Su gracia y misericordia por medio de la Cruz (ver capítulos 5 y 6), no hay fuerza alguna en la tierra, ni tragedia de la vida humana, o pecado en tu propio pasado que pueda quitar la dulzura de su amor o el gozo de su compañía. El amor de Dios es un tesoro más allá de cualquier precio para aquellos que Lo conocen. Hace muchos años, cuando era joven, escribí unas letras que describen lo eterno, y poderoso del amor de Dios;
Antes que el mundo fuera hecho, Jesús me amó.
Antes del día de la creación, le importé.
Él conocía mi pecado, lo sabia todo,
Él sabia que yo rechazaría Su llamado,
Pero Él me amo, me salvo, siempre le importé.
Cuando estaba perdido en el pecado, Jesús me amó.
Cuando profane Su nombre, le importé.
Cargo con mi pecado, tomo mi culpa,
Hombres malvados lo avergonzaron (incluido yo)
Él me amo, Él me salvo, siempre le importé.
Cuando me negué a oír, Jesús me amó.
Cuando cerré mi oído, le importe.
Suavemente rompió mi malvada voluntad,
Su Espíritu se esforzó conmigo hasta que
Él me encontró y me salvo, siempre le importé.
Estos sentimientos son pálidos comparados con la ardiente y apasionada luz de su presencia—cuando el mundo nos ha dado un golpe, cuando todo parece oscuridad y no podemos ver la luz, es entonces cuando Él Señor mismo deja impreso en nuestras mentes y nuestros corazones la profundidad de su amor. Es cuando sentimos el gran gozo de saber que somos almas liberadas por su sacrificio, y que nada nos puede separar de su amor que entendemos el impresionante poder de las palabras de Pablo.
Romanos 8:35-39 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito: Por causa de ti somos muertos todo el tiempo; Somos contados como ovejas de matadero. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
Este es el Dios Absoluto de la Biblia—Él hace lo que le da placer, Él logra lo que Él se propone, ninguno de sus planes es frustrado por las insignificantes desiciones del ser humano. El tiene ira contra la rebelión, pero su amor va más allá de nuestra imaginación. En una de las declaraciones más concisas y profundas que se haya escrito sobre El Dios Absoluto, A W. Pink dijo:
“El ‘Dios’ de este siglo veinte no tiene más parecido al Supremo Soberano del cual los Santos escribieron que el débil parpadeo de una vela en la gloria del sol de medio día. Él ‘Dios’ del cual se habla estos días en el pulpito promedio, en la escuela dominical ordinaria, que es mencionado en mucha de la literatura de hoy, y predicado en la mayoría de las llamadas conferencias de Biblia, es un invento de la imaginación humana, un invento del sentimentalismo llorón. Los paganos alejados del Cristianismo crean ‘dioses’ de madera y piedra, mientras los paganos dentro del Cristianismo crean un ‘dios’ de acuerdo a sus mentes carnales. En realidad, también son ateos, pues no hay otra alternativa posible entre tener un Dios Absoluto y Supremo, y no tener ninguno. Un ‘dios’ que es resistido, que sus diseños son frustrados, cuyo propósito es frustrado, no posee ningún titulo de Deidad, y más que ser un simple objeto de adoración, no merece más que desprecio.” (Atributos de Dios)
No estaba muy animado por los próximos 45 días. Como les pasa a las familias militares en todas partes, tenía que irme por alrededor de seis semanas para atender un ‘negocio’ del “Tío Sam”, y con una esposa joven y tres hijos pequeños, eso no era divertido. Pero había una cosa en este viaje, que lo hizo soportable—tendría un compañero de cuarto Cristiano. Me animaba la oportunidad del compañerismo y el estudio con otro creyente, y definitivamente no iba a extrañar el tener que aguantar las borracheras y parrandas de compañeros anteriores.
Después de terminar nuestros deberes y acomodarnos en nuestro cuarto el primer día, mi compañero, Bill, y yo comenzamos nuestro primer estudio devocional nocturno. Alrededor de cinco minutos después, algo impresionante se hizo aparente—a Bill le habían enseñado en su iglesia una falsa doctrina sobre la Trinidad. Yo estaba horrorizado—él iba a una iglesia Bautista grande, poderosa, que era reconocida por su predica Bíblica, trabajo misionero, y evangelismo. Sabía que Bill asistía a estudios Bíblicos entre semana además del servicio dominical normal por la mañana y por la noche, y la escuela dominical. Se había convertido en esta iglesia tres años atrás— ¿como era posible que no conociera la enseñanza ortodoxa de la Trinidad?
En los próximos días, le mostré lo que la Biblia enseña sobre la naturaleza del Dios Trino, y pudo ver la verdad. También descubrí como fue que obtuvo esa rara perspectiva. En los tres años de intenso compañerismo y estudio en una grande, conservadora y dinámica iglesia Bautista, nunca había oído que se mencionara la Trinidad. Su entendimiento había venido de respuestas erróneas que su maestro de escuela dominical le había dado cuando Bill hacia preguntas sobre el tema. En nuestros 45 días juntos, hicimos muchas cosas, y me di cuenta que la “reconocida” iglesia realmente y únicamente se enfocaba en Juan 3:16, en diezmo, comportamiento, y en la segunda venida de Cristo—doctrinas importantes, pero muy lejos de toda la verdad.
A través de la historia de la iglesia, los enemigos de Dios han atacado la enseñanza Bíblica sobre Su Naturaleza, particularmente sobre la Deidad de El Hijo de Dios. La doctrina que tocamos en este capitulo es una de las más atacadas (y la mejor y más defendida consistentemente) entre todas las grandes enseñanzas de la Fe: Dios es Trino, eternamente existente como Padre, Hijo y Espíritu (tres personas o personalidades que son personalmente distintas) —pero solo hay un Dios. Esto ha sido llamado la doctrina de la TRINIDAD desde los días tempranos de la iglesia, pero las guerras de la iglesia y debates filosóficos que entonces rodeaban la doctrina, han obscurecido el hecho de que la doctrina de la Trinidad esta sólidamente soportada por la Santa Escritura, y está directamente sacada de las Escrituras.
La simple declaración que hemos hecho, sin términos técnicos filosóficos, expresa lo que la Biblia enseña por doquier acerca de este tema. Francamente, de repente no la entiendo. Sin embargo, reconozco completamente que la Biblia enseña estas verdades y las creo y las enseño las entienda o no. Entonces, la clave para la presuposición que debemos de tener al tocar la doctrina de la Trinidad es esta: CREE LO QUE LA BIBLIA TE ENSEÑA, Y NO TRATES DE ENTENDERLO. Piénsalo—esta doctrina habla del aspecto esencial de la naturaleza de Dios, ¿como podemos esperar entenderlo?
Ciertamente, casi todas las sectas que se han alejado de la fe Cristiana evangélica han comenzado con alguien que ha tratado de explicar la Trinidad, o una perversión de esa doctrina ha estado cerca del centro del movimiento. Desde los agnósticos, quienes han vivido desde que los apóstoles estaban en la tierra, hasta las sectas que han brotado de la gente de Jesús en los 60´s y los tele-evangelistas de hoy, la negación de, o perversión de la doctrina de la Trinidad ha sido el factor común en casi todas ellas.
· El día de hoy, los Testigos de Jehová, y El Camino (The Way) niegan la Divinidad de Jesús y la personalidad y deidad del Espíritu Santo.
· Los mormones y las sectas de Armostrong (la Iglesia Mundial de Dios y sus ramificaciones) creen en una forma refinada de politeísmo (creer en más de un Dios).
· Muchos grupos Pentecostales creen en una perversión de la Trinidad que tiene a Dios “pretendiendo” ser diferentes personas en tiempos diferentes, llamado “Mónada,” o “solo Jesús.” Históricamente esto es llamado modalismo, idéntico a la secta de 1500 años de Sabelianismo).
· La perspectiva de toda la iglesia ortodoxa, incluyendo evangelistas, Ortodoxos del Este, y Católicos Romanos, ha sido siempre que la negación de la doctrina de la Trinidad constituye una salida de “la fe que fue entregada una vez a los santos.”
Al discutir esta importante doctrina, trataré de no depender del lenguaje técnico de teología, pero me concentraré en las declaraciones de la Biblia. Debido a la vasta importancia de esta doctrina, y la necesidad de cubrir todas las bases, te daré muchos versículos para que los busques por tu cuenta.
La doctrina de la Trinidad tiene estos elementos: (1) Solo hay Un Verdadero Dios (monoteísmo); (2) Hay una pluralidad de personas en Dios, y esta pluralidad no es imaginaria, pretendida, o temporal; (3) El Padre es Dios (4) El Hijo es Dios (5) El Espíritu Santo es Dios. Siendo algo como un aficionado matemático, he aprendido a expresar esto como una formula matemática que no tiene significado en la matemática humana: 1+1+1=1 (3). O sea, la suma de los tres aún es uno, pero hay una “trinidad” que la Biblia expresa claramente sin siquiera tratar de explicarla.
Monoteismo:
Solo hay Un Verdadero Dios
Muchos de los enemigos del Cristianismo, incluyendo musulmanes, judíos, y sectas como los Testigos de Jehová, han dicho que la Trinidad constituye paganismo, politeísmo, y la adoración a más de un “dios.” Sin embargo, el fundamento de la doctrina de la Tri-Unidad de Dios es que solo hay un Dios. Es enfáticamente enseñado en el Antiguo y Nuevo Testamento. La profesión de fe de Israel era (y es) “escucha oh, Israel, el SEÑOR nuestro Dios es un SEÑOR.” (Deuteronomio 6:4). Cuando se le preguntó, Jesús dijo más de una vez que este era el más importante de los mandamientos (Marcos 12:28-34).
Lo absoluto del monismo de Dios es declarado una y otra vez en el Antiguo Testamento: “…Y no hay dioses conmigo” (Deuteronomio 32:39); “…Yo soy Jehová, y no hay otro” (Isaías 45:18) “…antes de mí no fue formado dios, ni lo será después de mí” (Isaías 43:10). De forma similar, el Nuevo Testamento expresa la unidad de Dios: “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres” (1Timoteo 2:5); “Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado…” (Juan 17:3).
En el Antiguo Testamento, Dios se proclamó a si mismo con muchos nombres, cada uno expresando atributos diferentes de Él, pero el nombre característico que usó con su gente fue YHWH (o JHVH, dependiendo de cómo expreses las letras Hebreas en Inglés), una palabra sin vocales. Esto ha sido transliterado al español ya sea como Jehová o Yahvé. Las traducciones confiables de la Biblia universalmente lo traducen en español ya sea como SEÑOR o DIOS, usualmente todo en letras mayúsculas para indicar que es el NOMBRE. Jehová definió Su nombre a Moisés en Éxodo 3:14: “YO SOY EL QUE SOY”… Jehová no debe su existencia a nada ni a nadie—Él es el auto existente, El Único Verdadero Dios.
Pluralidad:
En el Verdadero Dios Existe una Pluralidad de Personas
En relación con las fuertes declaraciones de la Biblia sobre el monoteísmo, esta es una declaración que desconcierta. Sin embargo, la Biblia apenas toca este punto. Definitivamente solo hay un Dios, pero también hay una pluralidad, un “trío” acerca de Dios que la Biblia expresa, el cual no podemos definir en términos humanos en relación con Su Unidad. Primero, hay términos plurales y nombres aplicados a Dios. El que más predomina en la Biblia es Hebreo Elohim. Las sectas han inventado toda clase de razones falsas sobre el porque la Biblia usa términos plurales para describir al Único Dios, pero algunas palabras del viejo saint John Gill aclarará el asunto de una vez por todas:
“Moisés pudo haber hecho uso de otros nombres de Dios, al narrar la creación; como su nombre Jehová, por el cual Dios se dio a conocer a él, y a la gente de Israel; o Eloah, singular de Elohim, lo cual es usado por él (Deuteronomio 32:15-16) y en el libro de Job tan frecuente; para que no fuera la necesidad de nombres singulares de Dios, ni de la aridez del idioma hebreo que lo obligó a utilizar una palabra plural; era sin duda una elección, y con el diseño…”(Cuerpo de la Divinidad, vol 1, pp. 187-88).
Otros términos plurales usados para Dios en el Antiguo Testamento incluyen panim(equivalente al Griego prosopa, que significa “caras,” “personas,” o “presencia,” ) que se encuentra en Éxodo 33:14-15, Salmos 27:8-9, y Deuteronomio 4:37; el Hebreo literal para ‘Hacedor’ en Job 35:10, Salmos 149:2, e Isaías 54:5, es el plural Hacedores; para Creador en Eclesiastés 12:1, la palabra hebrea literal es Creadores. Dios también es descrito con pronombres plurales, como en “…Hagamos al hombre a nuestra imagen.” (Génesis 1:26), también ver Génesis 11:6-8 e Isaías 6:8. Finalmente, en Isaías 48:16-17 hay una declaración que, si se lee en relación con el nuevo testamento, es tan clara como cualquier otra declaración en la Biblia, como el Señor DIOS (Adonai Jehová) el Espíritu, y el Redentor son todos mencionados en el mismo contexto como personas separadas.
Por supuesto, hay muchas escrituras en el Nuevo Testamento que hablan del Padre, del Hijo, y del Espíritu Santo en el mismo contexto, y con una perspectiva obvia de distinción entre ellos. En los capítulos de Juan 14-16, hay referencias repetidas hacia esta distinción. La que más resalta es en el Bautismo de Jesús, en Mateo 3:16-17, donde oímos la voz del Padre, vemos al Espíritu descender en forma de paloma, y también vemos al Hijo de pie en el agua.
El Padre es Dios
Esto no debería ser necesario decirlo, pero para aquellos moralistas que rechazan la permanencia de la primera persona de la Trinidad, decimos: (a) Jesús es repetidamente llamado el Hijo de Dios, entonces Dios es el Padre, y el Padre es Dios. (b) No hay escritura que de siquiera la más mínima idea de que el Padre deja de ser una persona separada. (c) Hay muchas Escrituras que establecen que hay una distinción entre El Padre, El Hijo, y El Espíritu Santo. El problema aquí, como nos dice Gregory A. Boyd en su libro, Oneness Pentecostals and the Trinity (Pentecostales Jesús Solamente y la Trinidad), es que cuando la gente se acerca a las Escrituras con una idea preconcebida (como la falsa doctrina donde no hay distinción entre el Padre y el Hijo), ¡encuentran en la Biblia cosas que no están allí!
Otra dificultad (prominente entre las sectas de tipo Ariano—aquellos que niegan que Jesús es Dios) es que mucha gente malinterpreta la relación entre El Padre y El Hijo Cristo Jesús. La razón por la que hay confusión en algunos, es porque se concentran en declaraciones hechas por y acerca de Jesús durante su periodo de humillación en la tierra. La relación eterna entre Padre e Hijo es entre iguales (Juan 17:1-5, ver como Jesús le habla a su Padre, y Hebreos 1:1-14, donde el Padre ordena a los Ángeles a adorarlo. Declaraciones como “…por que Mi Padre mayor es que yo.” (Juan 14:28) deben ser entendidas en relación con el propósito de Jesús durante su ministerio terrenal. En hebreos, después de empezar por exponer la divinidad exaltada y absoluta del Hijo (1:2-9) el apóstol declara, “Pero vemos a aquel que fue hecho un poco menor (o, menor por un poco de tiempo) que los Ángeles, a causa del padecimiento de la muerte…” (Ver también Felipe 2:5-11). Jesús vino a la tierra para lograr la eterna redención. Su Divinidad fue cubierta, escondida, en la carne. Pero, como nuestro próximo punto declara:
Jesús Cristo es Dios
Él no solo es el Hijo de Dios, Él es Dios Hijo. Este es el cimiento de la doctrina Cristiana—Jesús mismo dijo “…Por eso dije que moriréis en vuestros pecados; porque si no creéis que Yo Soy en vuestros pecados moriréis.” (Juan 8:24) Esto no es solo una enseñanza especulativa y filosófica—al menos que Dios nos redima Él Mismo, ¡no podemos ser redimidos (ver Salmos 49:7,15)! Primero, sabemos que Él es Dios por que Él es llamado Dios. (Juan 1:1) Verdaderamente, en Juan 20:28, donde Tomas llama a Jesús “Señor mío, Dios mío…” el Griego literal es “Señor de mi, y Dios de mi.” Hebreos 1:4-14 es un pasaje notable de la escritura, como los profetas del Antiguo Testamento son citados para mostrar (a) Dios llama a Cristo su Hijo, (b) Él les dice a los Ángeles que adoren a Cristo, un honor que solo le pertenece a Jehová (Isaías 42:8), (c) Él llama al Hijo, Dios. Él declara que el reino de Cristo es eterno.
La siguiente razón por la cual sabemos que el Hijo es el mismo Dios Eterno, es porque Él es adorado. Isaías 42:8, Éxodo 20:3, y muchos otros pasajes del Antiguo Testamento prohíben la adoración a todos menos al Mismo Jehová Dios—pero vemos en muchos pasajes que Cristo es Adorado (ejemplos—Felipe 2:9-10, Hechos 7:59-60, Apocalipsis 5:6-14, lo cual es adoración en el cielo.
Otra razón por la cual sabemos que Él es Dios es por que las obras de Dios son atribuidas a Él. La creación (Juan 1:3, Hebreos 1:2) La preservación del universo (Colosenses 1:17, Hebreos 1:2-3), la venida del Espíritu de Dios (Juan 16:7) el perdón de los pecados (hechos 5:30-31) y la dadiva de vida eterna (Juan 17:2-3) son solo unos ejemplos de las obras divinas que Él hizo.
Él demostró su poder sobre la naturaleza, sobre enfermedad, poderes demoníacos, aún sobre la muerte, y en dos ocasiones, escondió su humanidad en gran manera. En el monte de laTransfiguración, les permitió a sus discípulos ver Su Ser Glorioso como verdaderamente era, y cuando los soldados vinieron al jardín a arrestarlo, hizo que cayeran a tierra al decir…”YO SOY.” (Juan 18:4-6). Él verdaderamente hizo las obras de Dios.
Aún otra razón para que sepamos que Él Hijo es Dios es porque posee atributos divinos. La Biblia dice que Él tiene vida en Si Mismo (Juan 5:26), Eternidad (Juan 1:2), Omnisciencia (Juan 1:48), Omnipresencia (Mateo 18:20—Él estaba en la tierra, y en la carne, y uso tiempo presente, demostrando que tenía este atributo aún en su ministerio terrenal), Inmutabilidad (Hebreos 13:8), Soberanidad (Mateo 11:27), y Omnipotencia (Mateo 28:18-20). Hay una fuerte declaración de la absoluta Deidad del Mesías en Jeremías 23:5-6:
“…He aquí que vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo, y reinará como Rey, el cual será dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra. En sus días será salvo Judá, e Israel habitará confiado; y este será su nombre con el cual le llamarán: Jehová, justicia nuestra.”
Aquí tenemos a Jehová Dios claramente hablando, y muy claramente hablando del Mesías, y el nombre que da al Mesías es Jehová-Tsidkenu— ¡el soberano Jehová llama al Mesías Jehová!
(Muchas de las notas para esta parte de la lección vinieron del excelente libro El Espíritu Santo por A.W. Pink.)
Incluido en esta declaración esta la suposición de que el Espíritu Santo es una Persona, no una fuerza, influencia, etc. Muchas sectas niegan Su personalidad. Es convertido en algo como “electricidad divina,” un tipo de fuerza impersonal para Dios y lo bueno en el mundo. Esto, por supuesto, va de acuerdo con su negación de la Trinidad. Sin embargo, cuando vemos la Biblia, nos damos cuenta que tiene cualidades personales atribuidas a Él por la Escritura—tales como entendimiento y sabiduría (1 Corintios 2:10-11), voluntad (1 Corintios 12:11), amor (Romanos 15:30), y tristeza (Efesios 4:30). Además, se le puede mentir (Hechos 5:3), puede ser tocado, puesto a prueba (Hechos 5:9). También vemos acciones personales atribuidas a Él por la Escritura: Él habla (1 Timoteo 4:1; Apocalipsis 2:7); Él enseña (Lucas 12:12; Juan 14:26); Él ordena (Hechos 13:2); y, Él intercede (Romanos 8:26).
La Biblia aplica caracterizaciones personales a Él—es llamado el Consolador (Juan 14:16), Testigo (Hebreos 10:15, Romanos 8:16), Justificador y Santificador (1 Corintios 6:11).
Finalmente, en muchas partes de la Escritura, son usados pronombres personales de Él (Juan 14:26; Juan 16:7). El Espíritu Santo no solo es una persona, El Espíritu Santo es Dios, al igual que El Padre es Dios, y El Hijo es dios. De alguna manera Un Verdadero Dios, pero también en una manera incomprensible por la mente humana, una persona diferente dentro de la Trinidad.
En la Biblia, El Espíritu Santo es llamado Dios (Hechos 5:3-5; 1 Corintios 3:16—Comparar con 2 Corintios 6:16). El Espíritu Santo también es llamado Jehová—Fue Jehová quien hablo por medio de los profetas (Lucas 1:68-70) y Pedro dice que fue el Espíritu Santo (2 Pedro 1:20, también compara Samuel 23:2-3 con Hechos 1:16). Fue Jehová contra quien Israel se reveló en el desierto (Salmos 78:4, 17-18), pero Isaías dice que fue el Espíritu Santo (Isaías 63:10). En Deuteronomio 32:12, Jehová dirigió a Israel, pero en Isaías 63:14, dice que el Espíritu Santo los dirigió. Jehová comisiono a Isaías el profeta (Isaías 6:6-8), pero Pablo dice (bajo la inspiración del Espíritu Santo) que fue el Espíritu Santo quien comisionó al profeta (Hechos 28:25-26).
A través de las Escrituras, El Espíritu Santo demuestra los atributos de Dios en Sus acciones, mayor y menor santidad (Romanos 1:4; cf. Ex 15:11), Eternidad (Hebreos 9:14), Omnipresencia (Salmos 139:7), Omnisciencia (1 Corintios 2:10-11), Omnipotencia (Lucas 1:35; Mic. 3:8; Isaías 40:28), y soberanía (Mateo 4:1— ¡Él guió a Jesús!) (Juan 3:8; 1 Corintios 12:11; Hechos 13:2-4; 20:28). Finalmente, El Espíritu Santo hace las obras de Dios.: Él llevó a cavo la obra de la Creación (Job 26:16; 33:4; Génesis 1:2), Providencia (Isaías 40:13-15; Hechos 16:6-7), Inspiración (2 Pedro 1:20-21), Ungiendo al Salvador (Isaías 61:1; Juan 3:34), y levantando al Salvador (Romanos 8:11).
La doctrina de la Trinidad nos revela un Dios que es muy diferente a los “dioses” de los paganos, pero también muy diferente del Dios tradicional del Judaísmo moderno, Islam, y de las sectas Arianas y Sabelianas que florecen hoy en día. El término histórico para el monoteísmo antitrinitario es “Monarquianismo.” Aunque halla similitudes entre ellas y el Cristianismo, al menos hay dos cosas que faltan en estas religiones—relación y redención.
1. Relación—El “dios” austero y solitario que estos grupos adoran no es capaz de tener una relación. No tiene con quien relacionarse, y no hay ninguna forma de que se relacione con el ser humano excepto como juez, benefactor, o un objeto de adoración. El Dios Trino, por otro lado, ha experimentado fraternidad consigo mismo desde la eternidad—la relación es algo natural para Él. A través del Dios hecho hombre, Cristo Jesús, el ser humano entra en una fraternidad y relación con el Dios Todopoderoso. El Padre es Nuestro Padre; Cristo es nuestro Hermano adoptado y el Espíritu es nuestro Consolador. Somos amados, caminamos en una fraternidad con Dios, quien es un experto en la verdadera fraternidad.
2. Redención—No hay forma en que las religiones del Monarquianismo puedan lograr la redención de buena fe (verdadera). Su Dios perdona u ofrece misericordia arbitrariamente, ignora el juicio simplemente por que quiere, o porque ha acordado hacerlo, basado en ciertas condiciones. El pecado realmente no es tratado—no hay que pagar por él, su dios simplemente lo ignora. No hay justicia en este tipo de sistema. Sin embargo, en el Cristianismo Bíblico se paga por cada pecado (ver capitulo 6), porque un Ser infinito, el Dios hecho Hombre, murió como substituto por los pecadores. Todos aquellos que se convierten a Él por fe, toman parte de Su precio de redención. Aquellos que no se convierten pagan su propia condena—eternamente. El misterio de la Cruz (ver capitulo 5) es que Dios (El Padre) arrojó su ira sobre Dios (El Hijo), pero solo hay un Dios. Es una paradoja para nuestras mentes, pero es la única manera en que la redención podía ser llevada a cavo con justicia. Cada cosa mala que haya sido hecha por cualquier persona contra Dios o contra la gente es vengada, la justicia es lograda, y las cuentas del universo son balanceadas. Si no hay Trinidad—no hay redención.
Cristiano, nosotros adoramos a un Dios Trino. No podemos entenderlo; nos maravillamos en Él; no tiene explicación—pero es la Verdad. Cualquier otra cosa no es Cristianismo.
Ver Apendice 6 para estudiar las preguntas y proyectos del Capitulo 4
Hay solo algunas cosas que hacen a la fe Cristiana verdaderamente distinta de las religiones del mundo. Las tres más prominentes son la naturaleza del Absoluto Dios Trino, la Persona y el Trabajo del fundador de la fe y el camino a la Salvación. Ya vimos la naturaleza de Dios; en el Capitulo 6 y 7, resumiremos la drástica diferencia entre la Fe y las religiones del mundo en cuanto a la doctrina que los Cristianos llamamos salvación, pero aquí hablaremos de su Fundador. Los fundadores de las religiones del mundo han hecho varias declaraciones. “Yo he encontrado el camino,” dice uno, “He visto el camino, dice otro,” quizás el mensaje fue, “Dios me ha enseñado el camino,” o “Yo te enseñaré el camino.”
Pero en Cristo, tenemos a Uno que dice, “Yo Soy el Camino.” De hecho, Cristo hizo la declaración más notable que ningún hombre haya hecho—viniendo de un hombre común, seria una presunción de proporciones fantásticas. Él declaró algo que lo convierte en la persona con la mentalidad más estrecha que haya vivido. Él dijo, “Yo Soy el Camino, La Verdad, y La Vida, nadie viene al Padre sino por Mi.” Fueron declaraciones como esta y muchas otras las que llevaron a C. S. Lewis a proponer el “trilema” acerca de Jesucristo. Él dijo que para aquellos que dicen que Jesús no es quien dice ser, pero que simplemente fue buen maestro, etc., declaraciones como Juan 14:6 crean un problema insuperable. De acuerdo a lo que dijo, entonces era o un mentiroso, un lunático, o Señor de Gloria. Las más grandes herejías en la historia de la iglesia fueron sobre la Persona de Cristo, y las herejías de hoy no son diferentes. De hecho, no son nuevas herejías, sino nuevas mentiras con disfraz.
Vimos la Divinidad de Cristo en el capitulo anterior, en este, veremos los otros aspectos de Su Persona como nuestro Señor y Redentor.
Al que los teólogos llaman “la divina Palabra,” el Hijo de Dios, la Segunda Persona de la Trinidad, nuestro Salvador Jesucristo, no comenzó Su existencia cuando nació de la virgen Maria. Esa fue su encarnación (hecho carne). Él fue, como el profeta Miqueas dijo, “…el que será Señor en Israel; y sus salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad…” (Miqueas 5:2) Él era pre-existente.
La pre-existencia de Cristo es obvia desde Su Niñez. Como Dios, Él es Eterno e Inmutable (Isaías 9:6-7; Apocalipsis 1:8; Hebreos 13:8, Hebreos 1:12; Salmos 102:27), Él siempre existió. Jamás hubo un tiempo en el que no estuviera. “…En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.” (Juan 1:1) La pre-existencia de Cristo es ampliamente testificada por la escritura—Juan 8:58; 17:24; Colosenses 1:17; Hebreos 7:3; Apocalipsis 22:13; Filipenses 2:5-11—la Biblia continuamente lo enfatiza. También vemos en el Antiguo Testamento, como Su pre-existencia es demostrada por la teofanía, o Croistofanía. Estas dos palabras, una aplicada generalmente a Dios, y la otra al Hijo en particular, se refieren a una apariencia visible de Dios en el Antiguo Testamento.
Como la enseñanza Bíblica de que nadie ha visto, o puede ver al Padre, (Éxodo 33; Juan 1:18; 1 Timoteo 1:17) la mayoría de los maestros evangélicos atribuyen todo tipo de apariencias visibles de Dios de forma humano o angelical al Hijo manifestándose antes de Su encarnación. Jueces 13:15-22, Zacarías 3:1-5; Éxodo 3:16; y Génesis 18:1-33, son entre muchos otros pasajes que los eruditos de la Biblia creen que son Cristofanias. ¿Cómo podemos saber si una manifestación en particular en las escrituras es un ángel, o si es la apariencia del Hijo pre-existente? El pasaje siguiente es un clásico que ilustra esto.
Josué 5:13-15 Estando Josué cerca de Jericó, alzó sus ojos y vio un varón que estaba delante de él, el cual tenía una espada desenvainada en su mano. Y Josué, yendo hacia él, le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos? El respondió: No; mas como Príncipe del ejército de Jehová he venido ahora. Entonces Josué, postrándose sobre su rostro en tierra, le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo? Y el Príncipe del ejército de Jehová respondió a Josué: Quita el calzado de tus pies, porque el lugar donde estás es santo. Y Josué así lo hizo
La porción subrayada del versículo es la clave para entender este pasaje como una aparición de Cristo antes de la Encarnación. El Príncipe del ejército de Jehová usa las mismas palabras que Jehová usa cuando Moisés vino ante el arbusto ardiente. Eso, y el hecho de que la Persona acepto ser adorada, lo cual es reservado solo para Dios, (Éxodo 20:1-3) comprueba que esto es una Cristofania. Hay muchas Cristofanias en el Antiguo Testamento. Cristo siempre ha sido—nuestro Salvador no comenzó a existir el día de Su nacimiento—fue encarnado ese día.
La Encarnación (Cristo el Hijo de Dios hecho Carne) y el Nacimiento Virginal (la manera en que Él fue hecho carne) son doctrinas que no pueden ser entendidas lógica o científicamente. Involucran a Dios actuando fuera de la ley de la naturaleza e interviniendo en la historia humana de la manera más directa y personal posible, al hacerse parte de ella. La encarnación y el Nacimiento Virginal fueron parte de la antigua promesa dada al ser humano de ser liberados de la esclavitud de Satanás (la serpiente en Génesis 3:14-15). La promesa fue reiterada a Abraham que de su semilla “todas las familias de la tierra,” serían bendecidas (Génesis 12:3). Job revela en su fe “…Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre la tierra.” El Propósito de Su venida fue la redención de Su gente—todos aquellos que creyeran en Él.
Juan 3:16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Hebreos 2:14-18 Así que, por cuanto los hijos participaron de carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al diablo, y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban durante toda la vida sujetos a servidumbre. Porque ciertamente no socorrió a los ángeles, sino que socorrió a la descendencia de Abraham. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, para expiar los pecados del pueblo. Pues en cuanto él mismo padeció siendo tentado, es poderoso para socorrer a los que son tentados.
Galatas 4:4-5 Pero cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese a los que estaban bajo la ley, a fin de que recibiésemos la adopción de hijos.
Romanos 8:3-4 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne; para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
El Cumplimiento de las promesas y profecías vinieron cuando el ángel Gabriel anunció el nacimiento que vendría de la Virgen María. La doctrina del Nacimiento Virginal ha sido atacada por críticas dentro y fuera de la iglesia. Algunas veces las críticas astutamente tratan de sugerir que las palabras traducidas “virgen” en la Biblia pueden significar otra cosa diferente. Sin embargo, las palabras de la misma María “no conozco varón,” o en el lenguaje común del siglo 20, “nunca he tenido relaciones sexuales con un hombre,” claramente demuestran que era virgen, y que la encarnación y el nacimiento del Salvador fue un milagro de Dios.
Lucas 1:34-35 “Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? pues no conozco varón. Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios.
1 Timoteo 3:16 E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, Justificado en el Espíritu, Visto de los ángeles, Predicado a los gentiles, Creído en el mundo, Recibido arriba en gloria.
Juan 1:14-18 Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad. Juan dio testimonio de él, y clamó diciendo: Este es de quien yo decía: El que viene después de mí, es antes de mí; porque era primero que yo. Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia. Pues la ley por medio de Moisés fue dada, pero la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie le vio jamás; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él le ha dado a conocer.
Y, es muy misterioso-¿Como es que el Santo, Inmutable, Omnipotente, Omnisciente, Omnipresente Dios se hizo hombre? La respuesta a la pregunta “¿Cómo?” no es dada excepto en las palabras misteriosamente iguales de Gabriel a Maria mostradas arriba—pero es verdad. Nuestra inhabilidad de entender la Encarnación no cambia el hecho de que es real, de la misma forma que nuestra inhabilidad de entender completamente todas las fuerzas de la vida y el universo no las cambian. Finalmente, la doctrina de la Encarnación fue protegida por algunas de las más fuertes advertencias encontradas en el Nuevo Testamento—una persona puede estar muy equivocada en muchas cosas, y aún ser Cristiana, pero algún error en esta área es falsa profesión—si no crees que Jesús Cristo es Dios hecho Carne, no puedes ser Cristiano.
1 Juan 4:2-3 En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios; y todo espíritu que no confiesa que Jesucristo ha venido en carne, no es de Dios; y este es el espíritu del anticristo, el cual vosotros habéis oído que viene, y que ahora ya está en el mundo.
2 Juan 7-11 Porque muchos engañadores han salido por el mundo, que no confiesan que Jesucristo ha venido en carne. Quien esto hace es el engañador y el anticristo. Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo. Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que persevera en la doctrina de Cristo, ése sí tiene al Padre y al Hijo. Si alguno viene a vosotros, y no trae esta doctrina, no lo recibáis en casa, ni le digáis: ¡Bienvenido! Porque el que le dice: ¡Bienvenido! participa en sus malas obras.
Judas 3-4 Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que fue entregada una vez a los santos. Porque algunos hombres han entrado encubiertamente, los que desde antes habían sido destinados para esta condenación, hombres impíos, que convierten en libertinaje la gracia de nuestro Dios, y niegan a Dios el único soberano, y a nuestro Señor Jesucristo.
La humanidad de Cristo, el encarnado Dios-Hombre, fue Humanidad Real—no era un fantasma; no era un nuevo tipo de ser viviente. Él era “Tan Dios como Dios,” como dicen las antiguas declaraciones de fe, pero era plena y completamente hombre también. Él pasó por las experiencias comunes de la hombría, sufrió las incomodidades comunes, dolores, y tristezas humanas, sufrió tentación, y sufrió la muerte de un criminal común. Él fue en todas formas un hombre. (Para ejemplos, ver Mateo 1:1; 12:23; 15:22; 21:9; 26:37; Marcos 10:48; 12:35; Lucas 2:40; 4:2; 8:23; 9:58; Juan 4:6; 7:42; Apocalipsis 5:5.)
Algunas personas creen que la humanidad de Cristo necesitaba que Él tuviera una naturaleza de pecado y ser Él mismo innatamente pecador. Sin embargo, ese no es el caso. La naturaleza de pecado es nuestra herencia si somos hijos de Adán, pero no era parte del plan original para el hombre—Dios no creo la naturaleza de pecado. Nuestra maldad fue una reacción, fue el resultado del pecado de nuestro representante a la cabeza, el primer hombre, Adán. Nacimos pecadores por que Adán se hizo pecador. Cristo fue el “segundo Adán,” (1 Corintios 15:45-49), no fue hijo de Adán. Por el Nacimiento Virginal, Él fue “la semilla de la mujer,” (ver Génesis 3:14-15), y no tuvo padre humano. Al no tener padre humano, el pecado de Adán y la naturaleza de pecado de Adán no pudo ser pasada a Él. Él vivió una vida sin pecado en todas formas. Como lo formularon los antiguos puritanos, “Él no tuvo pecado, no conoció el pecado, ni cometió pecado.” Pero, como el próximo capitulo nos dice en detalle, la belleza y el misterio de La Fe es que este Perfecto Dios-Hombre se hizo pecado y sufrió la pena por nosotros.
Hebreos 4:14-15 Por tanto, teniendo un gran sumo sacerdote que traspasó los cielos, Jesús el Hijo de Dios, retengamos nuestra profesión. Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.
Ver el Apendice 8 para una respuesta Teológica Bíblica a las Falsas Doctrinas de Kenosis.
Galatas 6:14 Pero lejos esté de mí gloriarme, sino en la cruz de nuestro Señor Jesucristo, por quien el mundo me es crucificado a mí, y yo al mundo.
En el pasaje de arriba en Galatas, Pablo se oponía a los falsos maestros que habían pervertido al Evangelio al dejar fuera el mensaje esencial de la Cruz substituyéndolo con un regreso a las leyes ceremoniales Judías. Se gloriaban en la carne, en la religión del hombre, no en la fe de las Escrituras, no en la Cruz de Cristo. Pablo dice que lo hicieron por su amor al mundo y por el miedo al los hombres.
Entonces hoy en día, los falsos maestros de las nuevas herejías han ignorado, negado, desviado y pervertido el mensaje de la Cruz, y lo han hecho por las mismas razones. Un Salvador Crucificado, muriendo por los pecados reales, de gente real no es popular. Nos hace encarar nuestro pecado, y admitir su fealdad. Nos trae cara a cara con nuestra inhabilidad espiritual, y con lo profundo de la oscuridad de nuestras almas. Él requiere de nosotros que tomemos nuestra propia cruz, para negarnos a nuestros deseos egoístas y vivir para Él como Él murió por nosotros. Este no es el Evangelio de comodidad y placer que la gente busca para aliviar sus egos lastimados. Para el creyente hoy en día, debemos de gloriarnos en la Cruz—en el verdadero, acto bíblico, el hecho, la doctrina, y un estilo de vida que emana de la Cruz, y debemos vivir en referencia al mundo de la manera que Pablo lo describe aquí—el mundo es crucificado a nosotros, y nosotros al mundo. Debemos de hacer una serie de preguntas provocativas acerca de nuestra fe:
· ¿Cual es el acto esencial, Hecho, Mensaje, Significado y Poder de la Fe Cristiana?
· ¿Qué es mucho más importante que la terapia, milagros, salud, riqueza, amor propio, o políticas correctas?
· ¿Cual evento es la cuna, o el evento central de la historia del universo?
· ¿Cual evento fue la más importante batalla que se halla peleado y ganado en toda la historia del tiempo?
· ¿Cuál acto sobrepasa a todos los actos que se hallan hecho alguna vez, aún a la misma creación?
· ¿Cuál acto glorioso demuestra la ira, justicia, soberania, verdad, amor, misericordia, y poder de Dios simultáneamente?
· ¿Cuál acto supremo, misterioso, glorioso, impresionante de Dios es la única razón por la cual su gente esta el día de hoy, completa, salva, y testificando la grandeza de Dios?
Ese acto, hecho, mensaje, significado y poder de nuestra fe es este (y debemos personalizar estas declaraciones para darles todo el impacto de sus bases Bíblicas):
· El Creador Todopoderoso, Jehová Dios Mismo, Dios el Hijo, se hizo carne por mi.
· Este Dios-Hombre vivió una vida perfecta por me.
· Este Perfecto Cordero de Dios demostró Su propio poder sobre la naturaleza, el pecado, Satanás, enfermedad, y la muerte por mí.
· Este Gobernador del Universo, Encarnado, fue arrestado, golpeado, torturado, condenado en un tribunal, y colgado en una cruz por mí.
· Este Substituto sin pecado tomo mi pecado, sufrió el equivalente al infierno eterno, y entregó su propia vida por mí.
· Esta Fuente de Vida se levantó de entre los muertos por mí.
· Este es el mensaje del Trabajo de nuestro Salvador en la Cruz—LA ESENCIA DEL CRISTIANISMO ES LA CRUZ DE CRISTO.
Nuestro texto en Galatas dice, “Dios prohíbe que yo me glorié, excepto en la cruz de Cristo.” Antes de que podamos adentrarnos en la hermosura del divino sacrificio por nosotros, debemos preguntar—“¿Porque?” ¿Qué hizo que la Cruz fuera necesaria? La respuesta es, “nuestros pecados la hicieron necesaria.” En estos tiempos despreocupados de “psico-palabras” con su evasión de culpa, culpabilidad, y responsabilidad personal, cuando la respuesta usual a cualquier investigación es la trillada “Todos cometemos errores,” El pecado no es un concepto popular. De hecho, hasta en nuestros círculos dentro de la iglesia, lo pecaminoso de la humanidad es una de las verdades más ignoradas. Necesitamos “ser sanados,” necesitamos “consejería,” necesitamos todo tipo de remedios terapéuticos, pero bastantes predicadores y maestros evitan la primera cosa que tenemos que hacer—encarar el hecho de nuestra naturaleza pecaminosa. La Biblia es muy clara acerca de la naturaleza universal del efecto del pecado sobre la raza humana, como lo vemos en estos ejemplos:
Romanos 3:10-11, 23 Como está escrito: No hay justo, ni aun uno…No hay quien entienda. No hay quien busque a Dios… por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios
Romanos 3:19 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios;
Y, fueron nuestros pecados los que hicieron necesaria la Cruz. Nuestros primeros padres fueron creados santos y sin pecado, pero con la habilidad de escoger. En el Jardín del Edén, nuestros primeros padres escogieron revelarse contra las reglas de Dios. La Biblia enseña que Adán, como el representante y cabeza de la primera familia, nos heredó dos cosas a nosotros sus hijos.
· Primero, tenemos una naturaleza de pecado heredada. Comenzamos a pecar en el momento que nacemos (Salmos 58:3) —cualquier padre puede decirte que no tienes que enseñar a tu hijo a pecar, viene de forma natural.
· Segundo, heredamos la culpa del pecado de nuestro representante, Adán (Romanos 5:12). Tan sólo esto nos condena, y agregamos a esa culpa nuestras propias acciones tan pronto entramos al mundo. Pero aún peor, ¡nuestra naturaleza de pecado nos hace impotentes para cambiar nuestra propia situación! Debido a nuestra depravación innata, estamos espiritualmente ciegos (2 Corintios 4:3-4; 1 Corintios 2:14); estamos espiritualmente muertos (Efesios 2:1-5); no podemos venir a Dios bajo sus términos, (Juan 6:44, 65), y no vendremos en nuestra naturaleza humana, no queremos venir a Dios ni hacer su voluntad (Juan 5:40).
La realidad es—por culpa de nuestros pecados, ¡ESTAMOS COMPLETAMENTE PERDIDOS SIN CRISTO! De acuerdo a los estándares de la ley de Dios, solo los justos verán el cielo, y nosotros no somos justos, ¡porque la definición de justo para Dios es perfección! ¡Sin la Cruz estamos en un estado impotente y sin esperanza!
La naturaleza de la Cruz es que Cristo murió como substituto, una Santificación, y una Propiciación—Él desvía la ira de Dios de los que merecen ser consumidos por esa ira. El Cristo de la Cruz es nuestro Substituto. El término teológico para esto es Expiación Substitucionaria, y es uno de los aspectos más importantes de la doctrina de la Cruz. Cristo realmente murió en lugar de los pecadores—Él específicamente tomo el castigo que debió haber sido de ellos (2 Corintios 5:21; Isaías 53:5; 1 Pedro 3:18).
¿Como puede ser esto posible, que la muerte de Uno logre tal cosa? Es posible porque Él es infinito—Él es Dios, y Su sacrificio de sangre es de valor infinito. Sus horas de agonía comenzaron en el jardín la noche antes de la crucifixión, y culmino con su muerte en la cruz cuando Dios Padre abandonó a Dios Hijo, mientras el Hijo cargaba con nuestros pecados. Su sacrificio por nosotros como nuestro substituto fue el equivalente a todos aquellos que creerían en Él (o en aquellos que habían creído en Su promesa estaba por venir) sufriendo castigo eterno. Él soportó todo eso en lugar nuestro. El Cristo de la Cruz es nuestra Satisfacción (de los mandatos de la Ley). El mandato de la Ley de Dios es perfecta obediencia a Su Ley—Cristo es el Único que vivió que cumplió con ese mandato. La ley de Dios ordena castigo justo para aquellos que pecan—él cumplió con esa orden también. La ley ha sido cumplida—es satisfecha.
Contrario a los “dioses” de las religiones del mundo, que ignoran el pecado o lo perdonan caprichosamente, el Dios de la Biblia puede declarar que todos los mandatos de Su ley han sido cumplidos. (Galatas 3:13; Romanos 3:31; Colosenses 2:13-14). El Cristo de la Cruz es nuestra Propiciación. Esta palabra teológica es muy importante. Significa que Cristo desvía la justa ira de Dios contra nuestros pecados y rebelión. (Romanos 1:17; 3:25-6, Romanos 5:6-9). Cristo lo ha hecho todo por medio de su sacrificio para nuestro beneficio—Como los viejos escritores de himnos han dicho:
¿Qué puede limpiar mi pecado? – Nada, ¡Solo la sangre de Jesús!
¿Quien me puede darme plenitud? – Nadie, ¡Solo la sangre de Jesús!
Hay una fuente llena de sangre de las venas de Emmanuel,
y los pecadores hundidos en ella pierden todos sus pecados.
¿Y puede ser que yo, me beneficie de la sangre de Salvador? ¿Murió El por mí que causé Su dolor, por mí, quién a la muerte le envió? ¡Asombroso Amor! ¿Cómo puede ser, que Tú, mi Dios, mueras por mí?
Así es, creyente, como el texto en Galatas 6 dice, ¡¡¡nos gloriamos en la Cruz!!! ¡PERO ESE SOLO ES LA MITAD DEL TEXTO!
La otra mitad del texto dice “POR QUIEN EL MUNDO ME ES CRUCIFICADO A MI, Y YO AL MUNDO.” Para el apóstol Pablo, y para cualquier creyente constante, la Cruz de Cristo es lo que gobierna la vida. Nuestros sentimientos del mundo, nuestra relación con él, nuestro caminar en él, y nuestra creciente separación de su control sobre nosotros es determinado por la Cruz. De acuerdo a Pablo, el mundo estaba muerto—los elogios, los avances, la aprobación del mundo no eran importantes. Para el Apóstol, como para todo creyente, el mundo no era el verdadero hogar—pero contrario a muchos de nosotros, él lo sabia, y lo vivía. Pablo demostró su lealtad a la regla de la Cruz. Él había tomado decisiones en su vida; había escogido la verdad del Evangelio sobre herencia familiar, tradición, y riquezas.
Filipenses 3:3-10 “Porque nosotros somos la circuncisión, los que en espíritu servimos a Dios y nos gloriamos en Cristo Jesús, no teniendo confianza en la carne. Aunque yo tengo también de qué confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo más: circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo; en cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la ley, irreprensible. Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,
Como John Brown de Edimburgo dijo, que “… nosotros vemos el sistema del mundo como crucificado, maldecido, inútil, sin influencia de ninguna clase, sin importancia alguna para nosotros. El mundo no es para ser deseado, escuchado, seguido, o adorado.”
1 Juan 2:15-17 No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de la carne, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
La segunda mitad del texto que encabeza este capitulo dice, “…Y yo al mundo.” ¿Qué significa el ser crucificado al mundo? ¿Significa esconderse en un desierto, y dejar a la humanidad atrás, o hacerse algo así como recluso? De ninguna manera, es cuestión de tu estado mental y tu estilo de vida mientras vives en la sociedad humana. Como John Brown dice, “…si estoy siguiendo a la Cruz, y predicando la Cruz, y si la Cruz de Cristo y los caminos del señor son primero en mi vida, entonces he sido crucificado al mundo. Es cuando ellos me ven como execrable, muerto, inútil, sin influencia, sin importancia, etc.” Quizás no todo el mundo nos vea de esta manera, pero al darse cuenta de lo que nos molesta, comenzarán a admirar a la Cruz y se sentirán atraídos a Cristo, o nos verán como tontos.
Los hombres que predican la Cruz con palabras, y con su forma de vivir no serán queridos por mucha de la gente de este mundo, o del sistema de este mundo. Las mujeres que ordenan sus hogares, sus propias prioridades, sus amistades, y que educan a sus hijos de acuerdo a las enseñanzas de la Escritura no serán elogiadas o sus vecinos. La gente joven que vive para Cristo, que escucha lo que la Biblia tiene que decir acerca de la verdad, y que rechazan la filosofía mundana que se enseña en escuelas publicas y universidades será vista como rara, y serán rechazados por los expertos del “buen gusto.” Un predicador que predica lo que la Biblia tiene que decir, que no le importan las opiniones de las multitudes, o de las autoridades civiles o religiosas, no será aclamado por los príncipes de este mundo. Una iglesia que se esfuerza por la verdad y es ferviente al enseñar el Evangelio y al ministrar a los perdidos no será popular con los enemigos de la Cruz, aunque esos enemigos digan que son amigos. Gente de Dios, Cristo nos llama a vivir para Él, si es necesario a morir por Él, y seguirlo en todo.
Los profetas y fundadores de las religiones del mundo están muertos—muchas veces, sus tumbas son altares. Las grandes pero retorcidas mentes que concibieron las filosofías humanistas que han dominado al siglo 20 también están muertas. La mayoría de los científicos e inventores que dejaron los cimientos para los milagros tecnológicos del siglo 20 también están muertos. La muerte es el camino del ser humano, como la Biblia dice, “está establecido para los hombres que mueran una sola vez…” Todos debemos dejar esta vida, y nunca regresamos—todos, excepto Uno. El grito de gozo victorioso en la iglesia Cristiana es, “¡Cristo resucito!” Y con el mismo gozo la respuesta a ese grito de victoria, “¡Él verdaderamente resucitó!” Así se han saludado los creyentes el domingo de Resurrección por 2,000 años, ¡y así nos saludaremos hasta que Él regrese!
La resurrección de Cristo Jesús de entre los muertos el otro lado de Su muerte en la Cruz—como Pablo lo dice en Romanos 4:25, “El cual fue entregado por nuestras transgresiones, y resucitado para nuestra justificación.” Cristo Jesús fue crucificado en lugar nuestro— El cargó con nuestra pena, tomó nuestros pecados sobre El Mismo, y dio Su vida por nosotros. Pero en la Resurrección, esta la prueba de que Dios acepto el Sacrificio de Su Hijo. “…que fue declarado Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos: Jesús Cristo nuestro Señor.” (Romanos 1:4) Como Pablo lo deja en claro en su hermosa y poderosa defensa de la doctrina de Resurrección en 1 Corintios, “…y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados.” (1 Corintios 15:17) Sin el Resucitado Salvador, el Cristianismo es inútil y absurdo.
Ten piedad en esos teólogos liberales que, o no creen en la resurrección literal, o usan filosofía existencial para decir que no es importante si la resurrección fue literal o no—no tiene sentido tener un “Cristianismo” sin un Cristo resucitado.
La Biblia enseña que Su resurrección fue literalmente una resurrección corporal. No era un fantasma; su resurrección no fue “espiritual” solamente; Su resurrección no fue una historia en la celebración de la vida, o cualquier otra cosa sin sentido. Él literalmente se levanto de la tumba en un cuerpo que era real y físico. Podías tocarlo, Él fue reconocido por los que le conocieron antes de su crucifixión y aún tenia las cicatrices de su tormento, Lucas 24:36-42 nos dice como apareció a dos de Sus seguidores; en verdad, cada uno de los Evangelios tiene incidentes basados en hechos de Su resurrección y sus apariciones después. La resurrección es mencionada e insistida a través del Nuevo Testamento, pero como dijimos arriba, el pasaje más importante para nosotros para entender su significado esta en 1 Corintios 15—todo el capitulo, pero el corazón del capitulo son los versículos 12-25:
Pero si se predica de Cristo que resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos? Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó. Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación, vana es también vuestra fe. Y somos hallados falsos testigos de Dios; porque hemos testificado de Dios que él resucitó a Cristo, al cual no resucitó, si en verdad los muertos no resucitan. Porque si los muertos no resucitan, tampoco Cristo resucitó; y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana; aún estáis en vuestros pecados. Entonces también los que durmieron en Cristo perecieron. Si en esta vida solamente esperamos en Cristo, somos los más dignos de conmiseración de todos los hombres. Mas ahora Cristo ha resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo, las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es que él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
Cristiano, tu sirves a “un Salvador resucitado,” como dice un himno favorito, y otra canción exalta, “Porque Él vive,” tu puedes vivir tu vida confiado en que su sacrificio por ti ha sido aceptado, y Él siempre está ahí para ayudarte cuando lo necesites. Si, “¡Cristo ha resucitado!” ¡Verdaderamente ha resucitado!
Era tarde en la noche y la biblioteca del seminario estaba cerrada. Un joven gordito como de 27 años recogió sus notas y sus libros, los puso en un viejo portafolios, y salio por la puerta apenado. El joven, llamémoslo Mike, que cursaba su tercer año de seminario, estaba completamente confundido por primera vez en toda su vida Cristiana. Un curso requerido, “Escatología” (el estudio de las últimas cosas, o el final de los tiempos) estaba acabando con él. Mientras estudiaba las opiniones en conflicto de los grandes eruditos de la Biblia, estaba completamente asombrado de cómo estos hombres que estaban de acuerdo en tantas otras cosas, tenían tantas diferencias en este tema. Mientras caminaba lentamente por el pasillo, espió al viejo John. El viejo John era el conserje del edificio, un hombre negro que parecía ser muy distinguido con la reputación de un fuerte creyente. John había acomodado un banco sobre su carrito, y cuando era tiempo de descansar, estacionaba su carrito donde estuviera, se sentaba en el banco, sacaba su termo de café y su Biblia, y se ponía a leer. A mike le gustaba hablar con John, como a muchos otros estudiantes. Con sus muchos años caminando con el Señor, era un buen consejero sobre los problemas prácticos de la vida. Cuando Mike y John se saludaron, el joven vió que Mike estaba leyendo el libro de Apocalipsis—que era en ese momento el dolor de cabeza de Mike. “John, veo que estas leyendo el libro de Apocalipsis. ¡Ese libro me está volviendo loco! Todos los grandes maestros de la Biblia enseñan tantas cosas diferentes sobre él, y no es nada claro para mí. John, dime, de que crees que trata este libro.” El viejo John abrió la última parte del libro, leyó el último capitulo en voz alta, luego miro sonriendo al estudiante. “Joven predicador, ¡el significado del libro de Apocalipsis es que Jesús es Vencedor!”
Ningún tema es más confuso para el creyente que el fin de los tiempos. Mi amigo, “Mike,” en la historia anterior, no era el único confundido. En este siglo, posiblemente se ha escrito más sobre el significado del Libro de Apocalipsis y la teología del fin de los tiempos que en ningún otro tema de la fe. Muchos grandes maestros de la Biblia que están de acuerdo en prácticamente todo lo demás, están en total desacuerdo en cuanto a estos doctrina—muchos maestros hablan de este tema como si no hubiera duda sobre el escenario exacto, pero no están de acuerdo en el último. Este libro no tratará con las controversias; ni siquiera definiremos las controversias, pues hay muchos libros enfocados a eso. Lo que haremos es definir los requerimientos ortodoxos básicos para una hermosa y vital doctrina que se pierde en las discusiones sobre algunas cosas en particular. Definiremos los mínimos absolutos de la doctrina ortodoxa, nada más.
La segunda venida de Cristo es la piedra angular de la doctrina Bíblica. No es posible ser considerado ortodoxo y evangélico al menos que creas que Jesús regresará. Nuestro Señor lo prometió, los apóstoles lo confirmaron, y todo el libro de Apocalipsis lo celebra. A continuación solo algunos ejemplos de los versos que establecen este hecho.
Juan 14:1-3 “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.”
Mateo 26:64 “Jesús le dijo: Tú lo has dicho; y además os digo, que desde ahora veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.”
Lucas 21:27 “Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria.”
El regreso de Cristo será visible. No vendrá en secreto; Él no vendrá “místicamente,” o solo a aquellos que tienen ojos para Él. Toda la humanidad será testigo de Su regreso, y aquellos que no le pertenecen serán horrorizados.
Hechos 1:11 “Los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como le habéis visto ir al cielo.”
Mateo 24:29-30 “E inmediatamente después de la tribulación de aquellos días, el sol se oscurecerá, y la luna no dará su resplandor, y las estrellas caerán del cielo, y las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.”
La Segunda Venida de Cristo será en Cuerpo. No vendrá “espiritualmente,” Él regresará en Su Cuerpo. Él tiene cuerpo ahora, un cuerpo glorioso, testificado por el apóstol Juan (Apocalipsis 1:12-16), y cuando venga en nubes de gloria, vendrá en ese cuerpo glorioso.
Filipenses 3:21 “el cual transformará el cuerpo de la humillación nuestra, para que sea semejante al cuerpo de la gloria suya, por el poder con el cual puede también sujetar a sí mismo todas las cosas.”
Zacarías 14:3-4 Después saldrá Jehová y peleará con aquellas naciones, como peleó en el día de la batalla. Y se afirmarán sus pies en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está en frente de Jerusalén al oriente; y el monte de los Olivos se partirá por en medio, hacia el oriente y hacia el occidente, haciendo un valle muy grande; y la mitad del monte se apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el sur.
Él vendrá en Poder de Gloria—a diferencia de Su primera venida, Su verdadera naturaleza será ocultada. Él vendrá a la cabeza del ejército celestial, como el soberano conquistador que Es.
Tito 2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.
Mateo 24:30 Entonces aparecerá la señal del Hijo del Hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo, con poder y gran gloria.
Ver Apendice 7 para estudiar las preguntas y proyectos del Capitulo 5
En toda la inmensidad de nuestro mundo, en toda la diversidad de creencias religiosas, solo hay tos tipos esenciales de creencias, obras y gracia. Parece haber muchas diferencias entre las religiones del mundo, pero todas son esencialmente lo mismo—todas se centran en obras humanas. Todas involucran seres humanos llevando a cavo una tarea o tareas para llegar a la meta y recibir el premio. Las tareas pueden ser diferentes, la meta puede tener nombres diferentes, y el premio puede ser llamado muchas cosas (cielo, paraíso, nirvana), pero el principio fundamental de todas ellas es el mismo— Quid Pro Quo, que en latín significa “esto por aquello.” En las religiones del mundo, la salvación (justicia, unidad con el infinito, perfecto vacío, o cualquier termino usado por alguna religión en particular) es ganada por lo que uno hace. Desafortunadamente, dentro de este grupo de religiones basadas en esfuerzos humanos se encuentran muchas religiones que llevan el nombre de Cristianismo.
Sin embargo, en el verdadero Cristianismo Bíblico, “la fe que fue entregada una vez a los santos,” es totalmente distinta de las religiones del mundo en esta área como en muchas otras. Lo que hace al Cristianismo muy diferente de todas las otras religiones es el concepto de Gracia. Para ayudarnos a entender la diferencia, necesitamos ver los dos paradigmas religiosos básicos de todas las religiones. (Un paradigma es un modelo, un resumen, la forma tomada por algo, de lo que podemos hacer un diagrama para ayudarnos entenderla.)
(Seguida por la mayoría de religiones, incluyendo mucho del “Cristianismo.”)
Religiones del Mundo |
Versión “Cristiana” |
Por medio de nuestras obras, ganamos el camino a Dios, Salvación, Nirvana, Paraíso |
En la Salvación, somos regresados al lugar donde Adán estaba antes de la Caída. |
Dios (o lo que sea que representa la deidad) juzga nuestro progreso mientras caminamos. |
Aún después de la “salvación,” tenemos a Dios como nuestro Juez. |
La obtención de Divinidad, Salvación, Paraíso, Nirvana, depende de lo que hacemos. |
Nuestra voluntad o esfuerzos determinan si iremos al cielo. |
1. La Salvación es 100 por ciento trabajo de Dios—no somos capaces, por que estamos atados al pecado y la rebelión, de hacer algo para merecer el favor de Dios.
2. Dios alcanza a la gente para salvarla-Él concibió el plan, Él envió a Su Hijo para llevar a cavo el plan—Él hace el 100% de trabajo.
3. Cuando experimentamos lo que la Biblia llama el Nuevo Nacimiento (Juan 3:3-8), entonces somos SALVOS, pasamos de la muerte a la vida (Efecios 2:1-6; Juan 5:24; 6:40; 6:47).
4. Como parte del regalo de Salvación, nos convertimos en hijos adoptados de Dios (Galatas3:26-4:7).
5. Cuando pecamos, Dios trata con nosotros como un Padre a su hijo (Hebreos 12:4-8).
6. La Gracia de Dios, y sus acciones son las que determinan los factores de nuestra salvación, aún incluyendo sus obras en nuestras vidas para desarrollar un estilo de vida consistente con la salvación. (Efecios 2:8-10); Filipenses 2:12-13)
La Gracia de Dios es tan simple, y tan profunda que va más allá de las más grandes mentes para poder entenderla. Va en contra de la idea que tenemos la mayoría sobre ganarnos la vida en el mundo, sobre el recibir lo que nos merecemos, sobre lo que es “justo,” y sobre la independencia del ser humano. La definición más simple que este escritor ha escuchado para la Gracia es Las Riquezas de Dios a Costa de Cristo.
El significado de Gracia detrás de esa simple explicación es una de las enseñanzas más odiadas en el mundo porque completamente socava y elimina cualquier rastro de orgullo humano. La Doctrina de la Gracia enseña que somos totalmente incapaces de salvarnos a nosotros mismos, de ayudar en nuestra salvación, de hacer algo para merecer todo o parte de nuestra salvación, o para mantener nuestra salvación. Somos salvos totalmente como un acto de la voluntad de Dios, y no hacemos nada para merecerlo de ninguna forma. En verdad, ¡esos que son salvos merecen de igual manera (quizás más) el Infierno que aquellos que realmente va allí! Este es el más importante principio para entender la Gracia—nadie en toda la raza humana merece ninguna consideración de Dios, todos somos rebeldes y pecadores, y todos merecemos el Infierno. Excepto por su propio plan de redención, ¡Dios pudo haber enviado a toda la raza humana al castigo eterno desde hace mucho! La descripción que Pablo da sobre los creyentes antes de la salvación describe a toda la raza humana si ésta no tiene a Cristo:
Efesios 2:1-3 Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire, el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.
Sin embargo, a pesar de nuestro gusto por la ira, Dios ha ejercitado Su Gracia sobre nosotros en Cristo.
Efesios 2:4-10 Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe. Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
¿Cual es el significado de Gracia? Estábamos muertos espiritualmente; no merecíamos nada solo merecíamos la ira; éramos rebeldes y atados al pecado y a Satanás. En medio de esa condición, Dios nos salvo. Ejercitamos la Fe, lo cual en si mismo es un regalo de Dios (Juan 6:44-47), y Dios nos bendición con el regalo más hermoso posible— ¡vida eterna por medio de Cristo Jesús nuestro Señor! (Juan 5:24; 6:37-40). Más aún, no podemos agregar nada a la Gracia. Antes de que fuéramos salvos, no teníamos nada para contribuir al proceso (Romanos 3:10-11; 1 Corintios 2:14; Job 14:4; Jeremías 13:23), y durante nuestra experiencia llamada Nuevo Nacimiento, no agregamos nada. La Biblia deja muy en claro que la misteriosa experiencia sobrenatural llamada Nuevo Nacimiento es un acto de Dios.
Juan 3:3-8 “Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios. Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu.
2 Corintios 4:6-7 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros,
Podrías preguntar, “¿Si todo esto es obra de Dios, como encajo en el proceso?” La respuesta es que tú debes de creer, debes ejercitar la fe en Cristo para la salvación. (Romanos 10:9-13; Hechos 16:30-31). Pero este ejercicio no es una obra, porque no involucra ninguna habilidad de nuestra parte ni esfuerzo de nuestra parte. Eso es lo difícil de entender acerca de la fe—no es una acción, es una entrega, un levantamiento de brazos diciendo, “no puedo hacer nada por mi cuenta.”
¿Que significa el termino “Justificación”? El significado Bíblico de la palabra es ser totalmente inocentes y sin culpa—para poder estar frente a Dios completamente limpios y puros. Las siguientes palabras nos ayudaran a entender el significado: Si soy Justificado, es como nunca hubiera pecado, y como si siempre hubiera sido santo y hecho cosas buenas. Recordemos nuestra posición impotente frente a Dios—como “hijos de Ira,” somos incapaces de satisfacer a Dios—todo lo que su amorosa y perfecta Ley puede hacer es condenarnos:
Romanos 3:19-20 Pero sabemos que todo lo que la ley dice, lo dice a los que están bajo la ley, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios; ya que por las obras de la ley ningún ser humano será justificado delante de él; porque por medio de la ley es el conocimiento del pecado.
Sin embargo, Nuestro Padre, ha ideado un plan y creado un camino para que nosotros podamos estar limpios frente a Él. Ha enviado a Su propio Hijo como sacrificio en nuestro beneficio, (Capitulo 5) y aquellos que creen en Él tendrán vida eterna, y serán vistos como justos en los ojos de Dios.
Romanos 3:21-24 Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,
Romanos 3:28 Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley.
Esta justicia que recibimos es justicia acreditada—este es un termino teológico que significa que es agregada en nuestra cuenta, como un deposito hecho por otra persona a nuestra cuenta bancaria. Dios legalmente nos declara justos, y lo escribe en nuestro registro en el Cielo.
Romanos 4:1-8 ¿Qué, pues, diremos que halló Abraham, nuestro padre según la carne? Porque si Abraham fue justificado por las obras, tiene de qué gloriarse, pero no para con Dios. Porque ¿qué dice la Escritura? Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia. Pero al que obra, no se le cuenta el salario como gracia, sino como deuda; mas al que no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por justicia. Como también David habla de la bienaventuranza del hombre a quien Dios atribuye justicia sin obras, diciendo: Bienaventurados aquellos cuyas iniquidades son perdonadas, Y cuyos pecados son cubiertos. Bienaventurado el varón a quien el Señor no inculpa de pecado.
La ilustración de abajo muestra un libro de contabilidad. Para que puedas entender el principio, has las siguientes cosas:
1. Escribe tu nombre al lado de “Cuanta habiente.”
2. Con una pluma negra o azul, debajo de la columna llamada “Pecados en cuenta,” escribe algunos de tus propios pecados—no te avergüences, pon muchos de ellos. ¡Luego imagínate lo largo que las hojas de la cuenta realmente serán!
3. No puedes poner nada en la columna que dice “Buenas Obras Hechas,” porque no tienes ninguna (Isaías 64:6).
4. Ahora toma una pluma diferente—una de ROJO fuerte, y sobre la columna “Pecados en Cuenta,” escribe con letras grandes, “¡Pagado por la Sangre de Cristo!”
5. Debajo de la columna “Buenas Obras Hechas,” escribe en ROJO, “Suministrado por la justicia de Cristo.”
BUENAS HOBRAS HECHAS |
PECADOS EN CUENTA |
1 |
1 |
2 |
2 |
3 |
3 |
4 |
4 |
5 |
5 |
6 |
6 |
7 |
7 |
8 |
8 |
9 |
9 |
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Esto es Justificación, para estar frente a Dios con todas las cuentas pagodas, y vestidos en la justicia de Su único Hijo, Cristo Jesús. Para poder saber que tienes “paz con Dios”—no hay más guerra entre tú y el Todopoderoso. (Romanos 5:1). Al unirlos, los conceptos de Gracia y Justificación o Fe demuestran la singularidad de la doctrina Cristiana de la Salvación. Es como la exclamación de Jonás—“¡La salvación es de Jehová!” (Jonás 2:9) El mensaje de Gracia es que Dio Salva a los Pecadores. Es Su plan, fue su hijo quién murió y resucito, es Su Espíritu quien aviva las predicaciones y a los testigos de creyentes para que ayuden a los pecadores a darse cuenta de su necesidad de salvación y a encaminarlos a la fe en Cristo.
Tres de lemas del avivamiento de la predicación Bíblica conocidos como la Reformación fueron: Sola Fide (Solamente la Fe) Sola Gratia (Solamente la Gracia), y Sola Christi (Solamente Cristo). Estos términos en Latín describen el plan de salvación de Dios en pocas palabras—Él lo ha hecho todo, y no podemos acreditarnos nada a nosotros mismos. El resultado de esta hermosa efusión de su amor es nuestra salvación, y eso resulta aún más en el cuarto lema: Soli Deo Gloria (La Gloria sea solo a Dios).
“Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen…” Juan 10:27
Como dice el viejo refrán, “Si lo he escuchado una vez, lo he escuchado mil veces.” ¿Qué es lo que he escuchado? La historia de que las iglesias están llenas de hipócritas, que los creyentes no viven como su Señor, y que las prostitutas, bandidos y vendedores de droga en los barrios bajos se comportan mejor. Hay muchas respuestas a este viejo cargo.
Primero, muy a menudo eso es solo una excusa para evitar ir a la iglesia y encontrarnos cara a cara con nuestro propio pecado. Algunas veces, el comportamiento al que se refieren es el comportamiento que la gente de la iglesia tenia antes de ser salva—en ese caso, el viejo refrán es solo una confirmación del poder del Evangelio. Muy a menudo, las iglesias a las que se refieren, y la gente con ese comportamiento, no son iglesias Bíblicas; hace ya mucho tiempo que han dejado a un lado las enseñanzas de la Biblia, y se han convertido en clubes sociales religiosos.
Sin embargo, mientras los casos de arriba muchas veces son verdaderos, tristemente también es verdad que hay creyentes que profesan la fe dentro de iglesias Bíblicas evangélicas, viviendo una vida que hace ver a su fe como una mentira. El hecho de que Dios nos salvo totalmente como un acto de Gracia de Su parte no significa que podamos vivir haciendo lo que nos plazca. Estamos frente a Él justificados, libres, y sin culpa por la fe en el sacrificio de Cristo, pero también somos ahora parte de Su familia, somos miembros de su sacerdocio real (1 Pedro 2:9). Los creyentes en Cristo deben actuar como tales.
Es muy difícil escribir sobre este tema por muchas razones. Primero, el escritor conoce sus propias fallas, y sabe cuantas veces ha quedado corto a la voluntad de Dios en su vida—ese es un problema diario. Segundo, no necesitamos ninguna lista de leyes externas a la Biblia para echar en prisión a los creyentes y causarles depresión espiritual y crisis de culpabilidad. Muy seguido, la gente que predica, enseña o escribe sobre el tema de comportamiento practico, cae en patrones culturales, prohibiendo actividades que la Biblia deja en el área de juicio propio, y creando un estándar totalmente falso. Los legalismos, adiciones de requerimientos humanos al Evangelio, son asesinos de la Gracia y aterradores del alma. Sin embargo, esto prevalece más el día de hoy para que haya engaños que van en dirección contraria. Muchos hoy en día enseñan estándares de comportamiento que están muy por debajo de los que la Biblia nos exhorta a esforzarnos—lo que la Biblia llama “pecado,” algunos maestros modernos excusan, ignoran, o hasta celebran como algo bueno.
El propósito de este capitulo tiene dos partes. Primero, necesitamos entender el principio de Seguir a Cristo en nuestras Vidas. Segundo, necesitamos entender la Guía Especifica Básica para el comportamiento que se encuentra en la Biblia.
Por 40 días después de su resurrección, nuestro Señor llevo a cavo muchos ministerios vigorosos entre Sus discípulos. Él apareció a más de 500 de ellos a la vez. En los últimos tres versículos del Evangelio de Mateo, leemos sobre el reto que dio a los de su circulo, los once. Este reto comúnmente se le llama “La Gran Comisión:”
Mateo 28:18-20 Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.
Veamos la frase en el versículo arriba: “haced discípulos” y “enseñándoles que guarden” ¿Son estas las actividades de la iglesia Norteamericana de hoy? ¿Nuestro evangelismo y enseñanza a nuevos creyentes van mas allá de lo superficial y hace estas dos cosas? Nuestras iglesias evangélicas crecen numéricamente; la gente profesa salvación. Esta gente comienza a vivir un estilo de vida “nacido de nuevo” (por lo menos en la superficie) —escuchan música Cristiana, leen libros Cristianos de auto ayuda, y regularmente van a la iglesia. Pero, como dijimos al principio de este libro— ¿donde esta el efecto dramático en nuestra sociedad que la iglesia primitiva produjo? ¿Qué hemos forjado con nuestros esfuerzos en el evangelismo? De acuerdo a nuestro Fundador, el propósito de nuestro evangelismo no es crear nuevos miembros de la iglesia, convencer a la gente que vive algo de Cristianismo, o animarlos a adoptar un estilo de vida superficial. Nuestra meta como iglesia, y como congregaciones individuales y creyentes, es hacer discípulos que aprendan a seguir a Cristo.
¿Que significa ser un discípulo, que sigue a Cristo? Como con muchas otras cosas, necesitamos hablar un poco sobre lo que no significa. Como ya lo mencionamos, ciertamente no significa hacer algunos gestos religiosos y cambiar tu forma externa de vivir un poco. Tampoco significa necesariamente hacer muchos gestos religiosos y cambiar tu forma externa de vivir radicalmente, aunque eso podría ser parte del proceso dependiendo de tu estilo de vida anterior. No significa que tienes que vestir ropa negra y una expresión facial sombría, como un vigilante de la moralidad para que todos lo vean. Seguir a Cristo comienza con un cambio interno de corazón, arrepentimiento, y Fe, la experiencia total que llamamos el Nuevo Nacimiento—continúa creciendo en el discipulado de adentro hacia fuera. La transformación de adentro hacia fuera no ocurre de forma instantánea—no aparece de repente.
El discipulado comienza con “ser añadidos a la iglesia” (Hechos 2:47), e involucrarse en las “cuatro patas” de la iglesia como lo mencionamos anteriormente, en la enseñanza, en el compañerismo, partiendo el pan, y en la oración. Una persona que quiere ser discipulaza alejada de una visible, y funcional congregación de creyentes en Cristo quiere lo imposible. El Discipulado ocurre en la iglesia local. Esto significa que un nuevo creyente debe buscar una congregación que acepta y sigue la Regula Fidei, o Regla de Fe (ver introducción), y que es activa en la enseñanza a nuevos creyentes. Un nuevo creyente no debería escoger una iglesia por su estilo de adoración, aunque una adoración activa y vigorosa es importante. Un nuevo creyente no debería escoger una iglesia solo por su atmósfera amigable, o donde la gente pertenece a su misma clase socioeconómica y grupo étnico. Lo principal que un nuevo creyente debe buscar en una iglesia es que sea fiel a las enseñanzas básicas y ortodoxas de la Biblia, y que tenga un ministerio sólido de enseñanza. Una vez que se ha hecho miembro de una congregación de creyentes, el nuevo Cristiano debe activamente asistir a tantas reuniones de adoración y enseñanza de la iglesia como sea posible. Ciertamente, la escuela Dominical, predicación, y servicios de oración son necesarios. Si hay estudios Bíblicos disponibles, el nuevo discípulo debe buscar uno que ministre sus necesidades de enseñanza y compañerismo. Si hay un programa de discipulado en la congregación local, el nuevo “convertido” debería formar parte de él.
La actitud que el creyente debe tener en el discipulado es muy importante. Necesitamos mantener en mente el hecho de que estamos pasando por un proceso de transformación que involucra a dos cosas—una que vemos y sentimos, y la más importante, la ministración que Dios está haciendo dentro de nosotros en secreto. “Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido—no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia—ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor,” (Filipenses 2:12). Esto demuestra el lado que vemos y sentimos—y parece que estamos haciendo trabajo original. Pero el resto de la oración esta en le versículo 13, “…porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.” La acción importante es lo que no vemos—es el omnipotente, soberano Dios trabajando en nuestras vidas llevando a cavo Su voluntas.
Siempre que tratamos con este tema en la iglesia, nos encontraremos peleando con el síndrome de “no me juzgues.” La gente trata de ignorar o evadir los claros textos de la Biblia y sus aplicaciones en la vida con una discusión al sentirse atacados por la persona que pone en evidencia el problema. No nos engañemos, si estamos en una situación de rebelión habitual y pecado, y profesamos el Cristianismo, “callar al delatador” no elimina el problema. La gente que usa la frase “no me juzgues” da mal uso a mucho de las Escrituras, como en Mateo 7:15, que nos dice como juzgar adecuadamente con la actitud correcta, y esta gente trata de decir que juzgar no es apropiado en ningún caso—“todo esta entre yo y Dios.” Esta es solo una forma de tratar de esconderse detrás de una supuesta tecnicidad. No debemos juzgar en el sentido de condenación de justicia propia, pero como creyentes individuales, tenemos la obligación de confrontar el pecado, con oración, amor y humildad.
Galatas 6:1 Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.
Santiago 5:19-20 Hermanos, si alguno de entre vosotros se ha extraviado de la verdad, y alguno le hace volver, sepa que el que haga volver al pecador del error de su camino, salvará de muerte un alma, y cubrirá multitud de pecados.
Corporativamente, la verdad es que la iglesia local DEBE juzgar su propia gente cuando esta se encuentra en verdaderos problemas de pecado, o está deshonrando a nuestro Señor y otras congregaciones. En 1 Corintios 5 y 6, Pablo reprende severamente a la iglesia en Corinto porque no hacían nada para juzgar a un creyente que era abiertamente rebelde, y porque estaban trayendo las contiendas entre sus miembros a tribunales seculares. La verdadera perspectiva es que debemos hacer lo que nos dijo Jesús en Juan 7:24, y “Juzgar con Juicio Justo.” Los que profesan la fe Cristiana no son actores independientes—tenemos una obligación para con nuestro Señor y para otros creyentes, nuestra congregación local, y la iglesia en general para vivir como Cristo desea que vivamos.
Una vez que dejamos atrás el síndrome de “no me juzgues,” tenemos que darnos cuenta que hay muchas instrucciones en la Biblia sobre el comportamiento que los Cristianos debemos tener. Nuestras vidas no deben ser centradas en lo que no hacemos-PERO hay reglas de estilo de vida, cosas que un Cristiano DEBE hacer y cosas que NO debe hacer. En lugar de dar una lista sobre esto, hablaremos acerca de categorías generales que la Escritura nos enseña en esta área, y sobre algunas cosas muy específicas.
Los valores personales de un creyente no son cosas que él o ella deciden—la Biblia nos dice lo que estos deberían ser. La visión Cristiana del mundo del capitulo 1 de este libro es un buen lugar para comenzar—si sabemos porque estamos aquí lo que la Verdad es, entonces estamos en el camino adecuado para una vida obediente. Necesitamos combinar esto con el reconocimiento de la influencia continua del pecado en nuestras vidas y la necesidad de combatirlo con la ayuda de Dios.
Los creyentes en Cristo deben tener Respeto por la Vida Humana, porque Dios es el autor de cada vida, y Él nos dice que no debemos cometer asesinato. Esto pone a los Cristianos creyentes de la Biblia en directa oposición con los que están a favor de la muerte (abortos y eutanasia) que tanto predominan en nuestra sociedad hoy en día. Los Cristianos deben tener Respeto por el Gobierno. Esto aplica a la providencia de Dios en nuestras vidas individuales y al gobierno secular que él ha establecido para gobernar la sociedad. Debemos tener Respeto por la dignidad del ser humano en general y de la gente individual sobre las plantas y animales, sobre las necesidades personales, deseos, y posesiones materiales. Dios creo a la gente para que viviera con Él eternamente—somos creados a imagen y semejanza de Dios. Las personas son más importantes que los animales, y el movimiento de igualar los derechos de los animales con los del ser humano es paganismo total. Esto no quiere decir que la crueldad innecesaria sea aceptable, pero reconoce lo que la Biblia enseña acerca de nuestro domino sobre los animales, los cuales son nuestros y para nuestro beneficio.
Génesis 1:26-28 Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra. Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.
Los Cristianos debemos ejercitar la responsabilidad Personal—siempre debemos vivir nuestra vida con voluntad y esfuerzo para trabajar y mantenernos con honestidad.
2 Tesalonisences 3:6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros
2 Tesalonisences 3:10-12 Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan.
El tema más fuerte hoy en día para los creyentes probablemente sea la Sumisión a las reglas de Dios en cuanto a la sexualidad—específicamente, que la actividad sexual legítima es solamente entre un hombre y una mujer unidos en el matrimonio. Esto reconoce la enseñanza Bíblica de que las relaciones sexuales entre personas del mismo sexo, el adulterio, sexo antes del matrimonio, incesto y bestialidad son comportamientos inaceptables, y no deberían ser practicados por los creyentes Cristianos. No solamente no debemos practicarlo, tampoco, como un cuerpo, debemos tolerar este tipo de comportamiento en nuestra congregación, tampoco debemos, como congregación aprobarlo en la vida de otros—debemos expresarlo amorosamente, pero no debemos aprobar estilos de vida que van en contra de las leyes de Dios.
1 Corintios 6:9-11 ¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.
1 Corintios 6:18-20 Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Romanos 1:25-27 ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén. Por esto Dios los entregó a pasiones vergonzosas; pues aun sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres, y recibiendo en sí mismos la retribución debida a su extravío.
Para guiarnos en nuestro comportamiento, tenemos las porciones de la Ley del Antiguo Testamento y escritos repetidos o re-enfatizados en el Nuevo Testamento, o que son congruentes con el Nuevo Convenio. Por ejemplo, encontramos 9 de los 10 mandamientos repetidos en el Nuevo Testamento—siendo la excepción el día Sábado. Encontramos en la Ley del Antiguo Testamento prohibiciones específicas contra inmoralidad sexual y perversión las cuales son repetidas y aumentadas por Pablo. Encontramos en el Antiguo Testamento prohibiciones específicas contra idolatría y prácticas religiosas paganas, y encontramos una riqueza de consejos prácticos y advertencias en Proverbios y Eclesiastés. Finalmente, tenemos los muchos ejemplos de las Historias narrativas de cómo la gente batallo con el pecado y como encontró esperanza en la ayuda de Dios. Pablo nos dice que estas cosas “ocurrieron como ejemplos.” (1 Corintios 10:6) Para ayudarnos en nuestro diario vivir. En el Nuevo Testamento, tenemos muchos mandamientos (he leído que hay más de 1300 mandamientos en el Nuevo Testamento, pero nunca los conté para verificar). En general, estos mandamientos nos dicen como debemos de vivir en la Iglesia, en la Familia, y en la Sociedad. Nuestro Salvador nos llama y nos invita a seguirlo en nuestras vidas—hagámoslo así.
Efesios 6:10-13 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes.
Ya sea que seas un nuevo creyente o un santo experimentado, quizás no te des cuenta de algo muy importante—tú eres un soldado en una guerra continua. Esto no es la pelea filosófica entre “el bien y el mal,” esto es parte de una antigua rebelión entre las fuerzas de Satanás y el Dios Todo Poderoso. Esta no es una pelea entre iguales—no hay comparación entre el poder y conocimiento del Todo Poderoso y la oposición relativamente débil que está destinada a perder. En un sentido, no hay lucha verdadera, porque la batalla progresa según el plan de Dios, y al final Dios gana.
Hay un mundo oculto—hay fuerzas espirituales que no podemos ver, pero afectan nuestro mundo y emprenden una batalla constante en la sociedad humana. Por un lado están Satanás y sus fuerzas demoníacas. Satanás fue originalmente un punto alto en la creación de Dios—él era el jefe de los seres celestiales, y era una criatura de hermosura y adoración a Dios. Sin embargo, él se puso celoso y quería ser Dios, y se rebeló contra el Todo Poderoso. Originalmente sus demonios eran ángeles—mensajeros especiales de Dios, que tenían como propósito el glorificarlo y ministrar a Su gente. Pero una porción de los ángeles (la Biblia dice que un tercio—Apocalipsis 12) se revelaron contra Dios bajo el liderazgo de Satanás, para convertirse en lo que conocemos como demonios. Satanás y sus demonios tienen poderes que parecen impresionantes a los humanos. El propósito de estos demonios es hostigar, atacar y corromper Cristianos, impedir conversiones, y deshonrar a Dios.
Del otro lado del conflicto eterno están Dios y sus Santos Ángeles. Los Ángeles son perfectos, sin pecado, y también muy poderosos. Están ministrando espíritus que llevan a cavo el plan de Dios, y que trabajan para el beneficio de la gente de Dios. Su propósito es llevar a cavo la gran comisión, y la salvación de la gente de Dios. La gente de Dios, creyentes nacidos de nuevo, son parte de este ejército angelical, y también son protegidos por sus anfitriones.
Actualmente, hay dos puntos de vista extremos sobre la Guerra Santa, que concuerdan muy poco. Por un lado están aquellos que, por el temor a todo, hasta lo que es remotamente carismático, ignoran la Guerra Santa, o niegan totalmente que tengamos algo que ver con ella, o adoptan una extraña clase de agnosticismo místico al respecto. Admiten que tal cosa existe, pero no están dispuestos a ir más aya de admitirlo y estudiarla, o tomar parte en ella. Por otro lado, están aquellos (la mayoría en el campo carismático) que adoptan un enfoque místico contrario a la Biblia, o que se alejan tanto que ven demonios debajo de cada árbol—como los Macartistas de los 1950´s que vieron a un comunista detrás de cada arbusto. La verdad de la Guerra Espiritual esta en medio de estos dos extremos. Veremos seis puntos que nos ayudarán a entender la Guerra Santa: (1) Hay una guerra; (2) la batalla es del Señor; (3) nuestra parte en la batalla; (4) nuestras armas descritas; (5) el problema de especulación y persecución; (6) la solución—estudiar, creer y obedecer la Palabra de Dios.
Hay una Guerra en este momento. Comenzó con la rebelión en el cielo (Isaías 14:12; Apocalipsis 12:7-9), y ha tenido muchas escaramuzas (Daniel 10:12-13, por ejemplo). La Biblia nos da a conocer algunas cosas sobre el método del enemigo (1 Pedro 5:8; Job 1:8-12, etc.), y con gracia se nos permite dar un vistazo a los ejércitos del SEÑOR (Josué 5:13-15; 2 Reyes 6). Sin embargo, la Biblia no explica la Guerra Santa en detalle; las reglas de combate no han sido cuidadosamente trazadas para nuestro entendimiento, y solo se nos da una idea de la composición específica de los ejércitos implicados. Mucho de esta guerra se mantiene escondido a nuestra vista. Contrario a la doctrina de salvación, la Deidad de Cristo, o las otras doctrinas que son vitales y básicas para la fe, no se nos ha dado detalles sobre la naturaleza de la guerra y los involucrados.
La Batalla es del Señor—es la batalla de Dios, no es nuestra. Al igual que con cualquier campaña militar entre naciones humanas, el comandante determina el curso de la batalla, asigna deberes, y conduce cualquier conversación que se lleve a cabo con el enemigo. En el ejército de Dios, el Comandante hace aún más. Él Mismo lleva la espada en la batalla (Josué 5:13-15, Éxodo 15:3). Él personalmente ordena a sus legiones celestiales que están atentas a su llamado y señal. (Mateo 26:53), y a menudo nos dice, a Su ejército terrenal, que nos mantengamos en pié y simplemente mirar mientras Él hace el trabajo (2 Crónicas 20:15; 1 Samuel 17:47; Éxodo 14:11-14; Deuteronomio 1:30; 3:22; 20:4; Josué 10:14, 22; 23:3, 10). Al igual que las batallas del Viejo Testamento fueron de Dios, así es con la Salvación y Evangelización del Evangelio. Él nos carga para evangelizar el mundo, pero es Su poder el que asegura el éxito (Mateo 28:19-20, Hechos 1:8, Apocalipsis 17:14) “La Batalla es del Señor.”
Aunque las batallas de la Guerra Santa son peleadas fuera de nuestra vista, formamos parte de ellas. Nuestra parte, sin embargo, no es mística, mágica, exaltada, o altamente visible, y no es tan notoria o indispensable. Se nos dice que nos entreguemos a Dios y resistamos al diablo (Santiago 4:7; 1 Pedro 5:8-9); debemos derribar todo pensamiento y altivez en las mentes y corazones de la gente y traer cada pensamiento a la obediencia del Evangelio (2 Corintios 10:4-6). Debemos llevar la palabra de Dios a todo el mundo (Mateo 28:18-20; Hechos 1:8; 1 Tesalonisences 1:8) y estudiar continuamente para presentarnos aprobados por Dios (2 Timoteo 2:15). ¡Así es como los Cristianos van a la guerra! No vamos a la guerra con conjuros como los del voodoo, ni con oraciones de “declaración” o “dominación,” ni vamos a la guerra con filosofía humana (1 Corintios 2:1-6) —vamos a la guerra con la Palabra Pura de Dios. ¡Peleamos la buena pelea con el Evangelio!
2 Corintios 10:4-6 “porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo, y estando prontos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia sea perfecta.
Los versículos de arriba se encuentran entre los más malversados de la Biblia. A menudo, los predicadores los citarán como justificación para alguna clase de poderes místicos y medio mágicos para tratar con fuerzas demoníacas. Estos predicadores nos dicen que debemos “declarar dominio,” y “declarar nuestra dominación,” y hacer que demonios reales o imaginarios salgan de nosotros. Mientras es verdad que los creyentes tienen autoridad sobre el otro mundo, si están en la voluntad de Dios, y si están siguiendo las instrucciones de Dios, la manera normal de llevar a cabo una guerra espiritual no es por medio de la confrontación directa de espíritus malos.
Además, nunca se nos ha instruido para declarar poder sobre fuerzas demoníacas y ordenarles que se vallan, etc., como es el “procedimiento” normal en los ministerios de “liberación.” Mientras que la Biblia relata confrontaciones entre nuestro Señor y lo demoníaco, debemos darnos cuenta que Él fue y es distinto a nosotros en poder, autoridad, y habilidad—Él siempre conoció la voluntad de Dios Padre para Su vida, porque Él también era Dios. Como el Apéndice 1 nos dijo, Él mantuvo todo su poder y autoridad mientras estuvo en la tierra. Verdaderamente, hubo muchas ocasiones que las fuerzas demoníacas fueron horrorizadas por Su presencia, porque sabían quien era Él. También hubo algunas confrontaciones entre los apóstoles y lo demoníaco, pero fueron relativamente muy pocas y separadas entre si, y las confrontaciones de esa naturaleza solo deberían ser hechas por creyentes puros y maduros después de mucha oración y ayuno. Este tipo de confrontación directa era tan rara que hay muy pocas instrucciones al respecto en la Biblia. Por otro lado, El primario y ordinario tipo de guerra espiritual que debería ser parte de la vida de todo creyente, esta completamente descrito en la Biblia, y ese es el tipo de guerra que muchos ignoran.
Como lo dice claramente en 2 Corintios 10, citado arriba, nuestras armas son aquellas que derriban argumentos, imaginaciones y altivez, y capturar los pensamientos de la gente para cautivarlos. Como hemos dicho antes, nuestras armas tienen que ver con el Evangelio. Debemos ponernos “toda la armadura de Dios,” como podemos leerlo en Efesios 6:10-13 a la cabeza de este Apéndice. ¿Cuál es esa armadura?
Efesios 6:14-18 Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;
La primera arma es el lomo ceñido con la Verdad. La Verdad es la primera que se menciona, porque es la más vital, es la base para todo lo demás. Aunque verdaderamente poseamos justicia y salvación, aunque nuestra fe se grande, sin la verdad seremos malos soldados. De la misma forma que el cinturón del soldado Romano detenía todas sus herramientas de la guerra unidas, es la verdad la que nos da la atmósfera para trabajar. Al final de los tiempos, aquellos que les gusta la exhibición, el espectáculo, las señales y maravillas se perderán—aquellos que valoran y aman la Verdad se salvarán.
2 Tesalonicenses 2:9-10 Inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos.
La próxima pieza es la coraza, esta protege al corazón y las partes vitales del soldado. Para el Cristiano, esta coraza es la justicia, la cual es nuestra solo por medio del trabajo terminado de Cristo (Romanos 3:21-4:25; Filipenses 3:1-10). Si tratamos de ir a la guerra con nuestra propia justicia, estamos dejando atrás una conexión defensora vital. En nuestros pies esta la “preparación del Evangelio de paz.” En la Biblia, a menudo se mencionan tropiezos en la vida de los creyentes. Si hemos aprendido el Evangelio de manera que su paz nos domina (Filipenses 4:1-9), entonces nuestros pies no sufrirán lastimaduras en el campo de batalla de la Guerra Santa.
Nuestro escudo es el escudo de Fe. Cave notar que la Fe no es un arma ofensiva—no usamos nuestra fe para declarar victoria o declarar dominación. La fe es defensiva—cuando el enemigo nos acusa, cuando dardos ardientes son lanzados a nosotros, nosotros prevalecemos sobre el ataque por medio de nuestra fe en Cristo. Cuando todo parece perdido, nosotros “caminamos por medio de la fe, no por medio de la vista.”
Nuestro yelmo es la salvación. Nuestras cabezas no pueden ser aplastadas en la batalla, porque el yelmo impenetrable de la salvación nos protege. Si verdaderamente somos hijos de Dios, no podemos perecer en batalla (Juan 10:26-29; Romanos 8:31-39). Tales son las armas defensivas de nuestra armadura.
Las dos armas ofensivas son la espada y la palabra de Dios, y el arma que John Bunyan llamo “Todo-Oración.” De la misma manera que la Verdad mantiene la armadura unida, y la Verdad del Evangelio protege nuestros pies, la Verdad de la Palabra de Dios derriba imaginaciones y derroca fortalezas en los corazones y mentes de la gente. Todo-Oración nos recuerda que la batalla pertenece a Dios—A través de ella, podemos mantenernos en contacto con Dios, y podemos llamar y pedirle ayuda directamente a Él.
Esto no es una completa explicación de todo lo que necesitas saber acerca de la Guerra Espiritual, pero es un buen comienzo. La sección de sugerencias de lectura de abajo te ayudará a encontrar más ayuda en esta área. Recuerda, Tu Eres un soldado en el Ejército de Dios.
Hemos sido bendecidos en este siglo y especialmente en los Estados Unidos de América, con ayuda excelente de estudio para auxiliar a los estudiantes de la Biblia a aprenderla y estudiarla de manera más efectiva. Los libros, Biblias y ayudas de estudio mencionados abajo son los que yo he encontrado más útiles en 20 años de estudio Bíblico.
Una Buena Biblia de Estudio—Este es muy útil para cualquier programa de Estudio Bíblico constante. Las Biblias de Estudio incluyen concordancias, para que puedas ver como las palabras son usadas en diferentes partes de la Biblia, y tienen artículos que pueden ayudarte a entender hechos de arqueología, etc. Aunque yo cuento con diferentes tipos de Biblias, NO recomendaría que un nuevo estudiante utilice una que tenga pies de página en la misma página que el texto. Hasta hoy, la mejor Biblia de Estudio para mi, una que uso constantemente, es la Thompson Chain Reference Bible, la cual viene en las versiones de King James, New American Standard, y New International Version.
1. Una concordancia exhaustiva. Esta herramienta te ayuda a localizar cualquier palabra en la Biblia, y ver como es usada a través de la Biblia. Hasta hoy las dos mejores son Young’s Analytical Concordance y Strong’s Exhaustive Concordance.
2. Un Buen diccionario Bíblico, como los publicados por Zondervan.
3. Libros de diferentes temas, como los que han sido enlistados en las bibliografías de cada capítulo.
Lectura suplemental sugerida para el Capítulo Uno
1. The Francis A. Schaeffer Trilogy, por Dr. Francis A. Schaeffer, Crossway Books, 1990.
2. Worldviews in Conflict por Ronald H. Nash, Zondervan, 1992
3. The Genesis Record por Henry Morris
4. Genesis in Space and Time por Francis A. Schaeffer
Lectura suplemental sugerida para el Capítulo Dos
1. The Battle for the Bible, Harold Lindsell
2. Studies in Theology, Lorraine Boetner
3. The Canon of Scripture, by F. F. Bruce
4. Evidence That Demands a Verdict, and More Evidence That Demands a Verdict by Josh McDowell
Lectura suplemental sugerida para el Capítulo Tres
Knowing God by J. I. Packer
The Attributes of God by A W Pink
The Sovereignty of God by A W Pink
The Existence and Attributes of God by Stephen Charnock
Lectura suplemental sugerida para el Capítulo Cuatro
Studies in Theology by Loraine Boettner
Oneness Pentecostals and the Trinity by Gregory A. Boyd
Systematic Theology by L. Berkhof
Gill’s Body of Divinity by John Gill
Schaff’s History of the Christian Church, Volumes 2 and 3, by Phillip Schaff
Lectura suplemental sugerida para el Capítulo Cinco
The Life and Times of Jesus the Messiah por Alfred Edersheim
More Than a Carpenter por Josh McDowell
Studies in Theology por Lorraine Boettner
Lectura suplemental sugerida para el Capítulo Seis
Pasajes Biblicos: Romanos capítulos 1-5; Galatas capítulos 1-4; Efesios capítulos 1 y 2; Juan capitulos 3, 10, 17; Hechos capitulo 15.
Grace and Justification: Romans 3:21-4:25 por D. M. Lloyd-Jones
The Doctrines of Justification and Sanctification por A.W. Pink
All of Grace por C. H. Spurgeon
Materiales de lectura y estudio para Guerra Espiritual
The Handbook for Spiritual Warfare por Dr. Ed Murphy
Arming For Spiritual Warfare por George Mallone
1. Si eres creyente, ¿cual era tu punto de vista sobre la verdad absoluta y el propósito de la vida humana antes de que te convirtieras en creyente?
2. Si no eres creyente, ¿cual es tu punto de vista sobre estas cosas?
1. Ve un episodio de por lo menos cuatro diferentes talk shows, y escribe las declaraciones hechas por los presentadores y otros que revelen su visión del mundo.
2. Pide a no creyentes que conoces que respondan a las dos preguntas básicas del Capítulo Uno. Anota su respuesta.
3. Si eres padre y tienes hijos que van a la escuela, pide a algunos o a todos los maestros que respondan las dos preguntas básicas. Anota su respuesta.
4. Si tienes hijos que van a la preparatoria, has a ellos estas dos preguntas.
5. Pide a cristianos que conoces que no son miembros de tu iglesia que respondan las dos preguntas básicas. Si hiciste el proyecto similar para el prefacio, pregúntale a gente diferente.
6. Estudia el contexto de todos los versículos mencionados en este capítulo.
1. ¿Cual es el significado correcto de “inspirado” cuando esta palabra es aplicada a la Biblia?
2. ¿Cuales son algunos ejemplos del uso incorrecto del término “inspirado”?
3. ¿Cuanto de la Biblia es inspirado?
4. ¿Las palabras de la Biblia son en si inspiradas?
5. ¿Hay algún área de la vida humana que sea excluida de la autoridad de la Biblia?
1. Escoge entre cinco y diez iglesias de diferentes denominaciones de tu directorio telefónico, y llama a sus pastores. Pregunta a los pastores las siguientes preguntas:
a. ¿Crees que la Biblia es verbalmente inspirada, literalmente verdadera, y sin error?
b. ¿Crees que los hechos históricos descritos en la Biblia realmente pasaron?
c. ¿Crees que la Biblia es autoritaria en todas las cosas de la fe y la vida?
2. Llama cinco o más pastores de las mismas denominaciones a la tuya, y hazles las mismas preguntas.
1. Define cada uno de los atributos de Dios mencionados en este capitulo usando tus propias palabras:
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
2. Ahora, para cada atributo mencionado, encuentra un versículo en la Biblia que tu creas mejor defina el atributo de Dios.
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
1. Llama a siete pastores locales al azar, y pide a cada uno de ellos que defina uno de los atributos mencionados en este capítulo. Escribe sus respuestas aquí para discutir en clase posteriormente.
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
2. Habla con siete Cristianos que conoces (preferiblemente de una congregación diferente) y pide que cada uno de ellos defina un atributo. Escribe sus respuestas aquí.
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
3. Habla con siete personas que no asisten a ninguna iglesia y pide que te contesten las mismas preguntas
a.
b.
c.
d.
e.
f.
g.
1. De acuerdo a la Biblia y Su propio testimonio, ¿es Jesús el Dios Eterno? Menciona por lo menos dos versículos de la Biblia que soporten la Divinidad de Jesús.
2. Menciona por lo menos un versículo que muestre al Padre, Hijo, y Espíritu Santo manifestándose a la misma vez.
3. ¿Es el Espíritu Santo una Persona? Menciona por lo menos dos versículos bíblicos que soporten tu respuesta.
1. Llama cinco pastores de iglesias diferentes a la tuya, y pide que respondan a las siguientes preguntas.
a. ¿Crees en la doctrina de la Trinidad?
b. ¿Es Jesucristo el Dios Eterno?
c. ¿Es el Espíritu Santo una persona?
d. ¿Si crees en la Trinidad, cuando fue la última vez que predicaste o diste una clase sobre este tema?
2. Llama a cinco Cristianos que conoces y pide que te respondan las primeras tres preguntas. Luego pregúntales cuando fue la última vez que su pastor predicó o dio alguna clase sobre la Trinidad.
1. ¿Existió Cristo antes de nacer en este mundo?
2. ¿Fue Jesús el Mesías que nació de una virgen?
3. ¿Murió Jesús en la Cruz por los pecados, y como substituto por los pecadores?
4. ¿Resucitó Jesús literalmente en cuerpo de entre los muertos?
5. ¿Regresará Jesús literalmente en cuerpo en algún tiempo futuro?
1. Estudia las respuestas que obtuviste de pastores de diferentes iglesias. Pide a los pastores que te dijeron que no creen que la Biblia sea literalmente verdadera y sin error, que respondan las preguntas de arriba. Haz las mismas preguntas a los pastores que te dijeron que si creen que la Biblia es literalmente verdadera y sin error.
2. Pide a por lo menos cinco Cristianos de diferentes congregaciones a la tuya que contesten las preguntas de arriba.
3. Pide a cinco personas que no asisten a ninguna iglesia que respondan las mismas preguntas.
Una Respuesta Bíblica y Teológica
a la Falsa Doctrina de Kenosis
Una enseñanza cada vez más frecuente en círculos evangélicos, particularmente en círculos carismáticos, es la doctrina de Kenosis. Esta falsa enseñanza es sacada de lo impuro, es peligrosa por las otras doctrinas falsas a las que introduce, y se desenvuelve frente a la cara del corazón del cristianismo. ¿Qué es? La doctrina enseña que el Mesías, para poder tomar la forma de siervo, y ser encarnado, tuvo que dejar a un lado muchos o incluso todos sus poderes y atributos de Dios y que “vivió como simple hombre.” Los defensores de esta herejía, en un esfuerzo por asumir una postura ortodoxa, tratan de decir que de alguna manera el “siguió siendo Dios,” aunque dejó a un lado todas las partes de ese ser. Esta enseñanza, que niega tanto del corazón de la fe ortodoxa, viene de la mala interpretación y el mal uso de una palabra Griega.
Esta palabra, y la doctrina que describe, se refieren al versículo profundo, misterioso, pero importantemente vital de Filipenses 2:5-8, y especialmente en el versículo 7, donde dice Cristo “se rebajó voluntariamente,” o “se despojó.” La palabra en el original es ekenosen, de la palabra kenoo, que puede significar “despojar.” Las otras referencias a la palabra son Romanos 4:14, donde el significado es “vano,” 1 Corintios 1:17, donde significa “anular,” 1 Corintios 9:15, donde significa “privar de,” y 2 Corintios 9:3, donde significa “resultar vano.” Estas referencias tratan de principios abstractos, tal como la fe, predicación, o enorgullecerse—ninguna se refiere a una persona, o siquiera un objeto. Entonces, el uso de la palabra como es usado en Filipenses 2:7 es único. La pregunta, que debería ser repetida después es “¿de que se despojó Cristo?” Los maestros de Kenosis dicen que lo que hizo Cristo fue “despojarse de todo su poder.”
El área doctrinal con la que estamos tratando no es académica, involucra al corazón y el centro de nuestra fe. No es tampoco solo un tema para eruditos, sino para todos nosotros. La enseñanza de kenosis se ha hecho prominente en círculos carismáticos, y es la base de mucho de lo que promulgan. De hecho, mucho de la extraña teología que rodea al llamado “movimiento de fe” esta basado en el entendimiento kenotico de la encarnación, combinado con lógica de la nueva era que dice que si Jesús dejó Sus poderes y atributos a un lado y vivió como un simple hombre, nosotros, los cristianos nacidos de nuevo somos “…al igual que Jesús somos una encarnación de Dios” (Keneth Copeland)
En otro intento ser lógicos, estos maestros se acercan a la doctrina parecida al mormonismo llamada apoteosis (somos pequeños dioses). Esto preocupo tanto a Walter Martin que lo último que escribió antes de ir con el Señor fue la contribución a un libro que refutaba estos patrones teológicos entre los Tele evangelistas.1 Este artículo sobre Kenosis no es un análisis detallado, sino un contorno ampliado con pies de página, cubriendo estas áreas:
La doctrina de Kenosis, esta parte del artículo incluye material de referencia que muestra que el origen de este punto de vista viene de los teólogos liberales alemanes del siglo 19. Estos promulgaron la enseñanza de Kenosis por primera vez, este artículo también la compara con la enseñanza de Kenosis moderna.
· La posición ortodoxa sobre la humillación de Cristo. También incluye declaraciones de eruditos Evangélicos sobre este tema.
· Una Refutación Critica de la doctrina de Kenosis.
· Un método alternativo de manejar los “versículos problemáticos” sin alejarse de la Cristología ortodoxa.
1. “A la mitad del siglo diecinueve una nueva forma de Cristología apareció en medio de las teorías Kenoticas."2 Así es como Berkhof introduce el tema. Luego delinea tres formas de enseñanza Kenotica – la primera, y menos ofensiva, parece acomodarse en el punto de vista general: “Thomasius hace distinción entre los atributos absolutos y esenciales de Dios… y Sus atributos relativos, que no son esenciales a la Deidad, como son omnipotencia, omnipresencia, y omnisciencia; y mantiene que el Logos, mientras mantuvo su divina consciencia de si mismo, puso a un lado los atributos antes mencionados, para fin de tomar una verdadera naturaleza humana.”3
2. “La esencia del punto de vista Kenotico original es declarado claramente por J. M. Creed. ‘El Logos Divino en Su encarnación Se privo a Si mismo de Sus atributos divinos como la omnisciencia y la omnipotencia, para que en su vida encarnada, la Persona divina es revelada y solamente revelada a través de una consciencia humana.’” 4
3. Charles Hodge clasifica este punto de vista bajo Formas Modernas de Doctrina [Cristología], y lo incluye entre otras doctrinas llamadas Cristología Teística enseñadas por varios teólogos liberales alemanes de esa era.5 Una de estas formas lo explica así: “…que el Logos Eterno, en el proceso de limitarse a si mismo, se privo de todos sus atributos divinos. Dejó de ser omnipresente, omnisciente, y omnipotente. Se redujo a sí mismo, a las dimensiones de un hombre.”6
Este parece ser el punto de vista general del “mensaje de fe” escuela del pensamiento, y que además es cada vez más prominente en los círculos carismáticos.
1. “Jesús no vino a la tierra como Dios; El vino como hombre. Hizo a un lado sus poderes divinos y tomo la forma de un ser humano – con todas sus limitaciones."7
2. “Ellos [Los Cristianos Ortodoxos] erróneamente creen que Jesús pudo hacer maravillas, y hacer milagros, y vivir sin pecado porque Él tenia poderes divinos que nosotros no tenemos…No se dan cuenta que Jesús vino a la tierra, y voluntariamente dejó a un lado ese beneficio (la Deidad) y vivió aquí no como un Dios, sino como un hombre. No tenía poderes sobrenaturales innatos. No tenia la habilidad de hacer milagros hasta que fue ungido por el Espíritu Santo…Él ministró como un hombre ungido por el Espíritu Santo.”8
El autor de este articulo ha encontrado esta enseñanza en otros círculos teológicos, y por lo menos en un prominente Tele evangelista que no pertenece al campo de “mensaje de fe.”
Incluye declaraciones de notorios Eruditos Evangélicos sobre el tema.
El contexto de Filipenses 2:5-11 es que Cristo se despojo de sí mismo al tomar la forma de siervo. De hecho, el conflicto, desde 2:1 hasta el fin del versículo 15, trata con varias formas de expresiones externas, Cristo siendo el ejemplo para la vida de los santos en Filipi.
1. Pablo estaba insistiendo a los Filipenses que fueran sacrificios vivos, y que no tuvieran gloria personal en mente mientras vivían sus vidas. Luego, uso la encarnación como ejemplo. (2:1-5)
2. Cristo, dice Pablo, siendo en forma (morphe, una expresión externa de una realidad interna) de Dios,no estimó ser igual a Dios como cosa a que aferrarse (ver Juan 17:1-5, 24).
3. La mayoría de las traducciones modernas dicen en el versículo 7 “se despojo,” pero la versión Reina Valera Antigua dice “se anonadó a sí mismo.” Un erudito evangélico escribió sobre esta diferencia “aunque no es una traducción exacta, esta versión va mas allá para expresar el acto del Señor.”9 Luego dice, “tomando la forma de siervo.” Como hemos venido hablando sobre la expresión externa, la vanagloria, la forma externa, etc. y como este es el tema de aquí hasta el versículo 15, el sentido simple de la escritura aquí es que el auto despojo de Cristo fue de la gloria externa y majestad de la Deidad, y que logró eso al tomar la forma de siervo. Esto, por supuesto, es lo que Pablo esta pidiendo a los Filipenses que hagan. El contexto es vital aquí—Pablo no les esta diciendo a los Filipenses que hagan a un lado, despojen o ignoren sus habilidades naturales y talentos, (atributos y poderes), él les estaba diciendo que los entregaran a la voluntad de Dios para el beneficio de la iglesia.
a. Posiblemente por el trasfondo teológico negativo, B.B. Waterfield ha llamado la traducción literal de kenoo “se despojó de si mismo” una “mala traducción” 10
b. “Nada en este pasaje nos enseña que el Verbo Eterno (Juan 1.1) se despojó de Su naturaleza divina, o de Sus atributos, sino solo de su manifestación visible y externa de la Deidad.” 11
c. "Él se despojó, hizo a un lado la insignia de Majestad."12
d. "Cuando fue necesario, Él ejercitó Sus atributos divinos."13
4. Los versículos 8-11 continúa con este pensamiento—Cristo es “…hecho semejante a los hombres…”, y continuó su humillación voluntaria hasta la Cruz, luego fue exaltado por El Padre (como lo discutió con El Padre en Juan 17).
5. Otras referencias de la Escritura que establecen el mismo principio:
a. Juan 1:1-14. Después de explicar Sus perfecciones, [(1) “El Verbo era Dios”—Deidad; (2) “Este era en el principio con Dios,” Eternidad; (3) “Todas las cosas por él fueron hechas…” Creador; (4) “En Él estaba la vida…” Auto existencia;] Juan dice “Y aquel Verbo fue hecho carne.” El hijo de Dios no hizo nada a un lado, más bien agregó algo – Tomó la humanidad para si mismo.
b. 2 Corintios 8:9 “Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos.” Él hizo a un lado la gloria externa de Sus riquezas, ¿pero realmente dejo de ser dueño de ella? No—en Su ministerio terrenal, Él declaró ser el Señor del día de reposo, y ejercitó dominio sobre fenómenos naturales, enfermedades y fuerzas demoníacas, y hasta demostró que poseía poder sobre la vida y la muerte. Su pobreza no consistió en lo que tuvo que hacer a un lado (porque aún mantuvo el titulo) tanto como de lo que tomó – nuestra naturaleza.
c. 2 Corintios 5:21 “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.” En su acto de expiación, ¿a caso hizo a un lado Su Santidad? No, no es que se haya despojado de nada, más bien agrego algo—Él tomo nuestros pecados.
La primera, y la más obvia referencia es Su conversación personal con el Padre en Juan 17—Él pide (de “hombre a hombre, entre iguales”) por el regreso de Su Gloria. Nunca menciona el regreso de su poder o sus atributos—¡porque siempre los tuvo!
1. Omnisciencia—Juan 11:11-14 (“…cuando Jesús estaba a 80 kilómetros de distancia…”)14 Juan 2:24-25, 6:64, 70-71. Y las ocasiones en las que parece ignorar, son porque estaba hablando desde su naturaleza humana, tomando nuestro lugar, estas envuelven un completo entendimiento de la enseñanza ortodoxa que tiene que ver con la relación entre el Cristo Divino y el humano, la cual será discutida en la sección IV.
2. Omnipotencia: (demostrada de una forma vívida en el poder sobre la vida y la muerte) Juan 10:17-18, 5:21-23, Lucas 7:14, Juan 11:43-44, Mateo 28:18-20, Juan 18:5-6.
3. Omnipresencia: Mateo 18:20, Juan 1:48 (Salmo 139, Génesis 16:13), Juan 3:13 (MAJ…Texto)
4. Providencia: Hebreos 1:1-3—Notar que “heredero de todo” fue afirmado de Él en el contexto de su ministerio terrenal declarando la verdad de Dios, y antes de su expiación, resurrección, y exaltación. Colosenses 1:17—“y todas las cosas en Él subsisten [se mantienen unidas]” El universo es mantenido por Su palabra de poder—Él lo mantiene unido—esa es en una parte esencial de quién Él es. No hay ninguna insinuación en la Escritura de que Él dejó a un lado esta función en la encarnación.
5. Soveranía: Marcos 2:28, Mateo 11:27, Juan 17:2, Juan 3:35
1. Pablo dice que en Cristo “…están escondidos todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento,” (2:3) y “…Mirad que nadie os engañe por medio de filosofías y huecas sutilezas, según las tradiciones de los hombres, conforme a los rudimentos del mundo, y no según Cristo. Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad.” (2:8-9, énfasis agregado)
2. El argumento podría ser (y ha sido) de que esos versículos aplican a Cristo solo en Su exaltación, y no en Su humillación. Primero, esa lógica se apega a la idea agnóstica de “progresión,” de que el Verbo después de Su exaltación fue materialmente y esencialmente diferente (mejorado) como persona de lo que fue durante su humillación. ¡Esta es exactamente la misma idea con la que Pablo estaba peleando en el libro de los Colosenses! El argumento final, sin embargo, se encuentra en el capitulo 1: “…por cuanto agradó al Padre que en él habitase toda plenitud,y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz.” (1:19-20) ¡Toda la plenitud del Padre habitó en Él durante su ministerio terrenal!
Los teólogos que elaboraron la doctrina kenotica estaban tratando con dos problemas. El primer problema era como tratar esos textos de la Escritura (como en las sectas) que parecen indicar que Cristo fue menos que Dios, pero sin disminuir lo que de forma muy obvia enseña la Biblia, que Cristo fue “tan Dios como el mismo Dios.” El segundo problema surgió de su entendimiento de que Cristo vivió su vida en sumisión total a la voluntad del Padre, y en gran parte como un hombre en quien habitaba plenamente el Espíritu Santo. No podían armonizar eso en sus mentes con la plenitud de Su deidad. El problema con estos maestros es que eran teólogos liberales—no aceptaban la verbal y plena inspiración de la Biblia. Debido a esto, elaboraron una respuesta teológica y filosófica equivocada, e ignoraron el hecho de que los problemas ya habían sido resueltos por la Escritura, y habían sido arreglados por los maestros y líderes de la iglesia primitiva durante el periodo de D.C. 250-451. En un esfuerzo por mejorar el concilio de Calcedon, crearon más problemas que los que trataron de resolver—y ni siquiera resolvieron los que originalmente percibieron como problemas en la fe ortodoxa.
A. Las Bases filosóficas y teológicas de Kenosis son altamente cuestionables.
Este proceso comenzó con un concepto incorrecto de Dios como el Absoluto Dios Todopoderoso.
1. Thomasius de Erlangen, uno de los primeros autores, “…Él distingue entre los atributos absolutos y esenciales de Dios,” y enseñó que la omnisciencia, omnipresencia, y omnipotencia “…no son esenciales para la Deidad…”15
Esto es realmente ridículo, y no hay absolutamente ninguna base Bíblica para clasificar los tres atributos como no esenciales para la Deidad. Los teólogos filósofos podrían encontrar alguna forma de agregar esto, pero en las palabras de un gran maestro de Biblia en este siglo, “…No hay otra posible alternativa entre un Dios absolutamente supremo, y ningún Dios.” 16 Es imposible imaginar algún ser digno del titulo YO SOY quien no posee los atributos esenciales continuamente postulados a Dios por la Biblia. La Biblia jamás menciona a Dios siendo algo menos que Absoluto. Los tres atributos cuestionados, Conocimiento absoluto, Poder, y Presencia, son fundamentales a lo que Jehová es. Las declaraciones sarcásticas hechas por Jehová contra falsos “dioses” usualmente se centran en la ignorancia, impotencia, e inmovilidad de estos dioses (Deuteronomio 4:28, Isaías 45:20, Jeremías 10:5, 15). En comparación con ídolos, Jeremías dice “No es así la porción de Jacob; porque él es el Hacedor de todo, e Israel es la vara de su heredad; Jehová de los ejércitos es su nombre.” (10:16) De hecho, si uno lee los impresionantes pasajes como Isaías 40, Job 38:1-42:6, Salmo 90, Romanos 11:33-36, etc., al igual que otros incontables versículos y pasajes que aclaman y se maravillan ante la grandeza del Todopoderoso Jehová, no puede haber otra conclusión mas que Dios es Absoluto. No hay ninguna manera Bíblica en la que el Hijo pudiera hacer a un lado Su conocimiento divino, su poder, y presencia, y seguir siendo Dios “en esencia.” La distinción es estrictamente resultado de la filosofía humana. Al tratar Kenosis, Charles Hodge, el erudito evangélico Norteamericano del siglo pasado escribió:
2. “La teoría en cuestión es contraria a la clara doctrina de religión revelada y natural al tratar de la naturaleza de Dios. Él es Espíritu, Infinito, Eterno, e Inmutable. Cualquier teoría, entonces, que asume que Dios hace a un lado Su omnipotencia, omnisciencia, y omnipresencia, y se hace tan débil, ignorante y limitada como un chiquillo, contradice el primer principio de toda la religión…”17
3. Debemos tomar en cuenta que Hodge acepto totalmente la doctrina de encarnación, que Dios se hizo carne, como niño y como hombre. Sin embargo, lo vio a la luz de la Cristología histórica, como discutimos en sección IV, que mientras todo eso era verdad, Cristo no fue limitado a esa forma de siervo, y que no fue limitado por ello, excepto que Él voluntariamente dejó de ejercer Su Gloria, y algunas veces, decidió no usar Sus otros poderes, aunque los mantuvo plenamente.
4. Berkhof trae más luz a los antecedentes filosóficos de Kenosis cuando escribe: “La teoría es basada en la idea panteísta de que Dios y el hombre no son absolutamente tan diferentes, pero que uno puede transformarse en el otro. La idea Hegélica de transformación es aplicada a Dios, y la línea absoluta de demarcación es borrada.” 18 Los teólogos que inventaron esta herejía eran eruditos alemanes empapados en la filosofía insidiosa de Hegel, el precursor del comunismo y el fascismo.
B. La vital doctrina de Inmutabilidad es completamente destruida por la enseñanza Kenotica
(Cf. Malachi 3:6; Santiago 1:17; Hebreos 13:8)
1. Bíblicamente, no hubo ningún cambio esencial en la naturaleza de la Segunda Persona de la Trinidad en Su Encarnación, porque Él no perdió los atributos esenciales de la deidad, Él tomó la carne y naturaleza humana. En su propia esencia, no cambió (Hebreos 13:8)
2. Más aya del efecto que tiene sobre la inmutabilidad del Hijo, también destruiría la integridad del Dios Trino si dejara de ser plenamente y totalmente el Dios Absoluto durante Su Encarnación. “Significa una destrucción virtual de la Trinidad, y por ello reduce a nuestro Dios. El Hijo humanizado, despojado de sus atributos divinos, no podría ser una subsistencia divina en la vida Trinitaria.” 19
C. Si el Dios-Hombre que murió en la cruz no fue completamente Dios y completamente Hombre, entonces la integridad de la expiación es destruida.
La sangre que redimió a la Iglesia fue la “Sangre de Dios.” Hechos 20:28 Si Él fue menos que Dios, entonces Su sacrificio de sangre no fue infinitamente poderosa ni capaz de redimir a todos los que creyeron, a los que creen y a los que creerán.
Hay tres conceptos Bíblicos que son el corazón de este método: (A) Entendiendo la doctrina Bíblica de las dos naturalezas de Cristo. (B) Entendiendo Su rol como nuestro padre redentor y substituto, y (C) Entendiendo y admitiendo la existencia del concepto Bíblico de “misterio”—el hecho de que haya algunas cosas que simplemente deben ser creídas, porque no hay una manera posible de entenderlas.
A. Entendiendo la doctrina Bíblica de las dos naturalezas de Cristo.
La Controversia Trinitaria (D.C. 320-381) llevó directamente hacia la controversia sobre la Naturaleza de la Persona de Cristo. Entender las dimensiones doctrinales de esta pelea, y entender las conclusiones alcanzadas por la iglesia es vital para entender como combatir las sectas en esta área, pues las sectas de hoy son simplemente las herejías de ayer; refritas. Durante este periodo de la Historia de la Iglesia, se hicieron muchas cosas malvadas en el nombre de una doctrina u otra, pero milagrosamente, la verdad triunfó.
1. Mientras la iglesia primitiva intentaba entender la enseñanza Bíblica sobre Cristo, hubo tres puntos de vista que se hicieron prominentes. Trataré de explicar estos tres puntos de vista asignando diferentes maneras de escribir el término, “Dios-Hombre” a cada punto de vista.
a. Los Monofisistas enseñaban que Cristo era el Dios-hombre, o sea, no era totalmente Dios y totalmente hombre, sino una tercera entidad que resultaba de una fusión entre las dos naturalezas (La enseñanza Kenotica es la que más se acerca a esto entre las demás herejías de entonces.) Esta herejía era básicamente un residuo de las tendencias Origenistas del Arianismo, y se hizo fuerte en las áreas que habían sido las más fuertes del Arianismo. La batalla de este grupo era que María es la Theotokos, o Madre de Dios. Los Monofisistas llevaron esta enseñanza errónea (la cual sobrevivió, sin adherir las conclusiones Cristólogas) a los extremos, e hicieron de Cristo un ser de otra categoría, con una naturaleza, voluntad, y personalidad, cada una era una fusión entre Dios y Hombre. 20
b. Los Nestorianos enseñaron que Cristo era Dios, Hombre con dos naturalezas tan distantes como si tuviera doble personalidad. Esta enseñanza se desarrolló debido a las objeciones que la iglesia y la escuela teológica de Antioquia tenían acerca del creciente culto a María entre los creyentes Monofisistas. 21
c. El punto de vista ortodoxo, el cual fue aprobado por el Concilio de Calcedonia en 451, y el cual ha sido aceptado y probado como totalmente Bíblico por los Cristianos evangélicos desde la Renovación, fue que Cristo era el Dios-Hombre, totalmente Dios y totalmente Hombre, una persona con dos naturalezas puras.22
2. El concepto clave en la doctrina ortodoxa es que lo que sea que Cristo hizo, lo hizo como una persona completa. Por ejemplo, cuando Su cuerpo humano fue golpeado, torturado y muerto, Él sufrió como cualquier persona, y aunque Dios no puede ser muerto, se puede decir que Dios Murió por Nuestros Pecados.23
3. Por la Verdad de las dos naturalezas, podemos Bíblicamente decir:24
a. Cristo es infinito Y Cristo es finito
b. Él existió desde la eternidad Y Él nació en Belén
c. Él era omnisciente Y Él tuvo limitaciones de conocimiento
d. Él es el Señor de David Y Él es el hijo de David
e. Él es el mayor de los Días Y Él nació como un bebe
f. Él es Dios sobre todas las cosas Y Él Es el hijo de María
g. Él mantiene todas las cosas Y Él siente cansancio al caminar
h. Sin Él nada de lo creado fue creado Y Él no puede hacer nada sin el Padre
i. Su forma natural es la forma de Dios Y Él toma sobre Sí la forma de siervo
j. Él es el mismo ayer, hoy y siempre, Y Él es cada vez más grande
k. Él conoce al Padre perfectamente Y Él crece en sabiduría
l. En Su propio nombre, Él nos da una nueva y perfecta ley y se proclama el Rey del día de reposo y más grande que el templo, aunque Él haya nacido bajo la ley y estaba sujeto a la ley.
m. Él es el Príncipe de Paz Y su alma es afligida
n. Él es el Rey de Reyes y Señor de Señores, Y Él es llevado a la muerte por orden del gobernador romano
o. Él esta con nosotros hasta el fin del mundo, Y los discípulos Lo vieron ascender al cielo hasta perderlo de vista.
B. Entendiendo Su rol como nuestro Redentor y Substituto.
¿Por qué fue necesario que el Redentor fuera el Dios-Hombre? ¿Por qué es tan importante la doctrina de las dos naturalezas de Cristo? La respuesta es encontrada en la ley de Dios del goel, o redentor, (Levítico 25) preciosamente ilustrado por la historia de Ruth. Scofield resume el principio suscitado en su nota en Isaías 59:20. 25
1. La redención fue de personas, y fue una herencia (Levítico 25:48, 25:25; Gálatas 4:5; Efesios 1:7, 11, 14.).
2. El Redentor debe ser un familiar (Levítico 25:48-49; Ruth 3:12-13; Gálatas 4:4; Hebreos 2:14-15).
3. El Redentor debe tener la capacidad de redimir (Ruth 4:4-6; Jeremías 50:34; Juan 10:11, 18).
4. La redención es afectada por el goel (Redentor) al pagar la demanda justa en su totalidad (Levítico 25:27; 1 Pedro 1:18-19; Gálatas 3:13).
5. Entonces, lo que vemos en la humillación de Cristo es algo que Él hizo como nuestro goel, nuestro redentor, nuestro substituto. Cuando Él vivía, actuaba, hablaba, sufría, y negaba el conocimiento total de los eventos, declarando dependencia total del Espíritu, etc. como un hombre, Él hacia estas cosas desde Su naturaleza humana, y en nuestro lugar. Pero, como Él también era Dios, podía pagar el precio total—Él vivió, actuó, habló, y sufrió como ningún otro hombre, como nadie hubiera podido.
C. Entendiendo y admitiendo la existencia del concepto Bíblico de “misterio.”
Hay ciertas cosas que simplemente deben ser creídas, por que no hay manera de entenderlas.
1. Dios es insondable (Eclesiastés 3:11, Isaías 40:28, Romanos 11:33-36, Job 5:9, Job 11:7)
2. Hay muchos misterios en el evangelio (1 Timoteo 3:16, Efesios 5:25, 1 Col 15:51)
3. Cristo mismo es un misterio (Romanos 16:25, 1 Corintios 2:7, Efesios 1:9, 3:4, 3:9, Colosenses 1:27)
D. Los tres conceptos centrales relatados arriba deberían ayudarnos a entender como Cristo vivió Su vida en la tierra.
Él vivió con apariencia humana (Isaías 53:3, Filipenses 2:8), y entregó su voluntad al Padre, y vivió su vida como un hombre ungido por le Espíritu (Lucas 4:16-21). Pero Él mantuvo todos Sus poderes, y demostró repetidamente sus habilidades como una justificación de ser Él Mesías y como prueba de Su autoridad (Marcos 2:1-11). En el versículo misterioso de Juan 5:17, “...Pero Jesús les respondía: Mi Padre aún hoy está trabajando, y yo también trabajo.” Se nos da una idea de que Él hizo muchas de sus obras “por su propia voluntad,” aunque estas siempre iban de acuerdo con la voluntad del Padre. En una ocasión, levantó el velo de su carne, se quitó la naturaleza de siervo, para que sus tres discípulos más cercanos pudieran verlo como verdaderamente Él era (Mateo 17:2). En otra ocasión, “levantó el dobladillo de su velo un poco”—cuando vinieron a arrestarlo, Él dijo “YO SOY,” y dieron un paso atrás y se desplomaron. (Juan 18:4-6).
Si hiciéramos una ilustración de Jesús como un policía encubierto en un vecindario malo, la doctrina de Kenosis mostraría al policía dejando su arma en casa, junto con su insignia y los otros símbolos de autoridad. Puede llamar al centro de control para pedir ayuda, pero por sí solo, esta desamparado e indefenso. La enseñanza ortodoxa muestra al policía como un “arma letal,” es un experto en artes marciales que puede matar de un solo golpe—Él es experto a tal nivel que puede alcanzar las entrañas de un hombre y sacar su corazón aún latiendo—puede derrotar oponentes múltiples. Puede dejar Su Identificación, uniforme, etc. en casa como el policía numero uno, pero no puede dejar de ser el arma andando que es. Parece normal, tiene la apariencia de desamparado como el primer policía, pero tiene la habilidad dentro de sí para defenderse. Él puede pedir ayuda cuando así lo desea, puede permitir ser atado, herido o muerto para el bien de su misión—pero tiene la habilidad dentro de sí de derrotar a sus enemigos. Cambia esta ilustración, y los poderes del segundo policía al infinito, y la ilustración muestra las diferencias entre las dos doctrinas.
Una de las bellezas y misterios gloriosos de la cruz es que Aquel que estuvo colgado allí sostenía en ese momento al universo—incluyendo el respirar de los soldados romanos. Él pudo haber destruido al imperio romano con un simple parpadeo, con un pensamiento, pero Él voluntariamente frenó Su gran poder, y se entregó al plan que Él y el Padre habían acordado aún antes de que el mundo fuera creado, y entregó su vida. La Trinidad en Su totalidad está involucrada aquí—El padre dejando caer su ira, el Hijo apaciguando la ira (Romanos 1:18, 3:25-2, 5:8-11), y el Espíritu se involucra de una manera que no es especificada en la Biblia (Hebreos 9:14). Este es un gran misterio, pero no puede ser resuelto reduciendo al Hijo a algo menos que Dios.
E. Es aplicando estos conceptos centrales de arriba que podemos obtener respuestas significativas y ortodoxas a las preguntas de aquellos que se niegan a creer en el Dios de la Biblia.
La respuesta no es desviarnos de la Verdad por medio de teología poco precisa sino presentar en su totalidad la Verdad, sin la capa de barniz.
J.I. Packer, el decano de Living Evangelical Theologians, rechaza completamente la doctrina de Kenosis, como es ilustrado en su libro “Conociendo a Dios” (Knowing God). Él simplemente dice, (La teoría de Kenosis no perdurará.” 26 Yo animo al lector, a ver lo que este líder Cristiano tiene que decir sobre este tema. Espero que mi estudio sea de ayuda, y si has sido infectado con esta clase de Doctrina, oro al Señor para consideres seriamente modificar tus puntos de vista en esta área tan vital.
1 Los últimos escritos de Walter Martin fueron una refutación de la apoteosis en el libro La Agonía del Engaño, (Moody press, 1990). Incluido en el mismo libro esta un artículo del Dr. Rod Rosendbladt titulado ¿Quien dicen los predicadores de televisión que Soy? El cual refuta, entre otras cosas la enseñanza de Kenosis.
2 L. Berkhof, Systematic Theology, (Wm B Eerdmans Publishing Company, 1940) pg 327.
3 Ibid.
4 Ralph P. Martin, Kenosis, The New Bible Dictionary (Wm B Eerdmans Publishing Company, 1973), pg 6.89
5 Charles Hodge, Systematic Theology vol. II/III, (Reprint by Wm B Eerdmans Publishing Company, 1977) pp 428-440.
6 Dr. Rod Rosenbladt, Who Do TV Preachers Say That I Am? The Agony of Deceit, (Moody Press, 1990) pp 114-115.
7 Ibid.
8 Ibid.
9 W. E. Vine, (Edited by F. F. Bruce) Vine's Expository Dictionary of Old and New Testament Words (Fleming H. Revell Company, 1981) N. T. Vol. 2, pg 25.
10 Berkhof, op. cit. pg 328.
11 C. I. Scofied, The Scofield Reference Bible (Oxford University Press, 1917), pg 1258.
12 Lightfoot, cited by Scofield, ibid.
13 Moorehead, cited by Scofield, ibid.
14 Scofield, op. cit. pg 1145.
15 Berkhof, op. cit. 327.
16 A. W. Pink, Los Atributos de Dios (Baker Book House, 1975) pg 29.
17 Hodge, op cit, pg 439.
18 Berkhof, op. cit. pg 328.
19 Ibid. 329
20 Phillip Schaff, Historia de la Iglesia Cristiana, Vol. III (Wm B Eerdmans Publishing Company, 1977) p705-783.
21 Ibid
22 Loraine Boettner, Studies in Theology, (The Presbyterian and Reformed Publishing Company, 1973) pp 195-203.
23 Hodge, op. cit.
24 Boettner, op. cit. 197.
25 Scofield, op. cit. pg 765.
26 J. I. Packer, Conociendo a Dios, (InterVarsity Press, 1973) pg. 52.